«Le pido a Granada que me haga un cabezón para la Tarasca»
El músico granadino nos recibe en su bar para inaugurar la serie de entrevistas en directo de IDEAL y Fundación Unicaja
Eric Jiménez camina por la calle Escuelas a bombo y platillo. Al abrir la puerta de su bar, El bar de Eric, la música se escapa de un fogonazo. «Como estaba harto de cerrar bares, abrí este». Dentro hay cientos de caras decorando las paredes, los rostros de algunos de los mejores músicos de España. «Mis amigos, unos colgados». Pero hoy, además, todas las mesas están ocupadas y orientadas a una suerte de escenario colocado junto a la ventana. Eric, el batería de Lagartija Nick y Los Planetas, es el primer invitado de Suena Granada.
Suena Granada es un proyecto de IDEAL patrocinado por Fundación Unicaja. Una serie de entrevistas en directo en las que el público disfruta de tapas y raciones de los mejores locales de la ciudad, mientras escucha la conversación con un artista –músicos, escritores, intérpretes...– de Granada. Estas charlas semanales, además de crear una oportunidad fantástica para conocer a sus invitados, buscan llevar a la calle la candidatura de Granada a Capital Europea de la Cultura 2031.
–¿A qué suena Granada?
–Granada suena de lo más clásico a lo más contemporáneo. Si te vas un Jueves Santo a la Carrera del Darro, te embriagas de sonidos de la procesión del Silencio, del agua del Darro, de la campana de la Vela... Granada suena por sí sola sin necesidad de música. Tiene un sonido especial y despierta los cinco sentidos. Solo aquí puedes oler el mar de Salobreña y la nieve de Sierra Nevada. Y los vinos de la Castañeda también. Además de los sonidos clásicos, me encantan los sonidos de la ciudad temprano.
«Granada suena por sí sola. Tiene un sonido que despierta los cinco sentidos»
–¿Es madrugador?
–Antes volvía a las siete de la mañana y ahora empiezo. ¡Y voy al gimnasio! A veces paso muchísima vergüenza viendo a los cachas midiéndose los músculos. Yo quiero tener un cuerpo enfermizo, no un cuerpo de esos con siete pechos.
–Volvamos a los sonidos.
–Es que Granada tiene una maravillosa cantera musical en todos los aspectos. En esta ciudad fue pionero Miguel Ríos, que decidió irse a Madrid a hacer música, como Los Ángeles. Gente que demostró a los demás chavales que los sueños se pueden conseguir con perseverancia y constancia. Y ahora, hace poco estuve en un festival y de catorce grupos la mitad éramos de Granada.
–Capital Cultural 2031.
–Lo veo clarísimo. Dime en qué ciudad europea han convivido durante siglos tantas culturas: judíos, romanos, malafollás... Nada más que por eso, a nivel histórico, tendría que ser nuestra. Pero luego, desde el trío Albéniz hasta Falla o Lorca y todo lo que viene después, esta es una ciudad pequeñita pero con mucha cultura y muy bonita. Mira, cuando tantos ingleses han venido a lo largo de los siglos, algo habrá. Esos son los que saben: los guiris. Yo, cuando me quiero alquilar un apartamento, me alquilo un guiri y que busque.
Cómplices y surrealistas
Tras contar la vez en que se le escapó un perdigonazo y cayó encima de una pestaña postiza de su amiga Olvido Gara, Alaska, Jiménez recordó un nombre que cambió Granada para siempre: Enrique Morente. «Con Enrique compartía un lenguaje visual y una complicidad muy especial. No paraba de reír con él, éramos unos surrealistas». Con 'La leyenda del tiempo', 'Omega' es el disco más vendido de la historia del flamenco fusión. «Teníamos muchas dudas. Cuando salimos al teatro por primera vez, metiendo una tralla de la hostia, la gente no sabía qué hacer. Ahí nos dimos cuenta de que era algo importante».
–Tal vez, el sonido de Granada tenga mucho que ver con Enrique Morente.
