El regreso de los villancicos a las residencias

Un terrible año ha pasado desde que las residencias de mayores de Almería se mantuvieron blindadas por el coronavirus y, en todo ese tiempo, sus habitantes no tenían contacto con el exterior, tampoco con sus familiares a los que veían mediante una videollamada. Las Navidades fueron las más tristes que recordaron porque los villancicos dejaron de sonar entre aquellas paredes, no había espíritu navideño. El Grupo Alegría, que está compuesto por una treintena de voluntarios jubilados lleva 17 años llevando regalos y el sentido de la Navidad a las distintas residencias de la provincia como Macael, Serón y Tíjola también se vio afectado por la pandemia, sin embargo, han vuelto a recuperar la actividad y este año han vuelto a llevar la magia de estas fechas a los mayores.

«En 2007 nos vino la idea porque somos un grupo de jubilados y queríamos hacer algo, pensamos en los mayores y dijimos '¿Qué podemos hacer para darles un rato de felicidad?'», cuenta Antonio Cruz, uno de los artífices de este grupo con 86 años, en el que hay cantores de Lúcar y jubilados de Macael. Siempre quisieron brindar la «alegría» a las personas que pasan la Navidad en las residencias, «de ahí viene también el nombre del grupo».

Este año es un acto que cobra especial importancia pues, después del parón de 2020 y 2021 donde estos espacios sufrieron grandes restricciones, han vuelto a retomar su actividad. «Lo hacemos en las residencias de mayores de Serón, Tíjola y Macael», expresa este integrante del grupo tras contar su reciente visita el 27 de diciembre a la residencia de Serón. «Los cantores van con guitarras, bandurrias y cantan canciones muy populares, la primera vez que lo hicimos nos llenó por completo porque vimos la necesidad en esas personas de que la sociedad haga algo por ellos», manifiesta Antonio.

Meses antes se encargan de conseguir los regalos para cada residente que va desde ropa interior, perfumes, pañuelos, bufandas, caramelos hasta calcetines, pero lo más importante es que «pasamos unas horas de convivencia con ellos en la residencia con música y bailes de Navidad». Los integrantes, además, se disfrazan de Reyes Magos para entregarles los regalos y con este tiempo dedicado a ellos, podemos compartir el espíritu de la Navidad.«Les trasladamos nuestra alegría, con los villancicos y bailes, es una actividad que los abuelos esperan cada año como agua de mayo», apostilla.

Por ejemplo, en la residencia de Macael, son 150 mayores internos, lo que se traduce a 150 regalos por cada persona. «Los músicos entonan sus villancicos y cuando saludamos a los usuarios, es una maravilla ver sus caras de la emoción», comenta. De lo más llamativo que recoge de estas visitas son las reacciones de las personas. «Hay muchas personas que se ponen a llorar, en la Residencia de Tíjola, por ejemplo, una mujer con 86 años se puso a cantar la canción de 'Almería' con una dulzura, que nos llenó de emoción y lágrimas a todos», cuenta Cruz.

El Grupo Alegría, además, vive con especial emoción estos momentos en las residencias. Antonio, además, explica a este periódico que «me emociono con ellos, pero tengo la suerte de que tengo una familia, estoy con mis hijos y nietos, pero quien no tiene nada, es muy triste, entonces nos llega al corazón, no hay que conformarse con decirles 'Feliz Navidad', es necesario darles momentos felices, porque son personas que han dado muchísimo por la sociedad. De momento, solo recorren «las residencias de Serón, Tíjola y Macael, no podemos abarcar más por el presupuesto, este año por ejemplo les hemos dado auriculares, colonia, caramelos, una bolsa con detalles, son regalos que sale de nuestro bolsillo y se realiza mucho trabajo, los músicos también tienen voluntad porque lo hacen sin nada a cambio».

De este modo, Antonio hace hincapié en que «no tenemos ayuda, pero voluntad nos sobra bastante» y espera que «se sume alguna empresa, en los comienzos era Cosentino quien nos daba ayuda, nos gustaría más solidaridad». Y es que gracias al Grupo Alegría, valoran con positividad lo que transmiten a los mayores, «el efecto psicoemocional y funcional que este tipo de actividades tienen sobre las personas internadas en residencias de mayores es enorme». Por ello, los mayores, gracias al Grupo Alegría vuelven a ser más felices y, lo más importante, a recuperar sus costumbres y su ilusión por la Navidad que se vive en Almería.

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