La transformación histórica del Camino Viejo a Roquetas del siglo XVIII, a debate

La conferencia tendrá lugar el 28 de mayo, a cargo de Rodolfo Caparrós Lorenzo, geógrafo y urbanista, en el Centro Cultural Fundación Unicaja

M. P. M.

Almería

Jueves, 22 de mayo 2025, 13:25

El Centro Cultural Fundación Unicaja celebrará la conferencia 'Transformación histórica del Camino Viejo a Roquetas del siglo XVIII', el 28 de mayo, a cargo de ... Rodolfo Caparrós Lorenzo, geógrafo y urbanista, así como miembro del Instituto de Estudios Almerienses. Y es que, pese a su relevante valor patrimonial, tanto el Camino Viejo a Roquetas del siglo XVIII como el Puente en la Rambla del Torrejón de Almería, hoy conocido como Puente de Bayyana, incluido en su trayecto, no figuran a día de hoy en el catálogo de Bienes Inmuebles Protegidos por el planeamiento general de los municipios de Almería, Enix y Roquetas.

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Estos no tienen declaración autonómica como Bien de Interés Cultural y no están inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, tan solo está inventariado dicho puente en el Repositorio de Activos Digitales del Instituto Andalauz del Patrimonio Histórico.

Los expertos han alertado sobre esta desprotección ante evidentes riesgos y amenazas, y se están publicando estimables artículos sobre el tema: empezando por los más antiguos del Padre Tapia; Inventario Histórico de los Puentes de Andalucía: Almería (1988, Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Universidad Politécnica de Madrid); los de Jesús Escámez; Juan Alberto Cano; José Campoy; y los recientes ensayos de Lorenzo Cara ('Caminos que nunca llegan', Revista FARUA, 2024); Rodolfo Caparrós y los Investigadores del Grupo Abdera de la UAL Enrique Aragón Núñez, María Juana López Medina y especialmente Patricia Ana Argüelles ('La ciudad de Almería y sus caminos históricos', UAL, 2024) y 'Almería, Nexus of the Connectivity between the Baetica and the Tarraconense Provinces. The Case of the Historical Bridge of Bayyana on the Roman Road from Urci to Turaniana mansiones' (Brill Schöningh, 2025).

Posible relación con el Itinerario Antonino

Las vías romanas ayudan a entender mejor el paisaje, poblamiento, sociedad y economía del territorio. Lo que hoy es Almería fue conquistado por el Imperio Romano durante la segunda Guerra Púnica, que comenzó en el año 209 a.C. Con base en el índice de romanidad de un camino, utilizando metodologías no invasivas, la doctora Argüelles trabaja con la hipótesis de que la antigua calzada romana del Itinerarium Provinciarum Antonini Augusti , Item Castulo Malacam, conocido como Itinerario Antonino, que unía Urci, pasando por Portus Magnus, con Turaniana, tuviera su trazado más o menos coincidente con este posterior tramo costero del Camino Viejo del siglo XVIII de los acantilados de la Sierra de Gádor, aunque hoy no haya grandes pruebas en su construcción romana, ni ha aparecido miliario, documento, prospección o intervención arqueológica que lo confirme plenamente. Tan solo, cierta inuición atendiendo a distancias y algunos fragmentos cerámicos romanos que han sido hallados en el entorno. Incluso, pudiera tener un origen primitivo con la Vía Heraklea Gades a Carthago Nova.

Por la compleja orografía de la Sierra, es de lógica que por sus desniveles y ancho no siempre de 2,5 mts apto para carros, fuera una vía secundaria y que las cargas pesadas se transportaran más rápido por mar, desde Portus Magnus hasta el fondeadero de Turaniana.

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El Itinerario Antonino (s. III d.C.) recopila XXXIV calzadas existentes en la Hispania romana con distancias en milia passuum o mil pasos romanos que equivalían aprox. a 1.480 mts. entre sus mansiones (o ventas para pasar la noche o avituallarse). El Itinerario sitúa en el trayecto de la vía Augusta que conectaba Castulo (hoy Linares) a Malaca (Málaga), una calzada romana que unía Acci (Guadix) con Alba (Abla) y continuaba hasta la Civitas de Urci (El Chuche, Benahadux), dirigiéndose al litoral, Vicus de Portus Magnus (Almería), costeando hasta el Vicus de Turaniana (Aguadulce) hasta llegar a Murgi (Cíavieja, El Ejido), desde donde proseguía a Abdera (Adra) Saxetanum (Almuñécar) y otros asentamientos malacitanos, conectando las Provincias romanas Baetica y Tarraconensis. Fijándose, por tanto, una distancia entre Urci y Turaniana (situada en el palmeral de Aguadulce en la costa, Ribera del Algaida) de 16 millas romanas: aproximadamente los 24 kms que separan los Yacimientos en la actualidad.