–El sonido de Granada en vinilo lo define 'Omega': tiene la voz de Morente, los poemas de Lorca, el talento de Leonard Cohen... se hizo una cosa muy poderosa porque no era lo establecido. La clave fue que Enrique no se volvió rockero y nosotros no nos volvimos flamencos. Ese choque de caracteres es lo bonito.
«No pienso en violencia. No podría tocar en un estado de odio»
–¿Piensa en alguien cuando golpea la batería?
–Yo siempre toco como si fuera la última vez. Pero es al revés, no pienso en violencia. Para mí es mi burbuja de confort, mi estado de placer. Se ve el golpe agresivo, pero hay una concentración y sensibilidad, un control en el que no piensas en nada. No podría tocar en un estado de odio.
–¿Sigue poniéndose nervioso antes de un concierto?
–Nervioso no, me acojono. Tengo muchísimo respeto al público. Mi peor pesadilla es que estoy tocando y me cogen los brazos por detrás, y no es ninguno de hacienda. Tengo miedo a defraudar. Mira, yo he tenido una vida bastante ajetreada, algún vídeo mío hay por ahí... (ríe) Pero en directo no bebo nada, ni agua. La batería es mi forma de expresión. Una vez tomé una cerveza en un ensayo y los brazos me pesaban un poco más, me hacía sentir como un pájaro con las alas cortadas. Necesito estar al cien por cien.
El siguiente, David de Jacoba
David de Jacoba es una de las voces más queridas del flamenco . Lo es por su bonhomía, por su sonrisa entrañable y por su indudable talento. Fue el último que cantó con Paco de Lucía, brilló con La Plazuela y acaba de publicar 'Oro y Arena'. Y, además, es un tipo muy divertido. Nos vemos el jueves 23 a las 19.30 horas en Restaurante Botánico Café (C/ Málaga, 3).
–¿Y de los nuevos talentos musicales granadinos, qué?
–Saiko no sabe hablar, vaya, le pasa a muchos. Parece que cantan como si les hubiera dado un ictus. El autotune es una escuela de ictus. Pero bueno, hay gente que utiliza el autotune y tiene gran talento, como Dellafuente. Saiko también tiene gran talento para la gente joven porque les llegan sus letras. Lo del ictus era broma, aunque lo piense (ríe). Aquí hay un problema: todo va muy rápido. Si los Beatles salieran hoy no conseguirían nada si no controlan las redes sociales. Ahora las discográficas fichan a un youtuber porque tiene cinco millones de seguidores: autotune y arreando.
«Si los Beatles salieran hoy no conseguirían nada si no controlan las redes sociales»
–¿Sigue otras artes de Granada?
–Soy amante de la literatura granadina. Fan de Juan Bustos, leía todos sus artículos en el periódico. Colecciono el IDEAL, yo sí que tengo hemeroteca.
–¿El cómic?
–Me la pela.
–No sé si ha visto el de Superman en Granada... (lo muestra)
–¡Ah! Esto sí me gusta. Me encanta ver a este colgado en la Alhambra, ¡es buenísimo!
–¿Qué poder le gustaría tener?
–Invisibilidad. Para hacer lo que me saliera de los cojones sin que nadie me juzgara.
–¿Cómo sería el súper héroe de Granada?
–Granada ha tenido superhéroe: Chorrojumo. Un buscavidas maravilloso. Inventó el marketing de 'hazte una foto conmigo por unas monedas'. Otra superheroína, María Borrachas, la única señora que meaba de pie. Era alcohólica y vivía en Santa Paula. Iba a la panadería de Rafael y le decía «o me das un bollo o te echo la boca». Otro héroe: el cabezón de Gabia. Si es que hay una pila de héroes en Granada... A ver quién se disfraza ahora de Chorrojumo en la Alhambra sin pedir doscientos permisos.
–Usted de Chorrojumo en la Alhambra sería interesante...
–No, no, no. Mira, lo voy a pedir a toda Granada aquí y ahora. Me han dado la medalla de la ciudad, el premio IDEAL, una caroca... lo que quiero es que me hagan un cabezón de la Tarasca. Son personajes súper antiguos, ¿para qué queremos cabezones muertos? El Corpus está lleno de cabezones muertos. Doy una oportunidad a toda la administración para tener un cabezón vivo... pero daos prisa (ríe).
