«He aprendido este verano que trabajar me sirve para ayudar a mucha gente»

Mariluz González Díez es de Granada y tiene 24 años de edad. Estudió en el colegio Monaita y luego en la facultad de Farmacia de la UGR. Actualmente, sigue estudiando, en régimen semipresencial, Óptica en el CEU en Madrid. Este es su primer verano trabajando. Lo hace en la farmacia de su padre, en Pinos Puente. «La historia es sencilla, mi padre tiene una farmacia y estoy con él. Vengo de una estirpe de farmacéuticos, mi padre lo es. Lo era mi abuelo y también mi bisabuelo. La saga se completa en un giro perfecto con su madre, Mariluz también, y que también tiene una farmacia en Pinos Puente.

–Va ser divertido preguntarte de dónde viene tu vocación…

–¡Ja! Tampoco creas que lo tenía muy claro cuando empecé a estudiar Farmacia. A mí no me pierde la pasión por la química y la farmacología. Luego, una vez empecé, me dije que era lo mío y que se me daba bien, me gustaba. Y cuando empecé a trabajar también me gustó. Estoy contenta al fin y al cabo

–¿Cuándo te graduaste?

–Hace un año cumplido estaba exponiendo el TFG. Trata sobre el conocimiento que tienen los universitarios sobre las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y cómo actúan en consecuencia. Fue un trabajo de investigación de campo, con entrevistas.

–¿Cómo se desarrolló el primer día de trabajo este verano?

–Con mucho calor. El trabajo de cara al publico siempre depende del día que tengas y lo que ocurre. Hay días que te sientes muy bien, pero hay otros que según la relación con la gente y la cantidad de gente que venga a la farmacia puede afectarte más. Al principio, cuando estás aprendiendo, todo te afecta más. Pero noto que poco a poco voy aprendiendo y todo se hace más sencillo. Conforme todo se vuelve fluido dejas de estar estresada y todo sale bien. Además, vas conociendo también a la gente que viene a la farmacia y te es más fácil atender porque sabes lo que necesitan, lo que se llevan de forma habitual.

–¿Qué echas de menos este verano?

–Todo. Piensas que durante la carrera tenía junio, julio y agosto para disfrutar del verano y ahora no tengo tiempo ni para tomar el sol. Echo de menos quedar con mis migas, irme a la playa una semana entera. No es que no quede con las amigas tampoco. Pero estamos ahora todas muy dispersas, todas hemos acabado la carrera y todas tomamos nuestro rumbo y se hace más complicado verse.

–¿Y no tienes novio?

–Sí. Alejandro

–¿No será farmacéutico?

–Sí. Jajajajajaja. Está estudiando un máster de industria farmacéutica en Madrid. Pero ya ha llegado a Granada de vacaciones.

–¿Qué tareas desempeñas en la farmacia?

–Atención al público, repaso y colocación y tramitación de pedidos, tomo la tensión y consejo farmacéutico… Todo lo que se practica en una farmacia. –¿Qué has aprendido?

Resulta que los estudios abarcan muchos conocimientos y he aprendido este verano que trabajar me sirve para ayudar a mucha gente».

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