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Darth Vader y Kylo Ren lideran a la Legión 501, frente al Aliatar, donde se estrenó 'La Guerra de las Galaxias'. En el vídeo, seis historias sorprendentes de Star Wars se cruzan en Granada. PEPE MARÍN

Granada, una historia de Star Wars

Hace 42 años se estrenó en el Cine Aliatar 'Una nueva esperanza', el primer capítulo -el cuarto- de una saga que ha inspirado a miles de granadinos. Seis historias inspiradoras y vocacionales se cruzan aquí, en nuestra ciudad

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Jueves, 19 de diciembre 2019, 00:36

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¿Puede una historia que empezó hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana cambiar una pequeñísima porción de nuestro universo? ¿Pueden jedis, wookies, planetas de tres soles y naves que son montones de chatarra inspirar tanto como La Alhambra o Sierra Nevada? ¿Puede Star Wars cambiar Granada? Llegó un miércoles. El 21 de diciembre de 1977, siete meses después que en Estados unidos, se estrenaba aquí, en el Cine Aliatar, 'Una nueva esperanza'. El periódico de aquel día hablaba de «el mayor evento cinematográfico» de las navidades, «la mejor película del año». Cuarenta y dos años después, con el estreno de 'El ascenso de Skywalker', como si se tratara de una extraña puerta en el tiempo, aquellos personajes tan míticos han sobrepasado la pantalla del cine. Literalmente.

«Mira, mamá, es Darth Vader», dice, con los ojos como platos, una señora que rondará los 60. «Sí, hija. Avisa al niño», responde la madre, ilusionada, que ya está escribiéndole un whatsapp a su nieto. El imponente Vader ha cruzado la Acera del Casino y Puerta Real para llegar al ensanche de San Antón, junto a la iglesia. Le acompañan cinco soldados imperiales, un jawa, una piloto de cazas TIE y el mismísimo Kylo Ren. Y son ellos. No es un mero disfraz. Nada de eso. Son los personajes, los auténticos. Porque ese es el milagro de la Legión 501.

La típica bronca imperial...
La típica bronca imperial... PEPE MARÍN

«Cuando nos ponemos el traje somos el personaje. La propia Disney nos otorga el permiso», dice Fernando Aranda, granadino y miembro TK3716 de la Legión 501 desde hace 12 años. O, bueno, eso dijo antes de ponerse el casco, claro, porque ahora mismo está rodeado de niños, adultos y ancianos, todos deseosos de hacerse una foto con él. Son poco más de las cinco de la tarde y la tropa ha revolucionado el centro de la ciudad. Quién iba a pensar, hace casi medio siglo, que el bueno de Darth pasearía por Recogidas...

«Star Wars tiene el poder de cambiar el mundo. Todos los días lo hace»

Fernando Aranda, Legión 501

La Legión 501 es un club internacional de 'customing', esto es hacer trajes fieles a la saga galáctica para cumplir una misión fundamental: hacer obras benéficas a lo largo de todo el mundo», explica Aranda, que cuando no viste la armadura es enfermera (insiste en el femenino, dice que después de tantos años rodeado de mujeres es el término correcto) en el PTS. Visitas a hospitales, a casas de acogida, sociedades protectoras de animales, causas sociales... «Y un sinfín de granitos a los que nos sumamos de manera altruista».

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En el mundo hay unos 15.000 miembros de la Legión, 600 en España y 10 en Granada. Granadinos como Javier Vico y Mari Carmen Laraño, hosteleros en Sierra Nevada; Rodrigo Martín, maestro en un colegio de la capital; Alfredo y Toni Robles, jardineros; y Belén Povedano, ama de casa. El asunto es que la 501 funciona con misiones. Cada vez que alguien solicita su ayuda, lo llaman una misión. Y a las misiones se apunta todo el que lo desee. Por eso, a la 'Misión Aliatar', como ellos la llamaron, también acudieron Marino, Rosario, Pepelu, Román o Eduardo, venidos de Jaén, Málaga y Sevilla. «Star Wars tiene el poder de cambiar el mundo. Todos los días lo hace».