El Peter Sellers granadino
Mientras las tapas corren, Eric cuenta la de veces que le han ofrecido un papel para protagonizar películas y series. «Me han dado tantos papeles que me podría retirar. Pero luego no se cumple ni uno». Aunque Eric, que desde que vio 'El Guateque' y 'La pantera rosa' se sintió como el Peter Sellers granadino, sí que ha salido en la gran pantalla: 'La importancia de llamarse Ernesto y la estupidez de llamarse Eric' y 'Generación Lagartija', dos documentales dirigidos por César Martínez Herrada. Claro que este año ganó el Goya una película que no era, aseguran, una película de Los Planetas.
–Opinión de 'Segundo premio'.
–Fotografía, muy bien. Como historia de la banda, no refleja la realidad. Eso sí, Mafo me clava a mí tocando la batería. Aunque yo nunca he meado en la calle, ahí no me ha clavado.
–¿Quién ha pasado por El Bar de Eric últimamente?
–Paul Weller, Marky Ramone, los de The Jesus and Mary Chains... y amigos como Mario Vaquerizo, Dorian, Lori Meyers, Anni B Sweet, Estrella Morente...
–¿Y les gustó?
–Estuve con Pepe Rodríguez, el de Master Cheff, y le dije que la cocina de este bar no se ha lavado desde que abrí (risas). He decidido que si me cierran el bar, que lo haga Chicote. Y si los platos gustan es porque a mí no me molan nada. Es lo peor que he hecho en mi vida y me han dado un Solete Repsol.
«Antes presumíamos de la tapa gratis, pero ahora la estamos cobrando. Me parece un robo»
–¿Qué opina de la tapa?
–Antes presumíamos de la tapa gratis, pero ahora la estamos cobrando. Me parece un robo. Y yo también robo, no voy ser el primer tonto... Mira, tú vas a Córdoba o a Sevilla y te pides un vino y vale un euro y pico. Aquí 3 o 4 euros. Con eso de la tapa, estamos consiguiendo que los turistas cuando vienen a Granada no actúen como en otras ciudades. Van a Sevilla y comen en un restaurante. Aquí hay gran gastronomía, restaurantes maravillosos... pero ¿qué piden los guiris que vienen en chanclas? Tapa, tapa, tapa. Lo que sea.
–Compagina el bar con sus clases de batería, ¿qué tal?
–Es maravilloso. Doy claes particulares y también en una escuela para gente que necesita ayuda. Es un placer ver a niños de Aldeas Infantiles o de Alfa cómo entran y me abrazan, ver que por un momento se olvidan de lo que pasa en casa. La música es maravillosa y te puede llevar a otros sitios.
Fundación Unicaja, una entidad comprometida con la promoción de la cultura y la preservación del patrimonio
La institución gestiona museos y centros en varias ciudades andaluzas y abarca proyectos de diversas disciplinas artísticas. Asimismo, organiza premios anuales y cuenta con una colección de arte con más de 13,000 obras y un Servicio de Publicaciones propio.
La labor de difusión de la cultura de la Fundación Unicaja engloba proyectos relacionados con la literatura, las artes plásticas, la fotografía, la música, el teatro y el cine, así como cursos, conferencias y jornadas de diversa índole. A estas iniciativas también se une la convocatoria anual de los premios y certámenes de la institución en las modalidades de novela, artículos periodísticos, relatos, poesía y artes plásticas, así como la gestión de los fondos de la Colección de Arte Fundación Unicaja, que acumula más de 13.000 obras, y su propio Servicio de Publicaciones. La promoción de la cultura y la preservación del patrimonio constituyen dos de los objetivos fundacionales de la actividad que desempeña la Fundación Unicaja, que entiende el ámbito de la producción artística y literaria como una oportunidad para incentivar la economía y contribuir al desarrollo vital del individuo y de la sociedad.
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