Borja Ruiz, todo carácter, seguirá siendo estandarte del equipo blanquiverde. Francis Cazorla
Voleibol

Borja Ruiz, la raíz profunda para un nuevo proyecto en Unicaja Costa de Almería

El equipo almeriense anuncia la renovación de su capitán, que afrontará su décima temporada como verdiblanco, pleno de ilusión y motivación

Juanjo Aguilera

Almería

Miércoles, 5 de junio 2024, 13:23

El sentimiento de pertenencia tiene una imagen muy clara con Borja Ruiz y Unicaja Costa de Almería, como también el amor a una ciudad de ... acogida sin olvidar las raíces. Nacido en Cartagena el 26 de julio del año olímpico de 1992 y establecido en la ciudad del Indalo en 2011, el central internacional está en su plenitud física y mental a los 31 años –tendrá 32 cuando el balón eche de nuevo a volar–. Resulta significativo que casi un tercio de su vida la haya pasado ligada a la entidad ahorradora, así que pocos como él pueden utilizar precisamente la expresión «club de mi vida». Borja es el ejemplo o, lo que es lo mismo, la raíz profunda para un nuevo proyecto de futuro 'blanquiverde', nunca mejor usado ese segundo color del binomio, el verde de la esperanza, que debe ser un paso al frente en la entidad.

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El capitán lo verbalizaba desde el corazón. «Estoy donde quiero estar, en el lugar en el que me siento querido y una parte importante de renovar una vez más, por supuesto, es estar con mi familia, con mi mujer y con mi hija». Mantener una vinculación tan fuerte, que incluso no se rompió en su paréntesis de cuatro temporadas en Francia y Gran Canaria, le hace sentirse «genial». De hecho, valoraba que «seguir un año más en Unicaja Costa de Almería es increíble» y, uniendo todo el amasijo de sentimientos positivos y de su pasión por el voleibol, se mostraba muy rotundo cuando aseguraba que «daré todo de mí para conseguir los objetivos». Una parte importante de ese 'todo', ser el referente.

En construcción

El próximo Unicaja Costa de Almería está en construcción todavía y la primera gran novedad del nuevo proyecto ahorrador se sitúa en el cambio al frente del banquillo. Borja dijo conocer a la perfección a Pablo, ambos Ruiz, pero no familia, aunque sí amigos que se respetan como profesionales de alto nivel. Prácticamente ambos de la misma quinta, el central se mostraba feliz con la apuesta por el que es el nuevo técnico, tras la marcha de Carlos Carreño. «Mi valoración es muy positiva y Pablo se merece tener esa oportunidad por todos los años que lleva formándose, así que creo que ya está totalmente preparado y cualificado para asumir este cargo». Lo que más destacaba de él es que, como entrenador, «sabe escuchar y tiene una formación altísima y eso nos ayudará mucho».

Por su parte, Pablo Ruiz definía la renovación de Borja como «una suerte», ya que el «tener a un jugador de sus características en cualquier equipo es una ventaja». Hay varios aspectos que valoraba el nuevo técnico blanquiverde al respecto de esa renovación, pero uno de gran relevancia es «que se identifica con el club, es como un estandarte», si bien a nivel deportivo es tener asegurado «talento» y una referencia clara porque «es en momentos decisivos y complicados cuando mejor responde». También destacaba su «calidad técnica» como «algo diferencial», acompasado con una «madurez en la capitanía, ayudando al equipo dentro y fuera de la pista». De hecho, tenía claro qué esperaba. «Con su experiencia, va a desarrollar más todavía el rol de líder», indicaba el entrenador del conjunto blanquiverde.

La tradición

A Borja Ruiz no le cabía la menor duda de que se luchará por estar arriba, peleando por obtener los mejores resultados respondiendo a la tradición que ha labrado el club a lo largo del tiempo. «El proyecto, como cada año aquí, será ambicioso; nosotros queremos luchar por estar en las finales y pelear todo lo que se pueda». Además, por los méritos del pasado curso se regresa a la Supercopa y se suma, por lo tanto, una ocasión más de tocar el cielo. «Hay muchos títulos que competir el próximo año y el equipo se está haciendo acorde a eso». El mejor modo de afrontarlo es haber alcanzado el estado en el que se encontraba el cartagenero. «Estoy bien, feliz y con muchas ganas de seguir haciendo la cosas bien; estoy en mi mejor momento, tanto deportivo como personal», consideraba el experimentado central blanquiverde.

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Eso, trasladado a la pista, se convierte en el compromiso de «como el año anterior, volver a dar todo de mí, ayudar a mis compañeros y al club en todo lo que se me requiera» y si así se estima repetir con sus galones. «Ser capitán no es una tarea sencilla, pero es un orgullo para mí serlo de este club», reconocía el jugador ahorrador. Hará falta carácter, porque la Superliga no va a parar de crecer en calidad y complicación. «Me la espero muy, muy competitiva, con Guaguas como claro favorito, eso seguro, pero muchos equipos apretando, así que se avecina un año duro y bonito». Parte fundamental de su ejército, la grada. «Es un orgullo para mí que nos encontremos un año más y os esperamos a todos para vibrar en cada partido».

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