Miguel Puga

Los días en que MagoMigue y George Lucas compartieron la merienda

Vídeo. MagoMigue, en el rincón 'friki' de su casa, rodeado de juegos de mesa de Star Wars y sosteniendo la foto con George Lucas. PEPE MARÍN

Miguel Puga, MagoMigue, es uno de esos granadinos que se han ganado el cariño de la ciudad. Después de todo, ¿a quién no le gusta un buen truco de magia? Lo que pasa es que ya muy pocos recuerdan uno de sus primero trabajos, en Antena 3, como presentador del programa infantil 'La merienda'. Un dato que no pasaría de divertida curiosidad en esta asombrosa historia de la Guerra de las Galaxias de no ser porque él, un entrañable friki de Star Wars, compartió tres días con el mismísimo George Lucas. Además de un set de películas en VHS firmadas, le dejó esta preciosa historia:

«Tuve el honor de conducir el programa 'La Merienda', en Antena 3, del 92 al 96. Interpretaba al Profesor Lupilla, un personaje loco y aventurero que hacía juegos de manos, cantaba, hacía humor... El programa tuvo éxito desde el principio. El caso es que en ese programa presentábamos series de televisión internacionales. Allí, por ejemplo, presentamos en España a un jovencísimo Will Smith, con el estreno de 'El Príncipe de Bel Air'. Y así, un día vino un señor a presentar una serie, 'Las aventuras del Joven Indiana Jones'. Mis compañeras, que eran más jóvenes, no sabían quién era exactamente. Pero yo sí. Yo sí sabía lo que se me venía encima. Aquella persona era el creado de Star Wars: George Lucas.

La foto para el recuerdo: George Lucas y MagoMigue
La foto para el recuerdo: George Lucas y MagoMigue

Fue el día más feliz de mi carrera profesional. Le entrevisté en directo, en el estudio más grande de Antena 3. Sentía la envidia de entrevistadores ilustres que seguramente lo hubieran hecho mejor que yo, pero es que Lucas dijo que sólo concedería esa entrevista. Luego estuve haciendo de anfitrión, de él y de su hija, Amanda Lucas, que rondaría los 11 años. Le caí muy bien, le gustaba la magia. Uno de los días que pasé con ellos se organizó una fiesta en su honor. Recuerdo cómo estábamos los dos detrás de unas puertas. Y antes de que se abrieran, con todo a oscuras, me agarró del hombro y me dijo 'lo estás haciendo muy bien, tranquilízate'. Y me propuso un juego: 'mira, ahora todo el mundo se va a poner muy pesado. Todos querrán hablar conmigo, hacerse fotos. Así que, cuando te mire, tu vienes a por mí y me llevas a otro grupo'. Fue una relación súper bonita.

«Al año siguiente nos invitaron al Rancho Skywalker»

MagoMigue

Al año siguiente nos invitaron al Rancho Skywalker. Verás, es que como me llevé muy bien con su hija, mantuvimos una correspondencia durante un tiempo. Ella quería practicar español, así que me escribía y yo le contestaba. Así fue como fui al rancho de las películas, donde estaba almacenado TODO. Fue muy emocionante.

Con esto culminé mi carrera de presentador. No he entrevistado nunca más a nadie. Pero, oye, el listón quedó bien alto».

Sergio de la Puente

De cómo John Williams 'le llevó' a los Goya

Vídeo. Sergio de la Puente interpreta una melodía de la banda sonora de Star Wars en su estudio de Madrid. IDEAL

Uno de aquellos primeros y esperanzadores días de 1977, en Granada, un niño decidió qué sería de mayor. Y lo hizo al salir del cine, todavía impresionado por el duelo entre Obi-Wan Kenobi y Darth Vader. «Me llevaron mis padres y yo no llegaba a los tres años. Aquello era el comienzo de algo maravilloso. Algo que musicalmente siempre estaría ligado a mí». Habla Sergio de la Puente, compositor de bandas sonoras de cine, recientemente nominado al Goya por su 'Nana de las dos lunas'. «Mi padre ponía el vinilo de John Williams en casa, me encantaba. Esa melodía -dice mientras pasea sus dedos por el piano-, cada vez que la oía, me encendía. Quería seguir esa senda». Para De la Puente, Williams es el compositor «más grande de la historia del cine», un músico a la altura de Beethoven o Bach. «Lo que nos ha aportado su música es innegable», insiste.