Igualmente, en la obra 'Descripción de España', Abu-Abd-Alla-Mohamed-Al- Idrisi (s. XII) menciona que se podía ir de Almería a Málaga por tierra en 7 jornadas«. Los 24 kms coincidirían con las 12 millas árabes de Almería a Aguadulce (la milla árabe tiene entre 1,8 y 2,0 kms) que alude este autor.

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Camino Viejo a Roquetas del siglo XVIII

El conocido como Camino Viejo a Roquetas del siglo XVIII o más antiguamente de Poniente (o 'de la Baja Mar') o El Cañarete, concretamente el tramo que arranca hoy en día del Barranco Greppi en Pescadería y Calle Camino Viejo (por la Puerta del Socorro en la Almería medieval amurallada tras travesar la Vía Real de Pechina) y acaba por los altos del acantilado de la Sierra de Gádor hasta la cantera de donde se extrajeron los bloques de la escollera del Puerto Deportivo de Aguadulce en barranco del Cañarete es un antiguo camino terrero de unos 2,5 metros de ancho, en parte de herradura y en parte carretero, con tramos llanos y rectilíneos. Comunicaba la capital con la Baja Alpujarra, Campo de Dalías y los pueblos de Poniente, en paralelo al Mediterráneao, hasta que hacia 1864 el Ingeniero Juan Ravina Eymar proyectó la nueva Carretera de Segundo Orden de Málaga Almería. A partir de entonces , al antiguo camino ya en desuso se le empezó a denominar 'Camino Viejo', para diferenciarlo del reciente más moderno, ancho y sin pendientes, en cota inferior, habilitado para que se cruzaran dos vehículos holgadamente.

Según refiere el investigador que ha tratado esta caminería, Lorenzo Cara, la construcción del Camino Viejo comenzó hacia 1739, por orden del Marqués de Iniza, Francisco Rodríguez-Chacón y Arévalo. Con el Real Decreto expedido por Carlos III en 1761 para hacer caminos rectos y sólidos en España, que facilitaren el comercio de unas Provincias a otras, dando principio por los de Andalucía... se ha dado pistoletazo de salida a la moderna nueva red de caminos en el Reino de Granada, heredera de los romanos y medievales, buscando la conectividad y cohesión entre territorios, superar el aislamiento de Almería por la difícil topografía y las sinergias económicas.

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Está mencionado en el Libro de Apeo y Repartimiento de la Taha de Felix (1573) transcrito por los Cara y registrado el Camino en estudio en el mapa de Tomás López del Reino de Granada (1795), Mapa de Almería de Coello de 1855, plano de Almería de Pérez de Rozas de 1864 y en el Mapa Itinerario Militar de España (1865). Fue descrito en parte por Simón de Rojas Clemente Rubio en su obra Viaje a Andalucía. Historia Natural del Reino de Granada (1804-1809), llamándole la atención los restos de fósiles en sus piedras, como nos ilustra Juan Miguel Galdeano en la Revista Farua, 2024 . En el Barranco del Cañarete la pendiente era casi del 19% y más adelante se cruzaba con la vereda de Enix hacia la playa.

Rodolfo Caparrós ha encontrado que el Anuario Militar de 1820 describe el «camino militar de 2ª clase de la ciudad de Almería a la de Motril». La primera etapa va de la ciudad de Almería a Roquetas, para la que se estima un tiempo de recorrido de seis horas y cuarto. En la columna «Naturaleza del Camino», indica «las primeras cuatro horas son de camino carretero de subidas y bajadas. Los tres cuartos de hora siguientes, de herradura molesto, cuesta abajo la mayor parte, hasta el sitio de Aguas Dulces, y lo restante (hora y media, se deduce) llano». Las pendientes y barrancos limitaban el uso de carretas por lo que se recurría a los animales de carga y en epoca de lluvias a veces era intransitable.

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Aparece citado como 'Provincial' el Camino Viejo en la Memoria de los Caminos Vecinales de la Provincia de Almería, editado por Diputación en 1862: «es un camino de herradura formado a último del siglo pasado, de gran costo por ir faldeando la vertiente meridional de la Sierra de Enix, ramal considerable de la de Gádor, con grandes muros de mampostería común y varias tageas y alcantarillas. En su ejecución no partieron de estudio alguno y de aquí sus continuas pendientes de un 12 por 100, sus muchas líneas de zig zag incómodas y peligrosas y su paso célebre llamado el Cañarete. Esta via tiene solo unos 17 kilómetros y conduce al sitio llamado de Aguadulce, no llegando la jurisdicción de la capital más que al sitio llamado de la Garrofa, distante 6 kilómetros».

El trazado íntegro del Camino Viejo se contempla perfectamente comparando el Plano de Juan Ravina Eymar, 1864, planos Carretera Cañarete de 1868 del ICCP Rafael Levenfeld y planos catastrales de 1930 y anteriores de 1897, mandados formar por la Ley de 24 de agosto de 1896.

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Los tracks del Camino Viejo serían conforme al perfil longitudinal trazado del siglo XIX: el Puerto de Almería, el Barranco del Castillo, Barranco de la Venta, Barranco de las Adelfas, Barranco de la Cala de los Ahogados, Rambla de la Garrofa, Barranco del Lagarto, Barranco de la Cueva del Cura, Barranco del Salto, Barranco del Palmer, Barranco de la Maroma, Barranco del Paladín, Barranco del Cañarete, Fuente de Aguadulce, Barranco de la Zorra, Rambla Honda y Hortichuelas. El Camino Viejo a Poniente al llegar a Roquetas costeando (por lo que hoy sería la Cañada Real de la Costa) se dirigía por el Camino Viejo de Dalías a lo que hoy es El Ejido y de aquí a Adra por la Cuesta de los Alacranes.

Ese Camino Viejo está actualmente interrumpido y mutilado en varios puntos y secciones y parcialmente destruido, o con tramos fosilizados o transformado por acción de la Cantera de Poniente y del Puerto Deportivo, los túneles y trazado de la N-340 y la Autovía A-7, canalizaciones y asfaltado para vías de acceso de las Urbanizaciones Castell del Rey, La Garrofa y Espejo del Mar.

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Restos de fundiciones y baterías de la Guerra Civil

Encontramos en el primer trozo del Camino Viejo y entorno interesantes y valiosos restos patrimoniales de chimeneas y galerías de condensación de fundiciones de plomo, extraído de la Sierra de Gadór; restos de casas-cuevas magistralmente fotografiadas por Pérez Siquier; la torre del fielato, para el cobro de los arbitrios y tasas municipales sobre el tráfico de mercancías; la cantera de Poniente que suministró piedras para el dique de Poniente del Puerto con su trichera para cable áereo y montacargas, que mediante Decreto 224/2018, de 11 de diciembre se inscribió en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Biende Interés Cultural, con la tipología de monumento: las Canteras Monumentales de Almería; la cantera del Alemán junto a Castell del Rey; aljibes y restos de ventas Ramírez, del Palmer y la Garrofa, galería de agua y un ramal que conducía a los que en la actualidad es el Restaurante de la Gruta; Torre vigía de la Garrofa, del s. XVI...

Fracasada de sublevación el 21/07/1936, los militares insurrectos del Batallón de Ametralladoras a los que se unieron algunos Falangistas serían apresados o ejecutados, permaneciendo Almería leal a la república durante toda la Guerra. Para perjudicar el abastecimiento republicano, el crucero nacional Canarias bombardeó el 08/11/1936 los depósitos de combustible del Puerto en ausencia de defensa artillera. La caída de Málaga en febrero de 1937, ametrallamientos en la «desbandá» y la intención de contener el avance nacional hacia la base naval de Cartagena, precipitaron la construcción en Almería de un sistema defensivo con baterías de tierra (en Las Hortichuelas) y antiaéreas (Bayyana, Catedral, Alcazaba, mina de azufre de Benahadux...), defensa antisubmarina en el Andarax, refugios contra aeronaves, trincheras, casamatas de ametralladoras, aeródromos y puestos de observación en el litoral. Para la defensa antiaérea se utilizaron en Almería ametralladoras antiaéreas de 47 mm y 7,7 mm, de marca Vickers y Hotchkiss, y cañones antiaéreos de 76,2 mm Vickers.

