Arte en Granada
El testamento de los inmigrantesCecilia García-Giralda muestra en Arrabal & Cía un proyecto que se fundamenta en los enseres personales de los que llegan en patera
Cecilia paseaba hace tres años por la playa de la Isleta cuando empezó a encontrarse cepillos de dientes, rosarios, un Corán de bolsillo, botellas de agua, cordones de zapatos, navajas de afeitar e, incluso, algunos juguetes. Era el testamento de la inmigración. Los enseres de quienes, después de jugarse la vida a bordo de una patera en las aguas de Mar Nuestro, son detenidos incluso antes de pisar la 'tierra prometida'. «Recogí todo aquello sin saber qué hacer, pero teniendo claro que sí, que tenía algo que hacer». Esta es la génesis de 'La irrenunciable llamada de la luz', el proyecto que la granadina Cecilia García-Giralda presenta en la Galería Arrabal &Cía (callejón del Señor, 12) desde el pasado 9 de febrero hasta el 8 de marzo.
«Atenta a las localizaciones de los desembarcos que se producían en el Cabo de Gata, me desplazaba lo antes posible para hacer acopio de todos esos objetos personales», explica la artista. «Después de organizarlos y fotografiarlos en varias series –agrega– los envolvía todos en tul para convertirlos en pequeñas reliquias que ahora expongo en Granada». 'La irrenunciable llamada de la luz' se presenta, de esta forma, como el contrapeso de la deshumanización, poniendo el foco en la pérdida de identidad de quienes cruzan el mar a la deriva y, llegados a España, continúan bajo otro mar, el de plástico, que les impide salir a flote para fraguarse un porvenir.
Parajes extremos
Cecilia amplió el punto de mira con visitas «a los parajes extremos y desolados del territorio almeriense, fragmentados por los invernaderos que cubren el Cabo de Gata y los seres humanos que allí viven y trabajan». «El motivo justificador de esta investigación –asegura Cecilia García-Giralda– trata de desvelar las razones más íntimas que conectan los lugares simbólicos y subjetivos, y que impulsan hacia el compromiso crítico». «Planteo, de esta forma, una práctica creativa entendida como una reflexión sobre nosotros y sobre los 'paisajes' vitales, culturales y sociales».
La exposición consta de pinturas de gran formato, instalaciones y una pieza audiovisual en conjunción de lo local y lo universal
Es ahora cuando Cecilia García-Giralda ha dado el paso de mostrar al público todo este material en pinturas de gran formato, instalaciones y una pieza audiovisual, una conjunción de lo local con lo universal, el desarraigo y las bellezas de las fuerzas telúricas del Cabo de Gata. La creadora invita a los espectadores a entrar en este juego del viento, la desolación y la esperanza.
Cecilia García-Giralda es licenciada en Bellas Artes. Tiene una extensa trayectoria artística. Ha expuesto en múltiples ciudades de España y del extranjero. Compagina su producción con su labor docente como profesora de Arte en el instituto de enseñanzas secundarias San Isidro, de Níjar.
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