«Se movían los muebles y las paredes»
Miedo, sorpresa, angustia, incluso algo de pánico: así se vivió el mayor movimiento sísmico del último siglo en la provincia de Almería
Clemen Solana
Almería
Lunes, 14 de julio 2025
La mañana del lunes comenzó con sobresalto para miles de ciudadanos en Almería y otras zonas del sureste español. «Terremoto, terremoto», escuchaba la vecina Liliana Puente en su bloque comunitario a primera hora de la jornada de ayer. Es el que registró el Instituto Geográfico Nacional (IGN) frente al Cabo de Palos, en la costa almeriense, a las 7:13 horas. Además de la provincia, el seísmo de magnitud 5,3, sacudió Granada, Málaga, Jaén, Murcia, Alicante y Albacete, entre otras provincias. Hora y media más tarde, se registró una réplica (3,4) y una veintena de nuevas vibraciones con máximas de hasta 2,7 en la escala Richter (0-10), que es la que asigna la energía que libera un terremoto.
Para muchos vecinos de Almería, los segundos de temblor fueron eternos. Dormía «tranquilicamente» Ascensión García cuando el seísmo la despertó de forma súbita. «El cabecero de la cama hizo tiqui-tiqui, tiqui-tiqui», relata de forma gráfica mientras lo recordaba. Dos minutos después del seísmo principal, a las 7:15, se asomaba al balcón Charo García. Esta granadina, de vacaciones en Almería, rememora el «salto» desde la cama para descubrir qué sucedía en el mar. «Granada es zona sísmica y hemos pasado miedo otras veces», añade García, conocedora de otros seísmos.
La también vecina de Granada Eva Rendón, de vacaciones estivales en Almería, recuerda la misma sensación de la actividad sísmica de su provincia natal. «Todo se movía y fue mi marido quien me avisó», cuenta con cierta tranquilidad tras el susto inicial. Según informó el IGN, el terremoto tuvo origen a tan sólo tres kilómetros de profundidad, una distancia que explica la intensidad con la que se percibió en las zonas cercanas al epicentro.
Con el teléfono en la mano se encontraba Charo Maldonado cuando vivió el terremoto. El primer pensamiento fue para «la bomba atómica de los países que nos van a tirar», en referencia a los enfrentamientos geopolíticos internacionales sin amenaza para España. Su marido fue quien la alertó del movimiento sísmico. La opción de la vecina fue salir de casa por el miedo al desprendimiento del techo de su cuarto piso. «Se movían los muebles y las paredes», señala García en referencia al testimonio de Maldonado.
En ese camino se enmarca la narración de Alicia Martínez, quien estaba con su bebé cuando notó la agitación desde la cama. Durante varios segundos, «angustiosos» para Martínez, la vecina recuerda la vibración y espera que finalicen las réplicas. La última se registró a las 13:24 de este lunes con una magnitud de 3 en la escala Richter. El seísmo se dejó notar en al menos 120 municipios de ocho provincias españolas. Almería cuenta con 57 de estos, según los datos del IGN.
«El susto de mi vida», así califica la vecina Puri Herranz al seísmo provocado en la costa de San José. Una sensación «rara» donde las puertas de los muebles se abrían y cerraban, según narra. A pesar de los segundos de incertidumbre, la vecina festeja la inexistencia de daños personales. Y es que el servicio de emergencias 112 no ha comunicado incidencias humanas tras el terremoto. Por otra parte, sí que recibió ayer una veintena de llamadas a raíz del movimiento sísmico en la provincia. Los deterioros materiales que se conocen hasta la fecha son la caída de un falso techo en el aeropuerto de Almería y el desplomo de otro en un concesionario de la ciudad.
La vecina Carmen Garrido también recuerda la vivencia posterremoto. «Di un salto de la cama tremendo porque todo se movía», relata, entre risas, Garrido. Garrido asume que vivió el mismo «susto» que María Nieves Márquez, quien veía el tambaleo del cuadro que decora la pared de su habitación. El ING señaló que, a la intensidad registrada, se la sitúa entre los niveles III – IV y IV – V, según la zona afectada. La marca se traduce en un temblor entre «ampliamente observado» hasta «fuerte». El nivel implica que muchas personas lo sintieran en el interior de sus domicilios y que el inmobiliario se balanceara y colisionara.
Además, el IGN indicó que el fenómeno se provocó a tan solo tres kilómetros de profundidad, muy cerca de la superficie, lo que facilitó que se percibiera en las zonas próximas.
La sacudida se produjo en las coordenadas 36.5473 de latitud y -1.8077 de longitud. Esta zona corresponde a un espacio de alta actividad sísmica entre las placas tectónicas africana y eurasiática. El terremoto activó el sistema de alertas sísmicas integrado en los dispositivos Android. Estos emitieron notificaciones automáticas a los teléfonos móviles de las provincias afectadas. Sin embargo, no se consideran una alerta oficial por parte de las autoridades, sino una notificación del sistema que envía cuando detecta un movimiento sísmico de magnitud mayor a 4,5 en la escala Richter, como el de ayer.
Horas antes del seísmo principal, a las 3:38 hora peninsular, el IGN registró un movimiento de magnitud 1,6 en el municipio de Puerto Lumbreras (Murcia). Su baja magnitud pasó desapercibida para la población, pero sí se incluyó en el sistema de la Red Sísmica Nacional (RSN). El Centro Sismológico Euro-Mediterráneo (CSEM) avisó de posibles nuevas réplicas en las próximas horas y días y piden precaución a la población.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión