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Escena de 'Los úlimos jedi' y Álvaro 'Kaneda' Fernández, Juan Antonio Espigares y Javier Fernández. R. I.

Tres granadinos en la casa de 'Star Wars': «Tengo el título de haber matado a Luke Skywalker»

Javier Fernández, Juan A. Espigares y Álvaro 'Kaneda' Fernández trabajan en Industrial Light and Magic, la mítica compañía de efectos especiales creada por George Lucas en 1975

Domingo, 13 de diciembre 2020, 01:07

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Luke Skywalker arrastra su mano por encima de la roca, agotado, sin aire en los pulmones y con los párpados cerrados de puro dolor. Al abrir los ojos, otea en el horizonte un atardecer tan hermoso como el de una tarde de verano en Sierra Nevada. La melodía de John Williams se mezcla con el romper de las olas, que parecen sacadas de una estampa motrileña. El rostro de Luke ya no sufre, ahora refleja aceptación. Paz. Y con lágrimas en los ojos, el granjero de Tatooine sabe que, después de 40 años de aventuras, con la túnica al viento y dos soles anaranjados brillando en el cielo, está a punto de...

… Javier suelta el ratón y aparta la mirada de la escena que está terminando de 'Los últimos Jedi' (Rian Johnson, 2017) para asomarse por el pasillo. Un hombre de pelo frondoso y cano, con barba bien recortada y camisa a cuadros, se acerca a su puesto de trabajo. Viene rodeado de los responsables de la empresa. Al pasar a su lado, se para un instante para observar los dos soles que le deslumbran como una poesía de Lorca. Ambos cruzan sus miradas un instante, tiempo suficiente para que el hombre misterioso le salude con un leve movimiento de barbilla, como cuando escribió la escena de R2D2 y Luke en 'El Retorno del Jedi'. «Fue muy bonito, muy surrealista, estar trabajando en el plano de los soles cuando vino a la oficina George Lucas».

Javier Fernández.

Javier Fernández (Sevilla, 1976) llegó a Granada con 14 años y tres vocaciones claras: la ciencia, la aviación y el cine. Fue entonces cuando volvió a ver las películas de 'La Guerra de las Galaxias' y le explotó la cabeza. «No las vi con los ojos del fan, que es lo que sigo siendo, las vi diciéndome que quería hacer eso». Años más tarde, estando en Bellas Artes en la Universidad de Granada, sus primeras ilustraciones de los tripulantes del Halcón Milenario llegaron al otro lado del charco: «Me llamaron de 'Star Wars Insider', la revista oficial de Lucasfilm, porque querían publicar mis obras. Estuve dos años con ellos». Mientras, aquí en Granada, entró en el estudio Kandor Graphics, implicándose en todos sus grandes proyectos: 'El Lince Perdido', 'La dama y la muerte' y 'Justin y la espada del valor'. Cuando Kandor cerró, Javier lo tomó como la oportunidad para hacer lo que siempre había querido: «Hay niños que sueñan con trabajar en la NASA o en la NBA. En mi caso era Industrial Light & Magic (ILM). Y lo conseguí en 2016».

«Hay niños que sueñan con trabajar en la NASA o en la NBA. En mi caso era Industrial Light & Magic (ILM). Y lo conseguí en 2016»

ILM es la mítica compañía que George Lucas fundó en 1975 para crear su trilogía galáctica y que hoy sigue siendo, sin duda, la fábrica de efectos especiales más importante del cine y la televisión. Javier empezó en la oficina de Vancouver, con 'Doctor Extraño' (Scott Derrickson, 2016), haciendo una escena «muy divertida en la dimensión espejo de Manhattan, con los rascacielos de Nueva York distorsionándose». Desde entonces ha trabajado en 'Los Últimos Jedi', 'El ascenso de Skywalker', 'Han Solo', 'Thor: Ragnarok', 'Aladdin'... Y, la última que se puede decir, 'Sin tiempo para morir', de James Bond. «El resto de proyectos en los que estoy todavía son secretos», confiesa al teléfono.

Sobre ILM

  • A saber Algunos logros de 'Industrial Light And Magic' más allá de 'Star Wars': Primera secuencia generada con ordenador en 'Star Trek II'; primer personaje hecho con ordenador en 'El secreto de la pirámide'; primer personaje mezcla de ordenador y actor en 'Terminator 2'; o, claro, la primera vez que se usa la tecnología para crear seres vivos completos y altamente detallados en 'Parque Jurásico'.

Javier es compositor digital, que es el que se encarga de entregar el resultado final tal y como se ve en el cine. «Nos llegan imágenes en 3D, entornos pintados por artistas, maquetas, el set, actores, cromas... es como hacer Photoshop en movimiento. El compositor es la última parte de una cadena de gente creativa. Esto no es una cuestión de talento personal, es un proceso de equipo, la suma de muchos talentos».

