Edición

Borrar
El doctor Miguel Ángel Pugnarie, en la consulta de Zújar. R. I.
«Dejé de recetar pastillas y cambié la filosofía de la consulta»

Médico en Granada

«Dejé de recetar pastillas y cambié la filosofía de la consulta»

Miguel Ángel Pugnaire pasa consulta en Zújar, donde cada jueves imparte talleres sobre salud mental

Domingo, 20 de abril 2025, 00:04

En Zújar todo el mundo conoce a Miguel Ángel Pugnaire. Además de ser el médico de familia del pueblo, todos los jueves organiza charlas sobre salud mental y maneras de afrontar los problemas del día a día. «El problema de base –dice Pugnaire– es que toleramos peor la frustración. Todos. Se ha creado la costumbre de que con la pastilla se quitan lo problemas y esa es la tendencia. Me siento mal, tengo ansiedad, pido la pastilla y se acabó el problema. Y si tengo que tomarla todos los días, da igual...».

El asunto, continúa el doctor, es que a las cuatro semanas el cuerpo se acostumbra a las benzodiacepinas y hay que subir la dosis para producir el mismo efecto. «Más tiempo, más complicaciones». Según las guía clínicas, estos medicamentos deberían utilizarse durante un periodo de cuatro a ocho semanas y, sin embargo, «hay gente que lleva años y años y años tomando Diazepam».

No se trata de demonizar este tipo de pastillas, asegura Pugnaire. «Pueden ayudar a superar problemas puntuales. Ayudar a alguien que tiene miedo a salir de casa, ayudar a que vuelvas a hacer deporte, a cambiar tu alimentación, a salir con gente... Si una persona está mal, por supuesto que receto la pastilla. Pero eso es una pequeña parte de un tratamiento más grande, es un cambio de filosofía».

El reto

Hace tres años, con los efectos de la pandemia muy presentes, Pugnaire decidió cambiar su forma de afrontar la consulta y, desde entonces, busca alternativas antes de recetar pastillas: cambios de alimentación, practicar deporte, superar pequeños retos sociales, abrirse a nuevas experiencias... «El médico de familia cumple un papel fundamental. Si mandáramos cada problema básico de ansiedad a un especialista, no habría citas de aquí a cinco años», explica. «El médico de familia –continúa– debe tener la capacidad de acompañar al paciente. Lo cómodo es recetar la pastilla y eso es lo que no deberíamos hacer».

Miguel Ángel Pugnaire. R. I.

Para aplicar estas medidas de acompañamiento hace falta un ingrediente imprescindible: tiempo. «Hay que pararse con la persona, conocerla, encontrar la manera adecuada de abordar la situación. Y para eso es importante una gestión de citas adecuada, recursos... Hay gente que te dice que le sienta muy bien ir a una sesión de homeopatía, pero no por el tratamiento, sino porque le están escuchando durante una hora y eso es terapéutico».

Por la consulta de Pugnaire, efectivamente, pasan más mujeres que hombres que consumen benzodiacepinas. «No sabe uno si porque lo necesitan más o porque tienen menos reparo en pedir ayuda. Para los hombres tomar una pastilla es una lacra social, cuando a veces deberían hacerlo».

«Antes se soportaban mejor las cosas, incluso las graves, como la muerte de un familiar. Es duro pero hay que pasar por eso, hay que hacer el proceso de duelo, afrontar y sufrir»

El doctor señala, preocupado, la cantidad de jóvenes y adolescentes que buscan este tipo de medicamentos. «¿Por qué? Porque lo ven en casa, porque lo escuchan: tengo un amigo de un amigo al que le va bien... El tema es que no queremos estar mal. Antes se soportaban mejor las cosas, incluso las graves, como la muerte de un familiar. Es duro pero hay que pasar por eso, hay que hacer el proceso de duelo, afrontar y sufrir. Si no se hace, luego hay otros problemas psicológicos más serios. Ese quiero estar bien aquí y ahora, como cuando elegimos ver algo en la tele o cuando compramos algo por internet. Lo queremos todo ya. Y eso nos está dañando».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal «Dejé de recetar pastillas y cambié la filosofía de la consulta»