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Selfie de Javier en la cabina de su camión, ya con las cortinas bajadas para descansar. IDEAL

La nochebuena de Javier en la ratonera inglesa

Bloqueo ·

«A las once de la noche, cuando ya no avanzábamos, bajé las cortinas de la cabina, me preparé una sopa de pescado y a dormir», relata el camionero de Atarfe bloquedado en Manston

Jorge Pastor

Granada

Sábado, 26 de diciembre 2020, 00:27

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A Javier Laredo le esperaba en Atarfe una Nochebuena en familia y un buen plato de langostinos.Pero se tuvo que conformar con una sopa de pescado, unos taquitos de jamón y queso y un mantecado en la cabina de un camión frigorífico atrapado en Manston, el aeropuerto habilitado como aparcamiento para tráilers tras el cierre del Canal de la Mancha para evitar la propagación de la nueva cepa del coronavirus. «Llevo diecinueve años en este trabajo y siempre paso la Nochebuena o la Nochevieja en ruta; estoy acostumbrado», asegura con un punto de resignación el bueno de Javier, que estos días ha puesto cara a los miles y miles de chóferes de toda España bloqueados en la M-20, la autovía que conecta el sur de Inglaterra con el Eurotúnel. Los medios de comunicación nacionales han acudido a él, a sus vivencias, para disponer de un testimonio a pie de asfalto de los principales damnificados por la decisión del gobierno francés, los conductores.

«El día 24, tras conocer que se había reactivado el tránsito por el Canal y que el Ejército estaba proporcionando las pruebas del Covid, tomé la decisión de bajar desde Londres y hacer cola, pero me desviaron por la M-25 para que fuera hasta Manston», explica Javier. Y, en efecto, se encontró lo que se esperaba: una cola interminable de camiones. «A las once de la noche, cuando vi que ya no avanzábamos, bajé las persianas, hice unas videollamadas, me preparé la cena y a dormir», comentaba Javier ayer a las 11.15 horas, minutos antes de que pasaran los soldados para proporcionarle un kit para hacerse un auto test. «Te tengo que cortar», le dijo apresuradamente al periodista. «¿Sabes cuánto tiempo tardarán», le inquirió el plumilla antes de interrumpir la llamada. «Ni idea», respondió.

Desvío de camiones hacia Manston. REUTERS

Fue rápido. Javier leyó las instrucciones que había dentro de la cajita. «Están en inglés, pero las he entendido bien», afirmó. Primero había que impregnar las varitas con el reactivo. Segundo, introducírselas en nariz y boca y frotar. Tercero, echar unas gotitas en un dispositivo. Y cuatro, esperar unos minutos. «Si sale 'c' estás limpio y a mí me ha salido», relató con alegría contenida. Contenida porque a partir de ese momento disponía de tres días para llegar hasta la aduana francesa, acreditar que era negativo y continuar camino hacia España. Y eso desgraciadamente ya no depende de él. Depende de que los camiones se muevan. Si no, habrá que repetir.

Javier, un autónomo del volante, no olvidará estas 'fiestas' por la mutación del virus y el Brexit, la 'tormenta perfecta' para que ocurriera lo que ha ocurrido, el caos. Tiene asumido el sacrificio de pasar las navidades fuera de Atarfe. «Pagan mejor los portes de verdura y hay que aprovechar», asegura. Yeso es precisamente lo que transportaba Javier en este viaje, pimientos y berenjenas de El Ejido para los 'Mercadona de Inglaterra', los supermercados Morrison, una cadena implantada por todo el Reino Unido. Descargó el 21 en Londres, se desplazó hasta un pueblo cercano para cargar productos de limpieza e higiene para un Makro en Guadalajara y... empezaron los problemas.

Javier ha dado negativo en el auto test: tiene 72 horas para presentar los resultados en la aduana francesa

«Por todo lo que estaba pasando, opté por meterme en una estación de servicio, pero como la situación se podía prolongar y pasar la noche allí costaba cuarenta libras, decidí regresar a mi primer destino, el almacén de Londres, y me permitieron estar en un pequeño parking, cuyas instalaciones cuentan con ducha». Y ahí permaneció hasta que anteayer empezó la vuelta. «Ahora sólo confío en arribar hasta Guadalajara con tiempo, volver a cargar para aprovechar el viaje hasta Granada y estar con los míos en Nochevieja».

Granadinos en la 'ratonera'

Javier Laredo no es el único granadino en la ratonera de Inglaterra. Había como mínimo otros ocho más que prestan servicio para Comotrans, de Motril, una de las cooperativas que mueve más volumen de mercancía por carretera en Andalucía. «No tenemos una cifra de cuántos paisanos puede haber en Inglaterra porque el movimiento es continuo por toda Europa y no sabemos los que había en ese momento», asegura Juan Ordóñez, presidente de la Federación General de Transportistas de Granada. «Dos de los míos se escaparon por los pelos», apunta Ordóñez, quien también regenta una pequeña empresa del sector en Campotéjar.

Javier siempre viaja con el IDEAL, donde estos días también es noticia. IDEAL

Juan Ordóñez no pierde el contacto con los compañeros que siguen en Inglaterra. «La situación es tensa porque son muchas horas y muchos días paralizados y ya ha habido algún rifirrafe». Está habiendo protestas a diferentes niveles. «No entendemos que haya dos convoyes por hora en el Eurotúnel, cuando en condiciones normales habría cuatro o cinco y en coyunturas como ésta, con una enorme demanda, se podría llegar hasta siete», lamenta. Al parecer, esta menor frecuencia suele ser habitual en Nochebuena, pero lo que no entienden los chóferes es que, dada la situación excepcional, no se hayan tomado soluciones igual de excepcionales.

Los ferris directos entre el puerto de Dover (Inglaterra) y el de Calais (Francia), que cruzan el Canal de la Mancha cargados de camiones sí están navegando con normalidad, aunque se requerirán aún varios días para descartar el colapso.

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Camionero atrapado en Inglaterra | La nochebuena de Javier en la ratonera inglesa