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Hay vestigios de 4 pequeños asentamientos de proyectores y barbetas de baterías antiaéreas (dos de 3,40 metros y otra de 2,80 metros) junto al Camino Viejo de Almería, zona de Canteras de Poniente cerca del fielato, para proteger de ataques de bombarderos el Puerto, la ciudad y la batería de Punta de la Mona.

La Comandancia de Artillería inició la fortificación de la Plaza con el emplazamiento en roca excavada de la batería de costa de Punta de la Mona a 2 kms de Almería junto al Camino Viejo, con 3 piezas de artillería reutilizadas de la marina: una Vickers de 120 mm y otras dos anticuadas de 101,6 mm, protegidas por una antiaérea de 76,2 mm. Aún son visibles sus restos. cerca de la Urbanizacion de Castell del Rey. Se estrenó disparando sin éxito por insuficiente alcance contra la escuadra alemana, formada por el acorazado Admiral Scheer y 4 torpederos, que bombardearon Almería el 31/05/1937 causando unos 31 muertos, como represalia por el ataque dias antes de Tupolevs SB-2 al acorazado Deutschland en el antepuerto de Ibiza, al «confundirlo» con el Canarias, falleciendo 24 marinos alemanes.

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Fue inaplazable así el emplazamiento por la Comandancia Militar Exenta de Almería bajo dirección del TCOL de Ingenieros Tenllado Gallego, de una potente batería de costa con 2 secciones: una en posición defensiva en Punta de la Testa (junto la carretera al faro de Cabo de Gata) compuesta de 2 piezas de artillería Vickers de 15,24 cm, situadas a unos 250 mts una de la otra, modelo 1923, que hacían fuego cruzado con otra batería de costa gemela emplazada en Roquetas de Mar dotada también con 2 Vickers idénticas situadas entre sí a 40 mts y a 300 mts de la costa. Cada sección alcanzaba 21 kms y disparaban proyectiles de 45,36 kgs, con una cadencia de 4 disparos/ minuto, de modo que todo barco que se internaba en la Bahía podía ya ser batido por alguno de los 4 cañones.

Pontones y puentes del Camino Viejo

En el tramo comprendido entre Barranco Greppi y el Barranco el Cañarete del Camino Viejo se localizan: el monumental Puente de Bayyana, tres arranques de puentes hoy arruinados (bien por fuerza del aluvión y de las aguas o mejor, por obra humana para ensanchar la vía y radio de las curvas de acceso a las urbanizaciones) y otros 4 pontones de fábrica de mampostería de menor dimensión, algunos cubiertos por relleno y asfalto. Entre ellos destacan el Puente de la Garrofa en el municipio de Almería y el Puente del Palmer en Enix. Estos dos últimos pontones tiene en común que son tipo bóveda de cañón de mampostería, un solo vano, con tímpanos y estribos de mampostería de caliza y dolomías; imposta para arranque del arco y largo muro de acceso.

Sobresale entre los puentes del Camino Viejo el que salva la Rambla del Torrejón, conocida después como de San Telmo por la próxima batería (actualmente faro), hoy Puente de Bayyana, construido en 1797 con piedra de cantería y mapostería bajo la dirección del Arquitecto Juan Antonio Munar y supervisado por Juan Bautista Almagro y Valera (Comisionado de Caminos en Almería y responsable de fondos de caminos y Alcalde Honorario de la Real Chancillería de Granada), según excelente plano que se conserva en la Real Biblioteca de Madrid hallado recientemente por el Historiador Lorenzo Cara Barrionuevo. También fue clave el Gobernador Militar de Almería Bartolomé Amphoux financiando con fondos locales.

El Arquitecto Juan Antonio Munar, discípulo de Ventura Rodríguez, fue enviado por su Maestro a Almería en 1777 para que concluyera el Hospital de Santa María Magdalena y otras obras en el obispado como el Claustro de la Catedral y Cementerios de Vícar y Roquetas. Intervino en el templo de San Sebastián, Iglesia de Gádor, de Olula del Río -acusado de construcción defectuosa le costó la cárcel-, Iglesia del Convento de San Francisco y de Pulpí. Vivió en Almería hasta su fallecimiento en 1805.

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Es citado el Puente del Torrejón así por el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Provincial de Ultramar, por Pascual Madoz, 1845-1850: «para pasar una rambla que en los fuertes aguaceros se hace bastante copiosa, se construyó en 1776, 1/2 leg. al O. de la c. , camino para Roquetas, un puente de piedra de sillería, de un arco, con 5 varas de luz en la parte inferior, y hasta 6 en la superior, de 33 1/2 varas de elevación, 112 de long y 5 1/3 de lat: su estado en bueno».

Según el libro de 1849, 'Memorial de las vicisitudes de Almería y pueblos de su río con relación a su estado agrícola desde la reconquista en 1490 hasta la presente época' escrito por Mariano José de Toro, Vocal de la Junta Provincial de Agricultura, el Puente fue fabricado en 1796: «Un puente al O.E, Camino de Roquetas, media legua de la Ciudad, fabricado en 1796; su elevación es de 33 varas y media; su longitud de 112, su latitud de 5 y media; la luz de su único ojo, por su parte inferior, de 5 varas aumentando a 6, su material es de cantería» .

El Puente de Bayyana se conoce así actualmente porque el emprendedor Ramón Gómez Vivancos derribó la Venta Nueva Ramírez en la N- 340 junto al Puente y en 1972 instaló allí un complejo formado por gasolinera, taller y restaurante que denominó 'Bayyana', instaurando también unos célebres premios con ese nombre, por lo que se generalizó esta denominación, aunque la antigua Bayyana se encuentra en lo que hoy sería Pechina, una localidad a orillas del río Andarax.

Google Earth fija así la localización del Puente de Bayyana: 36º49´50« N, 2º29¨35» W, coordenadas: 5455; 40763. Referencia catastral: 04900A002900200000QA, Polígono 2 Parcela 90020, Almería. Actualmente está fuera de uso al ser mutilada por los túneles de la Autovía A-7 la sección que bajaba desde la actual Cantera de Poniente declarada BIC, pues ahora se utilizan para el tráfico rodado el Puente de la N-340 de 5 bóvedas (aguas abajo) y el Viaducto de la A-7 (aguas arriba).

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Se encuentra el Puente a unos 150 metros aguas arriba del punto kilométrico 110, 500 de la Carretera Nacional 340, detrás de la Estación de Servicio Bayyana y Restaurante, próximo al faro de San Telmo en el Municipio de Almería e inicio de la ruta senderista PR-A 120 a Enix por el interior.

En cuanto a sus dimensiones de fábrica, decir que es un puente bípedo tipo bóveda de cañón, con solo un vano, de 29,20 mts. de altura sobre rasante del cauce de la rambla y longitud total 102 mts, siendo la anchura de tablero de 4, 80 mts y luz libre de 5,40 mts, con desagües, apartaderos en sus extremos y muros de contención para facilitar que un carro no se cruzara con otro por insuficiente espacio.

La fábrica de la bóveda, dovelas y clave es de sillería, en cuyas juntas se aprecia mortero. Los estribos se realizaron en origen con técnica constructiva de mampostería con rocas calizas y dolomías extraídas de canteras de la zona (hoy Cantera del Alemán en Castell del Rey). Hay talud y escollera en las dos laderas donde se apoyan los tímpanos. No tiene más ornato que una imposta a 19 metros de la parte superior del puente en toda su longitud, que separa en dos cuerpos al puente. En su parte central, encontramos las dovelas, con su clave y bóveda de cañón con aparejo de sillares regulares de caliza ocre/amarilla talladas en cantera de las estribaciones de la Sierra de Gádor algo erosionada por el paso del tiempo y de las aguas pluviales, con boquilla separada de la bóveda.

Tiene el tablero una rasante en dos vertientes con vértice descentrado respecto de la clave del arco, con restos de reciente vertido de cemento y postes de madera de tendido telefónico hoy abandonado. Los estribos ataluzados transversalmente, el pretil con su albardilla de sillería y mampostería con algún desprendiemiento y salta a la vista que se utilizó mortero de cal y canto, argamasado para unir los sillares y relleno en el interior y que los rejuntados no son demasiado regulares ni a hueso. La cimentación es escalonada y con forma de prisma trapezoidal en su base y las primeras hiladas del sillarejo dispuestas a soga, con buena factura en parte se asientan aprovechando un lecho de roca del cauce de la rambla o losa de mortero o cemento para soportar mejor el empuje y donde en su día se apoyaría la cimbra de madera para acabar el arco.

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