El primer día que trabajó en 'Star Wars' lo recuerda con mucho cariño. «¿De verdad me están pagando por esto? Es una responsabilidad muy grande, pero se lleva con mucho gusto. Es muy, muy especial». Una de las secuencias a las que le tiene más cariño es la primera vez que trabajó en el Episodio VIII, 'Los últimos Jedi'. «Tengo el título de haber matado a Luke. Fui la primera persona del mundo que vio morir a Luke Skywalker tal y como se vio después en la pantalla. Más que nada porque yo terminé la escena», ríe.

«Fui la primera persona del mundo que vio morir a Luke Skywalker tal y como se vio después en la pantalla»

Cuando le hicieron el encargo, un viernes, le advirtieron que debía tener una primera versión para el martes, porque John Williams necesitaba las imágenes para grabar la música. «Ese tipo de responsabilidad es de la que te hablo. Es alucinante». O sus charlas con Rian Johnson, «un encanto de persona». O la vez que le invitaron al set de rodaje del 'Episodio IX' y se subió al Halcón Milenario y conoció a Daisy Ridley. O, por supuesto, aquel atardecer de dos soles, cuando cruzó la mirada con George Lucas.

Juan Antonio Espigares

El niño

Antes de la pandemia, Juan Antonio Espigares (Granada, 1981) entraba en las oficinas de ILM en Londres, en Lacon House, con el asombro de un niño. Son tres grandes plantas abiertas con varias zonas comunes, cocina y hall, rodeadas por salas diáfanas repletas de ordenadores con dobles pantallas. En cada planta hay dos o tres salas de cine, según el área de trabajo, y una más grande en la planta de abajo donde se realizan las revisiones diarias del trabajo. Espigares lleva en ILM desde 2014, también como compositor, implicado en grandes films como 'Transformers', 'Warcraft', 'La Gran Muralla', 'Jurassic World', 'Bird Box', 'Eternals', 'Rogue One' y las tres entregas de la última trilogía de 'Star Wars'.

«En el Episodio IX fui responsable de devolver a la vida a Carrie Fisher»

Juan Antonio Espigares.

Juan Antonio pertenece a esa generación que creció al abrigo de una vieja cinta VHS, imaginándose al final de 'Una nueva esperanza', allí de pie, junto a Han Solo y Chewbacca, mientras la princesa Leia les ponía una medalla en la sala del trono. «Me siento un privilegiado –dice Espigares–. En el Episodio IX fui responsable de devolver a la vida a Carrie Fisher. La primera vez que se ve a Leia en la película la compuse yo. Tecnológicamente fue un desafío, usando material descartado del Episodio VII y generando un nuevo cuerpo, cambiando el peinado, el fondo, adaptándola al guion... Recuerdo que me decía tengo a Carrie Fisher en mi monitor. La misma Carrie con la que he crecido como niño... y era mi responsabilidad devolver a la vida a este personaje. Era sobrecogedor».

Y en 'Rogue One', cuando le tocó componer una persecución de X-Wings y Tie Fighters, las naves de rebeldes e imperiales, se imaginó con 12 años, jugando en el ordenador de casa. «Hay una generación de niños que verá esto y querrá pilotar un X-Wing, como yo», dice emocionado.

La relación de Espigares con el cine va más allá de ILM. Antes de licenciarse en Ingeniería Industrial ya había ganado la primera edición del NotodoFilmFest, en 2001, con 'La escalera de Escher', su primer cortometraje. Gracias a ese premio rodó 'Sere Eretit' (2006), que le impulsó a su tercer proyecto, el más ambicioso hasta la fecha: 'Fuga' (2012), un corto de animación con música de Arturo Díez Boscovich que ha triunfado en decenas de festivales internacionales.

Uno de esos festivales fue el Siggraph de Hong Kong, donde se topó de frente con una avanzadilla de ILM: «La empresa buscaba nuevos talentos para reclutarlos. Me entrevistaron y nunca pensé que me llamarían. Pero unas semanas después lo hicieron y me incorporé a ILM para terminar 'Strange Magic' (Gary Rydstrom, 2015). Y ya llevo siete años».

Entre película y película para Light and Magic, Juan Antonio trabaja en un nuevo corto de animación con Arturo Díez Boscovich y no descarta, en absoluto, aventurarse alguna vez a dirigir su primer largo. «Sería una de mis ilusiones. Ojalá algún día la haga realidad».

Álvaro 'Kaneda' Fernández

«Que la Fuerza te acompañe»

Kaneda.
Imagen - Kaneda.

Se llama Álvaro Fernández Garrudo (Granada, 1983) desde que nació. Pero una mañana, haciendo su primer grafiti en Peligros, al lado de El Niño de las Pinturas, le dijeron que tenía que firmarlo. «Kaneda», escribió, como su personaje favorito de 'Akira' (Katsuhiro Otomo, 1988). «A veces me llaman Álvaro y no me giro. Todos me dicen Kaneda». Kaneda dejó de dibujar y de hacer fotos el día que aterrizó en Londres. Se mudó con su mujer, Ángela, «mi gran apoyo siempre, mi heroína», en busca de un nuevo inicio: «Sufría depresión y ansiedad. Mi vida se detuvo completamente. Un hoyo muy profundo y horrible».