«Me llevaron mis padres y yo no llegaba a los tres años. Aquello era el comienzo de algo maravilloso»

Sergio de la puente

«Me conozco la banda sonora de cabo a rabo. Williams la trató como si fuera una ópera. Es una obra sinfónica a la altura del Anillo de los Nibelungos; cada personaje tiene su propio tema. Le tengo una gratitud plena, Star Wars me sigue haciendo soñar. La veo, la reveo y no deja de asombrarme».

Cristina Trenzado Romero

La profesora de la UGR que explica «lo de la carbonita»

Vídeo. La profesora Cristina Trenzado Romero, en una de sus aulas, con la proyección que usa de Han Solo en carbonita.

Esa capacidad de asombro es la que motivó a Cristina Trenzado Romero, profesora titular del departamento de Biología Celular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada (UGR), ha reinventar sus clases. «Tengo recuerdo de muy chiquitilla -dice Cristina, sentada en su despacho-, a mis hermanos les encantaba el cine y veíamos las películas una y otra vez. También recuerdo perfectamente ir a ver 'El Imperio Contraataca', siendo muy chica, con mi padre, al Palacio del Cine, en Plaza de Gracia».

El lado oscuro, para Cristina, es el aburrimiento. «Tengo que ir contra alumnos desmotivados. Por eso busco recursos que hagan las clases más cercanas, con lenguaje un lenguaje 'pop', popular». Así, un día, preparando una clase sobre técnicas para estudiar la membrana de las células, pensó que el proceso era «muy similar al de la carbonita». La carbonita, ya saben, al final del 'Imperio Contraataca', cuando Leia le dice a Han Solo que le quiere y Han responde «lo sé». «La imagen que queda de Han Solo congelado se parece a uno de los conceptos que estudiamos: la criofractura».

«Tengo que ir contra alumnos desmotivados»

Cristina Trenzado Romero

Pero no es la única referencia a 'Star Wars' en sus clases. Hay más. Muchas más. Su amor por la saga es tan evidente que su despacho está repleto de los detalles que compañeros y antiguos alumnos le regalan: libretas, tazas, figuras, dibujos, estuches, lapiceros...

Antonio Jiménez

El coleccionista que atesora miles de juguetes

Vídeo. Antonio Jiménez muestra algunas de sus piezas de coleccionismo en el Supermercado del Juguete, del que es copropietario. PEPE MARÍN

Pero si vamos a hablar de coleccionar Star Wars, en Granada hay auténticos campeones: coleccionistas con los niveles de midiclorianos disparados. Antonio Jiménez lo tenía fácil. Al menos para empezar, claro, que para eso es el copropietario del Supermercado del Juguete (Calle Gracia). «Empecé el periplo del coleccionismo a mediados de los 80, en un viaje con mi padre a la empresa General Mills, actualmente Hasbro (la marca oficial de los juguetes de Star Wars)». En aquel momento, la fábrica, ubicada en Cataluña, estaba cerrando, por lo que hicieron una «liquidación importante» de productos, sobre todo de Star Wars. «Cuando nos vimos con más de cuatro mil figuras en nuestros almacenes -ríe-, un buen día decidí empezar a quedarme con uno de cada... y así empezó mi coleccionismo».

