Viajar es un placer... pero sin la covid

Cuando esta semana Juana recibía en el vacunauto del Estadio de los Juegos Mediterráneos la segunda dosis de Pfizer que, pasados unos días, garantizará su inmunidad casi plena frente a la covid, la pregunta de IDEAL era obligada: «¿Qué es lo que más le apetece hacer y que se podrá permitir una vez vacunada?». No tardó en responder ni dos segundos esta vecina de Almería que «un viajecito». «¿A dónde?», le cuestionaba la periodista que firma esta información. «A Canjáyar... aunque sea», contestó sonriendo al hacer cuentas del recorrido de apenas 51 kilómetros que separan a la capital del pueblo natal de su padre.

Y es que, aunque las ganas de moverse y de viajar son muchas, las condiciones no son las más adecuadas todavía para traspasar, ni siquiera, las fronteras más cercanas a nuestro entorno inmediato. De ahí que, a pesar del anuncio de este martes del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, de abrir la movilidad entre las provincias andaluzas, esa posibilidad no se ha traducido todavía, si bien es cierto que solo han transcurrido unas horas, en viajes programados ni incremento de las reservas en el transporte público.

La imagen que ofrecía ayer la estación intermodal de la capital almeriense -que marida el transporte por carretera con el ferroviario, aunque este último tiene temporalmente su inicio de ruta en Huércal de Almería- era de un auténtico desierto humano. Un silencioso fluir de viajeros se acercaba, a cuentagotas, a los puntos de información y taquillas, más interesados en los trayectos cortos dentro de la provincia de Almería que en los de largo recorrido, allende sus condominios.

Así lo han confirmado desde Renfe y Alsa, la empresa que lidera la conexión de Almería a las provincias andaluzas y algunas más del Levante español. «Es muy pronto todavía», reconoce a este periódico Valeriano Díaz, director de Alsa para la zona mediterránea de la compañía. «Apenas lo acaba de anunciar el presidente de la Junta. La gente que se mueve es la que va a trabajar y el resto se irá enterando poco a poco», valora, además de confirmar no tener ayer «ni un solo billete de reserva vendido». «Nada absolutamente. La gente está un poco parada», remarca. En caso contrario, reconoce no obstante a IDEAL, una reacción pronunciada de la ciudadanía hacia la compra de billetes para viajar, con la que aún está cayendo en torno a la pandemia, «me asustaría».

El director de Alsa no deja pasar la ocasión para recordar que, además de la crisis sanitaria, la provincia, al igual que el resto del país, está sumida en una profunda crisis económica. Tras la covid-19, apunta, «va a haber un problema económico. «La gente no tiene ni cuerpo para pensar en eso», sentencia. Y, si bien, afirma que «el movimiento en autobús en las áreas metropolitanas de las ciudades se va recuperando», vaticina que «la movilidad tardará aún en recomponerse». «No se va a recuperar la demanda de la noche a la mañana. Además, volver a los mismos hábitos de antes de la pandemia va a costar y va a ir lento, por lo que no esperemos que este año tendremos un verano como el de 2018 o 2019».

«No olvidemos -abunda el representante de Alsa- que habrá sectores muy tocados y gente que ha perdido sus trabajos o, simplemente, que se ha acostumbrado a estar en casa o que ha descubierto que, después de todo, también se puede ahorrar» para unos tiempos inciertos como los que se avecinan.

Una dura situación que ha afectado también a la propia empresa, que cuenta en Andalucía con unos 1.500 empleados, algunos de los cuales continúan aún en ERTE puesto que, aunque se ha ido recuperando el uso del transporte, todavía quedan restricciones anticovid que cumplir, como los cupos de ocupación de los vehículos.

De momento, «los números no salen porque, en cuanto que somos un servicio esencial, hemos tenido que salir, incluso, con vehículos vacíos». Así las cosas, «la ruina es importante» porque, enumera, «aunque los autobuses estén parados, siguen teniendo gastos fijos; hay conductores en ERTE pero la empresa les paga una parte; y las compensaciones de la Administración por ser un servicio esencial no han llegado y, cuando lo hagan, no cubrirán una mínima parte de las pérdidas, lo que genera un problema de liquidez muy importante».

Desde Renfe consideran también que aún es pronto para saber cómo reaccionarán los usuarios del tren que, desde Almería, únicamente pueden viajar de forma directa a Granada o Madrid y las estaciones de paso donde hay parada. «De momento, las compras que hay son las habituales. Se empezará a notar en los próximos días pero en las horas que llevamos desde el anuncio no se ha notado ninguna diferencia», comenta Lola Nieto, del departamento de comunicación de la empresa.

Sobre todo, entiende que la reacción llegará cuando se sepa qué va a ocurrir con las restricciones tras el 9 de mayo, cuando acabe el estado de alarma.

En cuanto al temor de los ciudadanos a adquirir con antelación los billetes de tren ante la fluctuación con la que se imponen o liberan las medidas anticovid y que, por tanto, no puedan finalmente viajar y darle uso, recuerda Nieto que, desde octubre pasado, «en Renfe, si no se puede viajar, se devuelve el importe íntegro».