La cultura, motor de desarrollo en Granada
La provincia supera ya las 3.700 empresas que venden productos culturales, pero el 80% no tienen asalariados
A pesar de los malos resultados que arrojó Granada en el último Observatorio de la Cultura, donde la capital salía en el puesto 17 de España en cuanto a innovación y calidad de la oferta –básicamente por parte de las administraciones, que gestionan casi el cien por cien de los espacios escénicos o potencialmente escénicos–, el magma cultural de Granada se encuentra ahora en plena ebullición tras los años de parón que conllevó la crisis. A la vista de los últimos datos, el sector, formado por 3.747 empresas, empieza a moverse en unos parámetros de mercado que, no sin grandes dificultades, están propiciando la viabilidad de un tejido productivo que está dando empleo ya a 6.062 granadinos. De la mezcla de ambas variables, la dimensión del tejido empresarial y el número de puestos de trabajo, podemos extraer, a modo de titular de trazo grueso, una gran conclusión: estamos hablando, en líneas generales, de pequeños negocios. Aunque conviene realizar también una importante acotación. Se hacen eventualmente grandes cuando se lanzan al mercado con producciones que requieren refuerzos de plantilla tanto en puestos técnicos como artísticos.
La estadística más reciente y más fiable para radiografiar cómo evoluciona la actividad cultural desde una perspectiva más economicista es el informe titulado 'Tejido empresarial de la cultura en Andalucía', que elabora la Consejería de Cultura y que divulga cada año el Instituto de Estadística de Andalucía. Este estudio es relevante por dos motivos. El primero y principal, por su rigor científico ya que las cifras se extraen, a su vez, de bases de datos oficiales. Y segundo, que se elabora con detalle provincial, lo que permite tener una fotografía fija, pero al mismo se pueden establecer comparaciones –siempre dentro de la comunidad andaluza–. También hay dos aspectos que pueden distorsionar un poco la realidad respecto al momento actual. El primero es que, lógicamente, no contempla el factor economía sumergida –entidades como Gestha apuntan a un 23% del PIB en Granada–. Y segundo, que tiene una periodicidad anual y que lo más reciente está fechado en mayo del año pasado con variables de 2016. En cualquier caso, más allá de matices, es la gran fuente de referencia.
Quinientas empresas más
La cuestión es que si cotejamos los dos últimos ejercicios publicados, Granada ha ganado casi 500 empresas que tienen como objeto principal el desarrollo de productos culturales destinados al mercado –dentro y fuera de Granada, dentro y fuera de Andalucía y dentro y fuera de España–. Si echamos la vista atrás y computamos los últimos cuatro años, apreciamos una tendencia más que favorable en el censo empresarial, pasando de 3.067 a 3.747. Esto significaría, extrapolando este avance al momento actual, que casi con toda seguridad ya se habrá superado la barrera psicológica de las cuatro mil empresas. Detrás de esta coyuntura, mucho más favorable y totalmente inversa a la que se produjo entre 2011 y 2013, cuando se perdieron casi setecientas empresas en Granada, está la recuperación. Pero sobre todo lo que está detrás es que las familias destinan más dinero al capítulo de 'ocio, espectáculos y cultura'. ¿Cuánto? Si nos atenemos a la Encuesta de Presupuestos Familiares de Andalucía, los hogares han aumentado su gasto en 165 euros en los últimos cuatro años, pasando de 1.298 a 1.463 euros. Estamos hablando de una subida del 13% en términos relativos. Sirva como referencia que las empresas que se dedican a la cultura en Granada representan el 5,6% de todo el censo empresarial.
El 71% de las empresas granadinas del sector cultural son personas físicas
Fijémonos en nuestro entorno más inmediato, Andalucía, para calibrar ese 'magma cultural' referido unas líneas más arriba. Si establecemos una relación entre cantidad de empresas y habitantes, podemos concluir que, en efecto, Granada sobresale dentro de Andalucía y en determinados segmentos, como el infantil y familiar, incluso en el conjunto de España. En Granada hay una empresa cultural por cada 244 ciudadanos. Tan sólo Sevilla se sitúa por delante, con una ratio de una por cada 241. Detrás de Granada aparecen Málaga (251), Córdoba (282), Almería (362), Cádiz (368), Jaén (385) y Huelva (405).
