Borrar
Christiane Goghl, junto uno de sus caballos en su finca de Los Gallardos. IDEAL

«Pasear a caballos es mi fuente de inspiración»

Este es mi pueblo | Los Gallardos ·

La alemana Christiane Goghl, autora de novelas superventas en Alemania, vive afincada desde hace años en Los Gallardos, donde es feliz rodeadade sus animales

Manuel Pedreira

Granada

Viernes, 20 de agosto 2021, 00:08

Comenta

A nadie le puede extrañar que Christiane Goghl haya elegido vivir lejos de la ciudad y rodeada de naturaleza. Es difícil compaginar el asfalto con una mula, dos burros, tres llamas y 21 caballos con los que comparte su vida (perros aparte). Esa 'familia' pide campo, sosiego y terreno para esparcirse.

Lo que sí empieza a resultar más chocante es que el lugar de residencia de Christiane se ubique a más de dos mil kilómetros de su ciudad natal y que entre ambos puntos medien las fronteras de tres países. Y si a eso le añadimos que la protagonista de esta historia es una escritora de éxito, autora de novelas de las que se venden millones de ejemplares, es resultado roza lo insólito.

Christiane Goghl vive en Los Gallardos, una localidad del levante almeriense, a 80 kilómetros de la capital de la provincia. Llegó como una turista alemana más y el lugar la conquistó. Christiane es también Sarah Lark, Ricarda Jordan y unos cuantos nombres más. Su producción literaria es tan abundante y de temática tan variada que sus editores le recomendaron elegir un nombre distinto para que los potenciales lectores de sus novelas no la identificaran como 'la mujer de los caballos'. Y sus razones tenían.

Sobre equitación ha firmado cientos de obras (también con diferentes seudónimos) pero ha sido como Sarah Lark cuando se ha convertido en superventas, un fenómeno que contempla desde la paz que le proporciona su finca de Los Gallardos. «Unos amigos alemanes que vivían en Vera me invitaron a pasar unos días a caballo por la zona y cuando llegamos a Mojácar quedé completamente enamorada del lugar», recuerda Christiane.

«Es donde quiero estar»

Aquello ocurrió hace veinte años y al principio el plan era pasar solo los inviernos en su nuevo refugio almeriense pero no tardó en tomar una decisión definitiva. «Encontré la finca donde ahora vivo y me dije 'aquí es donde quiero estar'», resume. La escritora alemana ha vivido también en ciudades durante su juventud y, aunque no tiene nada en contra de las grandes urbes, no las echa en falta. La distancia idiomática nunca fue tal. Apenas había estudiado un par de cursillos de español pero con el tiempo, y gracias al contacto con los cuidadores de sus caballos, no tardó en hacerse con un nivel de español más que aceptable.

«No necesito estar en el lugar sobre el que voy a escribir. Por ejemplo, escribo mucho sobre Nueva Zelanda y lo hago desde aquí… y esto es mejor que Nueva Zelanda. Lo importante es estar feliz, y aquí lo soy y puedo escribir», relata con un tono de voz que destila alegría.

Solo una nube le oscurece de vez en cuando el horizonte: sus vecinos alemanes. «Me llevo bien con mis vecinos españoles e ingleses, con la gente del pueblo, con el Ayuntamiento, pero mis vecinos alemanes...», y prefiere dejar la frase en el aire. Christiane suele atender a sus caballos por las mañanas, los monta un rato, pasea... y es ahí cuando pergeña en su cabeza las ideas que después, por la tarde, plasma en sus obras.

«No sé qué pude ocurrir mañana, pero mi idea es quedarme aquí lo que me quede de vida», admite. Ahora en julio ha vuelto unos días a Alemania, adonde no viajaba desde antes de la pandemia.

En estos meses ha perdido a su padre y a su madre, dos momentos tristes que ha vivido con el consuelo de sus animales y del sol del mediterráneo que cada mañana la saluda y le empuja a imaginar historias a lomos de sus caballos, la pasión que gobierna su vida.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal «Pasear a caballos es mi fuente de inspiración»

«Pasear a caballos es mi fuente de inspiración»