Los crímenes sin resolver de Granada
Se trata de muertes violentas o desapariciones inquietantes ocurridas entre 1996 y 2017 en las que el Grupo de Homicidios no ha dejado de investigar
1996
La prostituta de la Bola de Oro
Es un caso 'heredado' por este grupo; ninguno de sus integrantes vivió en persona el suceso. El cuerpo sin vida de la granadina María Angustias O. L., de 31 años, apareció en un descampado de la zona de la Bola de Oro, en 1996. Su cadáver apareció enterrado en barro. «Era prostituta, estaba semidesnuda y murió por estrangulamiento. Hubo un sospechoso, pero finalmente se descartó su implicación. En 2016, sin embargo, los investigadores policiales reactivaron sus pesquisas. En el cuerpo de la chica se había hallado semen y se había guardado la muestra en parafina. En aquellas fechas no existían las técnicas de ahora para hallar un perfil genético, pero gracias a la persistencia policial, el ADN del autor material de este crimen ya está registrado. No coincide con ninguno de los existentes en las bases de datos, pero algún día, quién sabe, el cotejo podría dar positivo. «Se reabrió el caso a través de una información confidencial que llegó al grupo», explica la Policía a IDEAL. »Y se sacó un perfil de varón del semen que había conservado, pero de momento no ha dado resultados«. El caso no habría prescrito, según los investigadores, »al reabrirse y existir nuevos indicios«. Se da la circunstancia de que en fechas del crimen un individuo fue detenido por intentar estrangular a otra prostituta, pero al final se descartó su implicación en la muerte de María Angustias.
2017
Muerte en el incendio de San Juan de Letrán
El incendio que devoró las zonas comunes y causó daños en numerosas viviendas del número 3 de San Juan de Letrán la madrugada del 25 de noviembre de 2017 se cobró la vida de una vecina del inmueble. Era mayor y se refugió en el cuarto de baño de su casa. El Grupo de Homicidios pudo demostrar que el fuego había sido provocado, pero aún no ha podido probar quién fue el responsable. Alguien roció gasolina en la puerta de un despacho de abogados que había en el edificio. Las gestiones para identificar al autor del fuego fueron intensas. En las imágenes que grabaron las cámaras del edificio aparecía un individuo que vestía una sudadera muy particular que había salido a la venta unas semanas antes en una conocida superficie comercial de ropa deportiva. En ese período se habían vendido 28 sudaderas de ese modelo en Granada y se llegó a identificar a todos los compradores que la adquirieron con tarjeta bancaria, menos a siete personas que habían pagado en efectivo. La Policía cree que fue uno de esos siete. Llegó a tener un sospechoso, pero el asunto acabó archivado. «Los incendios son muy complicados de investigar», admite la Policía, tras advertir de que el fuego destruye también pruebas.
2009
Doble ejecución en el Camino de Purchil
Se esclareció en parte. Ocurrió en 2009, los cadáveres de dos vecinos de la Zona Norte fueron hallados sin vida en el Camino de Purchil. Habían sido ejecutados por unos sicarios sudamericanos. Habían recibido un tiro en la cabeza. Sus verdugos espolvorearon 200 gramos de cocaína sobre ellos una vez muertos. Los investigadores creen que eran colombianos, pero nunca se les identificó. Sí se detuvo a un sospechoso, Raúl C. C., un joven de Granada conocido de las víctimas que «hizo de gancho» y se le llevó a juicio. Se le consideró cómplice de la doble ejecución. En julio de 2014, el Tribunal Supremo confirmó su condena a 15 años de prisión. Las víctimas, M. F. A. y J. F. C. eran veinteañeros. El macabro hallazgo se produjo el 2 de abril de 2009 por la mañana. Los cadáveres estaban maniatados en un paraje campestre muy frecuentado por cicloturistas y excursionistas. Hasta ahora no se ha podido identificar a los sicarios. «Parece ser que vinieron expresamente a ejecutarlos porque se dedicaban a vuelcos de cocaína», señalan desde Homicidios.
2015
El albañil Hugo
La Policía nunca ha dejado de buscar a Hugo. Se le perdió la pista en Casería de Montijo. Había sido albañil. Su desaparición se produjo el día 6 de noviembre de 2015. De 31 años, tenía el pelo castaño y medía 1,80 metros. Los agentes creen que se pudo meter en el oscuro negocio de la marihuana. Fue como si se lo tragase la tierra y, hoy por hoy, las esperanzas de encontrarlo con vida «son mínimas». Llegó a haber un detenido por detención ilegal, pero el caso finalmente se archivó. Los investigadores no descartan que Hugo pudiera estar muerto, pero su cuerpo nunca ha aparecido. El móvil creen que pudo ser un vuelco de 'maría'. La Policía afirma que se trata de un asunto «muy cimentado para que se puedan producir detenciones» si aparecieran los restos de Hugo. Pero si no hay cuerpo, no hay homicidio. Cuando el albañil desapareció, se llevó a cabo una investigación muy amplia y, aparte del detenido, hubo «varios investigados».
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