Respecto al tamaño de las empresas culturales, resulta extraordinariamente significativo que de las 3.747 radicadas en Granada, el 79% de ellas, 2.585 en términos absolutos, no tienen ningún asalariado, mientras que el 18% (674) tienen entre uno y dos, el 9% (337) se mueven en la horquilla que oscila entre dos y cinco y tan sólo un 4% (150) tienen más de cinco. Todas ellas mantienen, de forma global, un total de 6.062 empleados, un número que ha crecido de forma considerable, en más de mil personas, respecto al año anterior (5.050). La proyección hasta los tiempos presentes nos coloca ya, muy posiblemente, por encima de los siete mil.
El gasto en ocio de las familias ha aumentado un trece por ciento en los cuatro últimos años
La forma jurídica de estas empresas también resulta muy relevante. De las 3.747, el 71% (2.660) son personas físicas. Fundamentalmente autónomos y 'freelance' que lo hacen prácticamente todo y que refuerzan sus planteles –no siempre– cuando van a lanzar algún proyecto. La contratación tiene un acentuado carácter temporal. Un 26% (974) son sociedades limitadas, mientras que un 3% aparecen en los registros en la categoría de otros –fundamentalmente anónimas, laborales y cooperativas–.
Seis ámbitos
También resulta muy interesante examinar en qué campos-mercados trabajan. En 'Tejido empresarial de la cultura en Andalucía' se distinguen seis grandes ámbitos. El más destacado, desde un punto de vista cuantitativo –también podría ser cualitativo a tenor de los múltiples reconocimientos nacionales e internacionales–, es la arquitectura (37% de 3.747) que se incluye en las estadísticas culturales por su vertiente creativa. Después vienen 'libros y prensa' (26,4%), 'artes visuales' (14,8%), 'publicidad' (7,5%), 'artes escénicas' (5,7%), 'audiovisual y multimedia' (4,7%), 'artesanía' (2,9%), 'educación cultural' (0,6%) y 'patrimonio cultural, archivos y bibliotecas' (0,4%).
Compañías de diversos ámbitos culturales miran hacia países como China para ampliar mercados
Cifras y más cifras que evidencian que Granada, más allá de la autocomplacencia y de esa asimilación casi automática con la cultura –vinculada muchas veces al conjunto monumental de la Alhambra, la figura universal de Federico García Lorca o la universidad cinco veces centenaria–, está arriba y entiende el sector cultural como un motor de cambio.
Uno de los grandes propulsores culturales de Granada es Raúl Comba, gerente de Teatro de la Zambra, más de veinticinco años promoviendo acciones y creando espectáculos. Resume la coyuntura actual en torno al flamenco rescatando unas recientes palabras del bailaor Israel Galván: «Si no fuera por el trabajo que nos dan en el extranjero, los flamencos pereceríamos». Ahí está, por ejemplo, el gran éxito de la Bienal de Flamenco de los Países Bajos, donde han participado el cantaor Kiki Morente y el guitarrista David Carmona, los dos de Granada. Comba considera que mirar al exterior, fuera de España, se ha convertido en algo vital «por la falta de políticas de generación de nuevos públicos». En estos momentos, los dos únicos eventos flamencos con vocación de llegar a un gran número de espectadores dentro de España son la Bienal de Sevilla y el Festival de Jerez. «El resto son muy minoritarios, incluso en Andalucía», agrega.