Antes de Londres, Kaneda, fotógrafo y realizador audiovisual, muy implicado en el mundo del cómic en Granada, se marchó a Barcelona para trabajar en el estudio de Gustavo López Mañas. «Fue una experiencia maravillosa... pero allí me golpeó la depresión». Londres llegó con un tratamiento psicológico que le ayudó a retomar las riendas de su vida en una ciudad muy difícil: «No hablaba inglés. Nada. Cero patatero». Empezó a trabajar en un Pret a Manger, una cadena británica de comida rápida. «Pasé de hacer sesiones de fotos con Gustavo a preparar sándwiches. Entonces no lo sabía, pero acababa de empezar una pequeña carrera de la que siempre estaré agradecido».

«Pasé de hacer sesiones de fotos con Gustavo a preparar sándwiches»

A los tres meses de entrar en Pret a Manger, su jefe le ofreció convertirse en formador de equipos. «Me dijo 'el idioma no me preocupa, es algo que va a llegar. Pero tú tienes la actitud que necesito'», recuerda Kaneda, que pasó seis años gestionando personal en la empresa. Entonces, en 2014, su amigo Javier Fernández –sí, el que mató a Luke Skywalker– se mudó a Londres y quedaron para tomar un café. «Con lo bien que se te dan los equipos, ¿no has pensado en dedicarte al mundo de la producción?», le propuso Javi. «Así empezó todo».

Unos días después de aquel café, ILM anunció que abría su primera oficina en Londres, algo que Kaneda tomó como una señal. «Para mí, más que 'Star Wars', ILM era 'Parque Jurásico'. Desde que en 1993 salí del Madrigal sigo la pista de ILM, pero nunca me planteé trabajar aquí». Dejó su puesto en Pret a Manger y presentó su currículum en ILM. Pero le dijeron que no, que sin estudios en Inglaterra era difícil que le llamaran. «No lo tomé como algo negativo. Vamos poquito a poco, me decía».

La tienda de Lego más grande del mundo le contrató como responsable de equipos. «Tuve a más de 120 personas a mi cargo. Esa experiencia afianzó la idea de que gestionar equipos y proyectos me encanta». En 2019, varios años después, invirtió sus ahorros en un curso de producción, dejó Lego y se puso a estudiar. Antes de acabar la formación, le llamaron de ILM.

«Opté por la televisión porque es una industria muy interesante, como deja claro 'The Mandalorian'»

Álvaro 'Kaneda' Fernández es asistente de producción en ILM, en la rama televisiva. «Opté por la televisión porque es una industria muy interesante, como deja claro 'The Mandalorian'. Me encargo de que los shows sucedan en el presupuesto y tiempo acordado. Te implicas desde una etapa temprana del proyecto para ver qué tipo de efectos especiales va a requerir. Soy el punto de conexión entre los artistas y el departamento de producción». Kaneda llegó en plena producción del 'Episodio IX' de 'Star Wars' y de la serie 'The Mandalorian', aunque su día más bonito, hasta el momento, fue el primero: «Hubo una reunión donde nos presentaron la compañía. Pusieron un vídeo que terminaba con Obi-Wan Kenobi diciendo 'Que la Fuerza te acompañe'. Y a mí se me escaparon dos lagrimones. Fue un poco ridículo, pero para mí fue el momento en que supe que lo había conseguido. Me fui al baño a llorar de alegría y desde entonces ha sido una montaña rusa». Ahora, Kaneda está produciendo 'Lost Ollie', una serie de animación para Netflix escrita por Shannon Tindle ('Kubo', 'Coraline') y dirigida por Peter Ramsey ('Spider-Man: Un nuevo universo').

Kaneda va poco al set, su misión se desarrolla en la oficina, con muchas hojas de Excel. «Veo los rodajes desde mi silla, pero me encanta manejar lo que hay detrás. Así fue como se creó el T-Rex de 'Parque Jurásico'. Ahora puedo deconstruir aquella escena y saber las fases que hubo detrás de eso. Y es una magia increíble». No obstante, sí que ha estado en 'el volumen', el innovador plató creado por Jon Favreau para 'The Mandalorian'.

«Quiero que la gente sepa que podemos estar perdidos y llegar tarde, pero en algún momento encontraremos el camino»

«He averiguado con 37 años lo que quería en la vida. Quiero que la gente sepa que podemos estar perdidos y llegar tarde, pero en algún momento encontraremos el camino. Y eso es algo que me decía siempre mi amigo Kenny Ruiz, que me ha apoyado en los momentos de dudas y miedos: no te preocupes, duda todo lo que quieras, que ya creo yo por ti». Que la fuerza les acompañe.

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