Calar Alto pone a prueba a 300 valientes

Esta carrera está encuadrada en el calendario de la V Copa Provincial de Carreras por Montaña, impulsada por el área de Deportes de Diputación en colaboración con los ayuntamientos sede de cada carrera, además de entidades como el Club Deportivo Aquéatacamos que es el principal responsable de este evento desde hace ya más de una década. La prueba tuvo como gran peculiaridad su distancia de 21 kilómetros, que se vio agravada por el hecho de ser la de mayor altura de todas las que se celebran en la geografía nacional, alcanzando los 2.160 metros en su parte más elevada. Una media maratón que contempló dos modalidades: senderista sin carácter competitivo y la absoluta.

Una de las singularidades de la prueba radicó en la belleza de sus entornos y sus espectaculares vistas de Sierra Nevada, el macizo de la Sagra, el mar Mediterráneo o Sierra Alhamilla, entre otras, que pudieron apreciarse a lo largo del trayecto.

Fue una oportunidad única para los amantes de este deporte que aún se están reencontrando con la competición después de la pandemia y que completaron los dorsales disponibles, 300, una cantidad que la organización espera poder volver a incrementar el próximo año una vez superada los efectos de la crisis sanitaria. Los corredores se dieron cita a primera hora de la mañana en el Observatorio del Calar Alto, que fue el epicentro de la competición, acogiendo tanto la salida como la llegada. Desde allí tuvieron que afrontar un exigente recorrido que transcurrió por sendero y pista con un desnivel positivo acumulado de 800 metros. Especialmente duro fue el primer cortafuegos en el que muchos de los atletas optaron por cruzarlo andando, bajar el ritmo o incluso gatear.

En categoría masculina, dominio para Juan de la Cruz Arcas, el atleta lorquino que en el primer tramo marcó un ritmo muy alto superando los ocho kilómetros por hora y que, aunque bajó el pistón con el paso del recorrido a cubrir, acabó cruzando la línea de meta con cierta comodidad y por delante de su compañero de equipo Alfonso Soler que se conformó con la segunda plata.

Completó los puestos de honor Fernando Javaloy, que llevó una trayectoria inversa, perdiendo tiempo en los primeros kilómetros, pero remontando posiciones en los posteriores. En categoría femenina, protagonismo para María Victoria Soler, del Blade Runners Calasparra, que al igual que el vencedor masculino forjó su triunfo en el alto ritmo marcado durante el primer tramo cronometrado. Ninguna de sus principales rivales pudieron inquietar, en ningún momento, la victoria, aunque Ana Isabel Cánovas del Mobel-Automenor Running Team consiguió escaparse dentro del grupo perseguidor y hacerse con el segundo cajón del pódium con una amplia ventaja sobre Beatriz Rubio, del Club Deportivo Eton Sport, que llegó al observatorio tercera.

La jornada deportiva se culminó con la entrega de premios de las diferentes categorías, hasta ocho, convocadas por la organización para esta prueba. El presidente del Club Deportivo Aquéatacamos y delegado de la Federación Andaluza de Montaña en Almería, Emilio Martínez, hizo un balance positivo de una prueba que se consolida.