Jerónimo Pérez Parra, Roberto García Torrente, Rodrigo Sánchez, Gracia Fernández y José Manuel Ortiz muestran la 'app' PlantEN. IDEAL

Una aplicación móvil especial para hacer control biológico

Junta de Andalucía y Cajamar Caja Rural, a través de sus centros de investigación, diseñan una aplicación móvil para ayudar al sector

JOSÉ ESTEBAN RUIZ

ALMERÍA

Sábado, 12 de mayo 2018, 00:48

Los profesionales de la agricultura ya cuentan con una aplicación tecnológica disponible para móviles que les ayuda a tomar decisiones a la hora de implementar ... el control biológico en sus cultivos hortofrutícolas.

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La presentación de esta novedosa app, cuyo nombre es PlantEN, se llevó a cabo ayer en la sede de la Delegación del Gobierno. En ella participaron el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez; la delegada del Gobierno de la Junta en Almería, Gracia Fernández; el delegado de Agricultura, José Manuel Ortiz; el presidente del Instituto de Investigación y formación Agraria y Pesquera (Ifapa), Jerónimo Pérez Parra; el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente; y las investigadoras que han desarrollado la app, Estefanía Rodríguez (Ifapa La Mojonera) y Mónica González (Estación Experimental de Cajamar). Y es que, esta aplicación móvil está basada en los trabajos de investigación llevados a cabo de manera conjunta por Ifapa y la Estación Experimental de Cajamar.

PlantEN debe servir, a juicio del consejero, para que los agricultores «hagan del control biológico de plagas una forma de producción», una meta con la que la Consejería «ha habilitado un presupuesto de ocho millones de euros en ayudas destinado a la implementación de setos o 'islas de biodiversidad' en el entorno de los invernaderos». Esto, destacó Sánchez, «permite encontrar en la naturaleza y conservar cerca de los cultivos a numerosos aliados (artrópodos, reptiles o aves) que actúan como verdaderas barreras fitosanitarias».

El titular de Agricultura se mostró convencido de que Andalucía posee el potencial necesario para liderar la innovación en el campo de la digitalización y convertirse así en un referente de la agrotecnología en Europa. La comunidad autónoma cuenta con un «gran tejido agroindustrial compuesto por más de 7.000 empresas y cooperativas y suma una industria auxiliar innovadora y especializada que exporta tecnología y que está a la vanguardia en sistemas eficientes de riegos o servicios tecnológicos especializados».

Con la puesta en marcha de la aplicación que Junta de Andalucía y Cajamar presentaron, dijo Roberto García Torrente, «cumplimos el objetivo que nos hemos propuesto en Cajamar: ayudar a la generación de nuevos conocimientos que nos permitan tener un sector agroalimentario más sostenible y competitivo; y transferirlos al público más amplio posible, contando con las nuevas tecnologías y la digitalización como grandes aliados. Seguro que la buena aceptación que va a tener entre los agricultores nos anima a seguir trabajando en esta línea».

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Durante su intervención, el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar Caja Rural, aseguró que «sin lugar a dudas», con fecha de 2007, « el mayor cambio tecnológico que ha experimentado la agricultura de Almería en las dos últimas décadas ha sido el control biológico de plagas». García Torrente expuso como evolucionó desde un principio los trabajaos sobre esta materia, cada vez más demandada fuera de Almería y de la agricultura bajo abrigo. «Estamos recibiendo llamadas desde distintas comunidades autónomas como la Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón, etcétera, interesadas por todo el conocimiento que hemos sido capaces de generar».

Las encargadas de explicar cómo funciona la aplicación móvil fueron las investigadoras Mónica González y Estefanía Rodríguez. Esta aplicación trata de ser una guía práctica para todos aquellos interesados en incrementar la biodiversidad de una manera funcional en sus cultivos, mediante el establecimiento de pequeños setos o islas de biodiversidad conocidos como 'infraestructuras ecológicas'.

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El establecimiento de setos, corredores verdes, islas de vegetación autóctona alrededor de los cultivos, dijo González, «nos va a permitir encontrar en la naturaleza y conservar cerca de nuestros cultivos a numerosos aliados, que sirvan de verdaderas barreras fitosanitarias frenando la libre dispersión de las plagas de un cultivo a otro. No se trata de incrementar la biodiversidad en sí misma, sino de hacerlo de manera que se potencie principalmente la presencia de especies que nos resulten útiles», añadió Mónica González.

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