Manos lavadas y carreras más cortas en las clases de Educación Física
Irene García Jiménez ·
Irene se estrenaba como 'seño' de Educación Física en el colegio de Granada Jardín de la Reina cuando sonó el pitido de fin de partido un viernes 13 de marzo. Este curso, con limitaciones como el lavado de manos de cuatro en cuatro, ha aprendido a disfrutar de las clases, aunque añora los abrazos perdidosA Irene se le dibuja una sonrisa gigante que fuerza la mascarilla cada vez que habla de sus niños. Hace un gesto así como de autoabrazo porque en realidad echa de menos esos achuchones. Además, dice que son «ternicos» con un acento granaíno que irrumpe en el patio del colegio Jardín de la Reina –junto al Parque de las Ciencias– en el que se estrenó como profesora de Educación Física en septiembre de 2020.
Y vaya estreno. Irene García Jiménez, que nació hace 38 años en un cortijo del Camino de Purchil donde su familia tiene la famosa 'Granja Maravillas', aún recuerda cómo el viernes 13 de marzo, las 'seños' del cole hacían cola en la fotocopiadora para mandarles deberes a sus niños. Iban a ser tan sólo 15 días de confinamiento y con esas fichas se podrían apañar. «Qué ingenuas», se dice ahora Irene con ese buen ánimo difícil de derrotar.
Marzo 2020
La 'seño' Irene cumple su sueño | Por fin, es profesora de Educación Física, lo que había soñado siempre. Días antes del confinamiento, el colegio celebra unas olimpiadas.
Abril 2020
De lo físico a los Tik Tok | Tras la primera semana de caos por el cierre del colegios, Irene replantea sus clases de Educación Física con vídeos de ejercicios, retos y coreografías.
Mayo 2020
Cumpleaños de balcón | El 8 de mayo cumple 38. Se mantiene superactiva y ayuda en un negocio familiar: la Granja Maravillas, que empieza a vender productos a domicilio.
Junio 2020
Un espejismo de normalidad | Disfruta de un verano casi normal. Incluso viaja a Mallorca. Aprovecha para ver la Alhambra, con poca gente, y también para disfrutar de las tradiciones granadinas como La Tarasca.
Septiembre 2020
Comienza un curso raro | Hay muchas normas que los niños acatan a la perfección. Irene no se achanta, ella es de la opinión de que hay que subirse al carro y seguir el camino.
Octubre 2020
Limpieza de manos de cuatro en cuatro | Las clases de Educación Física cambian. Coordina el lavado de manos antes y después de las sesiones. Con mascarilla, además, se puede correr menos.
Octubre 2020
Días extraordinarios | Aunque nada es lo mismo, se propone disfrutar del curso. Piensa hacer especial cada día a sus alumnos.
Noviembre 2020
Los abrazos añorados | Los días de lluvia, Irene se queda en clase con sus niños. Echa de menos achuchar a sus alumnos. Está deseando recuperar el contacto y el calor de un abrazo.
AUX STEP FOR JS
La 'seño' Irene pasó el encierro con su hijo de 13 años, con su pareja y sus hijos y con una dosis de positividad que no la tumban. «Había que seguir». Después de una semana de caos, decidieron utilizar el 'Classroom' –herramienta de Google para los colegios– para mandar tareas. Las suyas eran especiales. De hecho, se creó una cuenta en la red social 'Tik tok' para mandar a los alumnos los retos divertidos que surgían. Tablas de ejercicios, algún baile y manualidades. Irene movilizó a niños encerrados durante meses en sus casas, a esos pajarillos enjaulados, que llegaron en septiembre con muchas ganas de cole.
Noticia Relacionada
Otras vidas cambiadas
El inicio del curso fue duro. Irene ya no era la misma y tenía que enfrentarse a un protocolo y a un funcionamiento en sus clases totalmente diferente. Antes y después de cada sesión de Educación Física todos los niños de esa clase se lavan las manos con agua y jabón de cuatro en cuatro. La 'seño' desinfecta los materiales. Explica el ejercicio en inglés, también en español cuando ve caras de desconcierto infantil y se lanzan a hacer ejercicio. Quiere que los niños se muevan pero no en exceso porque los limita la mascarilla. En su cole no han renunciado a celebrar Halloween o el día del Flamenco. Ahora cada fiesta es una excusa. «Creo que mis compañeras acabaron ese día hartas de Camarón». Y la seño Irene se ríe con la inocencia de sus niños aferrada al ejemplo que ellos le dan.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión