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El plan para la nueva estación de tren incluye 172.000 metros de zonas verdes

Andaluces tendría un gran parque y viviendas, y las vías actuales dejarían paso a corredores para uso del ciudadano

Javier Morales

Granada

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Sábado, 9 de abril 2022, 23:48

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El equipo redactor del plan urbanístico de Granada propone trasladar la estación de tren de Andaluces al entorno de Hipercor. Los técnicos persiguen un doble objetivo: evitar el soterramiento de las vías en la Chana, inasumible en términos económicos, y permitir el intercambio de mercancías cuando la capital quede integrada en el Corredor Mediterráneo. El espacio que ahora ocupan las plataformas ferroviarias en el Cerrillo de Maracena y la Chana será sustituido por corredores verdes: caminos ciclopeatonales, árboles, espacios deportivos y de ocio. Un gran parque, viviendas y equipamientos ocuparán la parcela de la actual estación de trenes, en la Avenida de Andaluces. La ciudad ganará 172.000 metros cuadrados de zonas verdes.

Este es el planteamiento que defienden los técnicos encargados de elaborar el avance del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU). El proyecto, que sustituirá al obsoleto PGOU de 2001, está llamado a resolver las necesidades de crecimiento de una capital que arrastra desde el inicio de siglo la discusión sobre la convivencia con las vías. Hace una década se bosquejó una estación en la rotonda Europa y se habló de una nueva terminal entre Andaluces y Camino de Ronda, siempre soterrando las vías que atraviesan la Chana y generan una «cicatriz» –así la describe el alcalde, Paco Cuenca– en la ciudad.

Descartados aquellos proyectos, en 2017 el Ayuntamiento trazó un plan para cumplir con el Ministerio de Fomento, que solicitó a la ciudad un proyecto de integración del ferrocarril. Urbanismo lanzó la idea de un nuevo núcleo central para la ciudad en el entorno de Andaluces y el campus universitario de Fuentenueva. Contemplaba la construcción de 1.900 viviendas y de zonas verdes en el entorno de los 'paseíllos', la actual estación y el viejo Cuartel de Automovilismo. Implicaba directamente a la Universidad, que tendría que mover los comedores y renunciar al campo de rugby, que quedaría emplazado en los terrenos de la Azulejera. La Universidad se negó y bloqueó esta operación, que preveía el ingreso de 226 millones de euros para financiar –en parte– el soterramiento de las vías y la estación.

El soterramiento de las vías en La Chana concretado en un análisis de 2010 (por 765 millones) y dos 2016 (175 y 143 millones) alcanzaría en la actualidad un coste milmillonario. En septiembre de 2018, el Gobierno sacó a concurso un estudio encaminado a determinar la mejor alternativa para resolver el rompecabezas de la integración ferroviaria enGranada. Según las fuentes consultadas por IDEAL, el examen apunta a un montante al que las administraciones no podrían hacer frente.

La solución que proponen los técnicos es sacar las vías de la ciudad. Como adelantó el viernes este periódico, las dos líneas ferroviarias que ahora atraviesan la capital confluirían a las afueras, en el entorno de MercaGranada, y avanzarían en paralelo a la Circunvalación hasta una nueva terminal que se construiría junto a Hipercor, en una parcela de titularidad pública situada a unos metros de la rotonda de Méndez Núñez. Estaría conectada con el Centro de la ciudad, la calle Recogidas, a través de una plataforma de transporte hasta la estación de metro en Plaza Einstein.

Otro pulmón

En este caso, la creación de vivienda no es el eje del proyecto urbanístico. La intención de los técnicos es que el PGOU reserve espacio para construir edificios junto a un parque de 77.182 metros cuadrados donde ahora está la estación. El resto será espacio verde. Según los primeros borradores –abiertos a debate y posteriores modificaciones– desde allí hasta Bobadillla se extendería un corredor en sustitución del 'muro' ferroviario de la Chana. En total, 3,5 kilómetros de paseo que sumarían otros 43.154 metros cuadrados de espacios verdes al programa Granada Respira. En la línea de Moreda, que pasa por el Cerrillo de Maracena, habría otro gran bulevar de 1,6 kilómetros de longitud y 52.376 metros cuadrados de superficie.

Resuelta la incógnita acerca del uso futuro que tendrán los terrenos sobre los que ahora se extienden las vías, técnicos y políticos tendrán que dar solución en los próximos años a las necesidades de movilidad que generarían la nueva terminal y el cierre de la antigua. En el entorno Andaluces estaba previsto el intercambiador de transportes al que irían a parar los autobuses que conectan con el norte del Área Metropolitana. Por otro lado, está en estudio el recorrido de una línea de metro por el Centro de la capital. Y habrá que buscar una fórmula de transporte eficiente –un modelo lanzadera hasta el metro– que conecte el actual eje del metro en la ciudad, Camino de Ronda, con los andenes en Méndez Núñez.

MercaGranada, el gran nudo logístico del Cinturón

Si la propuesta de los técnicos se concreta en proyectos constructivos –el proceso se podría alargar una década e implicaría todas las administraciones–, MercaGranada y su entorno serán el gran nudo logístico del Área Metropolitana de Granada. En la actualidad está a cinco minutos de la Circunvalación y tiene acceso directo a la Variante Exterior y, por tanto, a las salidas hacia Jaén-Madrid y la Costa Tropical. También en la zona está la entrada a la GR-43, la autovía que en un futuro conectará con Córdoba –por ahora llega a Pinos Puente– y ahora permite estar en dos minutos en la A-92-G. El planteamiento del PGOU contempla que en este punto se fundan las líneas de Antequera –la actual vía del AVE– y la de Moreda –que llega hasta Almería–. Habrá parada en el futuro centro de tratamiento de mercancías previsto en la zona. Allí se quedarán los convoyes de carga, mientras que los trenes de pasajeros seguirán su camino bordeando la Circunvalación hasta el entorno de Hipercor. Esto obligará a un desvío. La línea de Moreda, a la altura de Albolote, se tendrá que desplazar hacia MercaGranada en lugar de adentrarse a la capital. Aquí se unirá a la de Bobadilla, que no entrará a la Chana.

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