«Tengo unas cinco mil piezas. En el futuro me gustaría exponerlas»

Antonio Jiménez

Antonio tiene unas cinco mil piezas. Algunas se pueden encontrar en páginas de compra/venta a precios exorbitados. «Una de las que tengo, Jack Face, vale más de 1.500 euros», comenta conforme muestra el contenido de algunas cajas que ha preparado para la ocasión. Las figuras están en perfecto estado, impolutas y con el plástico intacto. «Fíjate en esta, qué curiosa: Luke 'Caminacielos', en vez de 'Skywalker'... las primeras traducciones -levanta los hombros-».

«Mi colección la valoro como una cosa personal mía. No voy buscando por ahí qué vale cada producto. Le tengo un cariño especial y no estoy dispuesto ni a venderla ni a cambiarla». Y termina: «En el futuro me gustaría exponerlo».

Francis Porcel (y Pollo)

El granadino que dibujó con 10 años la continuación de las películas

Vídeo. Francis Porcel, acompañado por Pollo, se esconde tras una máscara de Darth Vader, en su estudio de Quéntar. PEPE MARÍN

En el pasado no sabía que un día terminaría exponiéndolo en un periódico, pero mira, aquí está Francis Porcel. El autor de los aclamados 'El Folies Bergère', 'Bufón' y 'Caballero Brayard' (todos de Editorial Norma), entre otros, empezó a hacer cómics para vencer a los títulos de crédito. «A dibujar no me inspiraron ni Miguel Ángel ni Rafael ni Donatello. Me inspiraron las películas de Star Wars», afirma en su estudio, ubicado en el municipio granadino de Quéntar. «En los 80 podías ir de vez en cuando al videoclub, pero era difícil acceder a las películas, no como ahora. La manera que yo tenía de acceder era dibujando sus historias. Me inventaba historias simplonas, de buenas y malas, de atacar estaciones secretas... Vaya, lo que hacen ahora», bromea Porcel.

«En los 80 podías ir de vez en cuando al videoclub, pero era difícil acceder a las películas»

francis porcel

Tras su mesa de dibujo, en una suerte de cofre de los Goonies, el granadino atesora un álbum de páginas plastificadas: los tebeos que empezó a dibujar con diez años. Tebeos, por cierto, que ya apuntaban maneras. «Un amigo de mi padre -dice mientras pasa las hojas- me explicó que estas cosas tenían derechos de autor -señala un androide y una nave-, así que yo les cambiaba algunas cosas y me inventaba otras razas para que no me crujieran con los derechos de autor -ríe-».

Para Porcel esto, dibujar Star Wars, era un juego, «un caramelo», «un regalo». «Me lo pasaba pipa, para mí no era un sacrificio, así que claro que me influyó. Prefería estar haciendo eso a cualquier otra cosa. Star Wars me trajo aquí».

El final: De la 501 al 22Q11

La última misión

Vídeo. La tropa, preparada para entrar en el Teatro CajaGranada. PEPE MARÍN

La última misión de la Legión 501 en Granada fue el pasado sábado 14 de diciembre, en el Teatro CajaGranada. Una tropa acudió para arropar un concierto solidario en el que participaban tres orquestas de la provincia: Huétor Vega, Chauchina y Montefrío -que estuvieron fantásticos-. La cita, un monográfico dedicado a la música de Star Wars, vendió todas las entradas. Todas. El dinero recaudado va destinado a la Asociación 22Q Andalucía, con sede en Granada. Ana Monge, tesorera de la asociación y mamá de Angelita, una niña con el síndrome 22Q11 (una enfermedad rara que supone hasta 180 posibles manifestaciones físicas y psíquicas distintas), explicó que la recaudación se usará para organizar un «campamento inclusivo y de respiro familiar».

Epílogo

El poder de cambiar Granada

En la Carrera de la Virgen, Darth Vader se acerca a un niño pequeño y le hace llorar. El zagal está muy impresionado. Al momento, como si la sonrisa traspasara el casco, Vader abre lentamente su mano, despliega los dedos como si fuera parte de una coreografía y acaricia su barbilla en un momento de magia eterna. El niño, a cambio, le devuelve la sonrisa. Sí. Star Wars tiene el poder de cambiar el mundo. De cambiar Granada. Todos los días lo hace.

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