A juicio de Raúl Comba, el flamenco, al igual que otras manifestaciones artísticas, sufrió de lleno el impacto de la crisis «por existir una dependencia estructural de las ayudas por parte de la administración», unos recortes que coincidieron con un escenario de aumento de los costes que no se compensaba con las taquillas. «A todo ello hay que añadir el uso propagandístico que se hizo de las programaciones desde de las instituciones», afirma. Comba lamenta que haya muchos teatros cerrados «bien porque no tienen dinero ni para pagar el recibo de la luz bien por el sentido patrimonial de los ayuntamientos respecto a la apertura de estos equipamientos culturales a quienes vienen de fuera».
Raúl Comba recalca la importancia que los turistas siempre han tenido para el flamenco. «Está unido a ellos desde los orígenes; no hubiera alcanzado nunca este grado de desarrollo», dice Comba, además de ser un elemento identitario de España y Andalucía con una música y un baile de calidad. El caso de las zambras de Granada es paradigmático. «Es el primer producto sofisticado que se ofrece al visitante, además de imbricarse en una industria que alimenta, por ejemplo, las pernoctaciones en Granada y que ha sido el sostén de oficios periféricos como guías, fotógrafos o fabricantes y vendedores de recuerdos». También ha sido durante muchos años el principal pilar socioeconómico de un barrio conocido internacionalmente como el Sacromonte.
A pesar del escaso tamaño de las empresas, la cultura da trabajo a más de 6.000 personas en Granada
El caso de Raúl Comba es arquetípico respecto a las características que tienen las empresas culturales en Granada. Se trata de una microempresa que refuerza sus planteles en función de las necesidades que plantean sus producciones. Muchas de ellas exitosas. No en vano está en poder de un Giraldillo de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Entre sus espectáculos más reconocidos, 'Rinconete y Cortadillo', un ballet flamenco en clave de folklore inspirado en las 'Novelas ejemplares' de Miguel de Cervantes. Comba también estuvo detrás durante una década de las 'Trasnoches flamencas' del Festival Internacional de Música y Danza y durante veinte años de los 'Veranos del Corral'.
Respecto a las expectativas a corto y medio plazo, Raúl Comba comenta que el centenario del Concurso de Cante Jondo, organizado en 1922 por Manuel de Falla y Federico García Lorca, abre un abanico de posibilidades mediante la estructuración de un acontecimiento de gran formato «que dé cauce al fantástico momento artístico y creativo que está viviendo el flamenco en Granada». Primero, por lo que supone de puesta en valor. Y segundo, porque se puede convertir en un reclamo de turismo cultural al igual que ya sucede en Sevilla o Jerez.
Especialización, factor clave en un mercado competitivo
granada Da.Te Danza es otra de las empresas culturales de largo recorrido de Granada. Su gerente Laura Campoy explica que una de las claves para entender su trayectoria es la especialización en un nicho de mercado como es la danza más el teatro orientada a un público infantil y familiar. En ello llevan más de veinte años. Dos décadas en las que se han convertido en un referente. Ha habido años en los que han sumado trescientas funciones. «Trabajamos con recursos pedagógicos y con profesionales especializados desde los comienzos, lo que nos permite tener un sello propio que nos está abriendo muchas puertas», explica Campoy. A todo ello se une, bajo su punto de vista, un escenario más propicio en general para las artes escénicas porque hay algo más de presupuesto y porque también se está programando más para las familias.
Da.Te Danza cuenta con un personal estable en las oficinas, al que se suman la responsable de comunicación y el jefe técnico que va de gira con los artistas. El elenco cambia en función de las producciones y las características de cada obra –Da.Te Danza suma veintitrés–. Campoy lamenta que la compañía no haya sido profeta en su tierra, Granada, más allá de la experiencia positiva en el Teatro Alhambra, con una oferta específica que se adaptaba a Da.Te, y la participación en circuitos como el Abecedaria. «Granada no apuesta por los suyos», comenta.
Da.Te Danza, que este verano estará en China, forma parte de la Asociación EnCompañía, donde se integran el Mago Migue, La Viebel, Histrión,Remiendo, La Sal y Titiritrán para trabajar en la provincia. Todos ellos están detrás del Festival TIF dirigido a familias y centros educativos se celebrará en la primavera de 2019.
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