El piso para familiares de trasplantados hepáticos, completo y sin subvención
La Junta rechaza una ayuda «crucial» a esta vivienda regentada por la asociación que visibiliza estas enfermedades en Granada y Jaén
La salvación de muchos familiares de trasplantados hepáticos se esconde en el entorno de la Plaza de Toros de Granada. En una de sus calles, estrecha y donde aún se vislumbran comercios de toda la vida, un portal verde con rejas marca el acceso a un espacio seguro. Allí espera Benjamín Álvarez, presidente de la asociación que visibiliza las enfermedades hepáticas en Granada y Jaén. El ascensor se para en la tercera planta y la puerta de una vivienda se abre. En la entrada, un tablón indica las normas de convivencia.
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Este piso tiene tantos años como la entidad que lo regenta, la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Granada y Jaén, fundada en 2003. Ya son más de veinte años acogiendo a todo tipo de parientes y parejas de pacientes que, por distintos problemas de hígado, han sido trasplantados en la única unidad para esta causa que hay en Andalucía oriental, la del Virgen de las Nieves.
Esta vivienda social acogió en 2024 a 72 familiares de pacientes del Virgen de las Nieves que sumaron hasta 865 pernoctaciones
Desde que se inició el programa, con el primer procedimiento el 10 de abril de 2002, el hospital granadino ha efectuado 698 trasplantes hepáticos. En 2024, batió el récord al registrar 57 intervenciones de este tipo. Durante ese mismo año, en este piso se alojaron 72 personas que sumaron 865 pernoctaciones. Prueba de que este recurso es «fundamental» para los familiares, que provienen principalmente de Jaén, aunque también los hay de Almería y de pueblos de Granada alejados de la capital.
Para algunos, ir y volver en el día es misión imposible, así que aprovechan este techo gratuito para descansar. Un suelo que imita un tablero de ajedrez guía hasta las dos habitaciones. Tienen capacidad para dos y tres personas e incluyen sábanas y toallas. También hay una cocina con menaje, un baño y, al final, un amplio salón con sofás rojos que invitan a relajarse y compartir experiencias con otros huéspedes. En las mesas y paredes no faltan folletos de la asociación y de la enfermedad y la psicóloga María Segundo está a su disposición.
Larga estancia
A día de hoy, el piso para familiares de trasplantados hepáticos de Granada está completo. Allí se hospeda desde hace más de cinco meses Encarna, de Peal de Becerro, un pueblo cerca de Cazorla a más de tres horas de autobús de aquí. Su marido acumula ya tres trasplantes de hígado. Tras dos meses y medio en la UCI, lleva tres en planta. Desde hace 55 días, esta mujer convive con Eva y Laura, esposa y hermana de un vecino de Lopera (Jaén) trasplantado el 30 de diciembre que ha vuelto al hospital por un resfriado. Las estancias son largas.
Es difícil imaginar lo que cada día ocurre entre estas paredes, acostumbradas a ver cómo extraños comparten intimidad incluso celebran juntos la Nochevieja. Aquí, risas y llantos se entremezclan como parte de una rutina hospitalaria que parece no tener fin. Pero la tiene. Lo dice la voz de la experiencia, el propio presidente, trasplantado hace veinte años. Lo corrobora el 'vice', Rafael Garrido, con un hígado de envidiar desde hace veintiuno. «Son tragos difíciles. Si hace falta, les enseñamos nuestras cicatrices, que vean que mañana su marido, su hermano o su hijo puede estar como nosotros: bien», cuentan.
Un futuro «incierto»
Los gastos del piso superan los 12.000 euros y «visto que todo está subiendo podemos acercarnos a los 14.000 euros». El alquiler es de 564 euros al mes; hay que sumar 100 euros de IRPF, comunidad y suministros. Hasta ahora, la asociación lo afrontaba con la subvención de IRPF de la Junta de Andalucía, pero por primera vez en cinco años se la han «rechazado». «Se ha publicado la lista de concesiones y no aparecemos en ella. No nos han dado ninguna explicación y es crucial», lamenta el presidente. Se presenta un futuro «incierto».
La Consejería de Igualdad e Inclusión Social apunta que son ayudas de concurrencia competitiva. «No se garantiza que sea para siempre. Los fondos son finitos y este año se han presentado 2.400 proyectos en toda Andalucía. Además, se han modificado las bases y no sabemos si la entidad ha adecuado su solicitud», explica.
Los familiares piden «que se invierta». No entienden que este recurso, una «bomba de oxígeno» para ellos, no sea «totalmente gubernamental».
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