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Los jóvenes se alejan de la democracia

Una encuesta europea confirma su desafección: un 21% afirma preferir un gobierno autoritario

Sábado, 5 de julio 2025, 00:44

«A nuestros hijos les prometimos que, si estudiaban, tendrían un buen trabajo; que si ahorraban, podrían independizarse. ¿Y qué han conseguido? Un empleo precario y una hipoteca que no pueden pagar. Los jóvenes están decepcionados porque el sistema no responde a las expectativas que les hemos creado». María Silvestre, catedrática de Sociología de la Universidad de Deusto, dibuja el contexto. El 'Estudio de la Juventud 2025', de la Fundación Tui (Alemania), confirma con datos: solo un 6% de los jóvenes está satisfecho con el sistema político de su país, una mayoría pero muy ajustada (57%) prefiere la democracia frente a otras formas de gobierno y un llamativo 21% abrazaría un régimen autoritario «en determinadas circunstancias».

La encuesta europea, que lleva casi una década testando la adhesión política de los jóvenes, ha preguntado en esta novena edición a casi 7.000 personas de entre 16 y 26 años de España, Alemania, Francia, Italia, Grecia, Polonia y Reino Unido. La conclusión, en palabras del profesor Thorsten Faas, de la Universidad Libre de Berlín, uno de los autores que respalda el estudio, es que «la democracia se encuentra bajo presión».

«Los jóvenes están decepcionados porque el sistema no responde a las expectativas que les hemos creado»

María Silvestre

Catedrática de Sociología de la Universidad de Deusto

Una presión considerable, ya que el 43% de los jóvenes europeos no cree que la democracia sea el mejor sistema. «Hay una desafección profunda, un desajuste porque el modelo democrático implantado no responde a sus expectativas y a sus deseos. No es que los jóvenes sean unos egoístas a los que todo les importa un pimiento, es que se han criado con un confort que conquistaron las generaciones anteriores y se han educado en otros valores distintos a los de sus padres. ¿Para qué pelear por un bienestar que a ellos les ha venido dado?», invita a la reflexión Maite Aurrekoetxea, profesora en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto.

Lo desarrolla con un ejemplo: «Nuestros jóvenes son más hedonistas que las generaciones mayores, que fueron criadas en el esfuerzo y en el silencio. Y eso tiene un impacto grande a todos los niveles. Por ejemplo, en lo laboral. Antes se trabajaba doce horas y nadie rechistaba. ¿Hay jóvenes dispuestos a trabajar ahora doce horas? Seguro que sí, pero con condiciones: a cambio de los viernes libres, de tener cierta flexibilidad horaria, de poder coincidir con la pareja durante las vacaciones... Esas cuestiones que hasta hace poco negociaban los sindicatos se ponen en la mesa a la hora de firmar el contrato».

El ejemplo de Alcaraz

Las ponen ellos porque les hemos educado así: «Los jóvenes no reivindican más que lo que les hemos enseñado a reivindicar: la igualdad, el derecho a levantar la mano y decir 'esto no me gusta'». Lo hacen también sus referentes públicos. «Ahí vemos a Carlos Alcaraz, un número uno. Quiere jugar al tenís, sí, pero también quiere disfrutar cuando no juega al tenis. Eso ni se lo planteaba un tenista hace treinta años porque hace tres décadas se le educaba solo en el sacrificio».

En la misma línea, María Silvestre recuerda que «la juventud actual es más individualista y vive instalada en el momento, en el 'carpe diem'. Es una generación que ha nacido en la abundancia, que se ha criado con mimo y que, cuando llega a la edad adulta, no ve satisfechas sus demandas, lo que genera una profunda desafección hacia el sistema».

Tal es el desencanto que uno de cada cinco jóvenes encuestados afirma preferir un regimen autoritario. «En ese ambiente de decepción en el que se ha instalado la juventud, calan mucho los mensajes de la extrema derecha porque cuestionan las instituciones». Es llamativo el caso de Alemania: es el país cuya juventud se muestra más 'pro democracia' (así se retrata un 71%) pero, al mismo tiempo, experimenta una creciente adhesión al autoritarismo (un 15%). «Hay una amnesia, están empezando a olvidar lo que supuso el nazismo. Además, la líder ultraderechista alemana, Alice Weidel, es una mujer lesbiana, lo que enmascara un poco el discurso xenófobo y machista».

Las cifras

48% de los jóvenes europeos

cree que la democracia en su país «está en peligro», según la encuesta de la Fundación Tui.

19% se declara

de centroderecha -hace cuatro años eran el 14%-, otro 33% es de centro y un 32%, de izquierdas.

20% desean

que la Unión Europea invierta más en Defensa en el futuro.

Sucede en Alemania y también en España -aquí así lo afirman un 23%-. «Escucho a algunos jóvenes decir que con Franco vivíamos mejor. No lo han conocido, pero se 'ilusionan' con esas ideas porque hoy no tienen referentes. Los partidos políticos tradicionales no llegan a los jóvenes, que les ven como organizaciones rancias. Y los casos de corrupción actuales deterioran más aún esa imagen, lo que hace que los chavales se alejen de la política tradicional». Y es en ese proceso de nueva búsqueda donde «la ultraderecha se presenta como los salvadores, les prometen soluciones inmediatas, les venden un 'orden' frente al caos actual, inoculan el miedo...».

En españa

51%

Opina que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno

53%

Está, al menos, parcialmente satisfechos con el nivel de democracia en España

5%

Cree que la democracia funciona bien en España y no necesita cambios

40%

Manifiesta que la democracia funciona en España, pero necesita varios cambios

Estudio de la juventud 2025

TUISTIFTUNG

23%

Aceptaría un gobierno autoritario, al menos, bajo determinadas circunstancias

35%

Está bastante insatisfecho con el nivel de democracia en España

30%

Piensa que la democracia no funciona bien en España y necesita cambios profundos

16%

Opina que la democracia no funciona en absoluto en España y hay que cambiarla por completo

51%

Opina que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno

53%

Está, al menos, parcialmente satisfechos con el nivel de democracia en España

5%

Cree que la democracia funciona bien en España y no necesita cambios

40%

Manifiesta que la democracia funciona en España, pero necesita varios cambios

Estudio de la juventud 2025

TUISTIFTUNG

23%

Aceptaría un gobierno autoritario, al menos, bajo determinadas circunstancias

35%

Está bastante insatisfecho con el nivel de democracia en España

30%

Piensa que la democracia no funciona bien en España y necesita cambios profundos

16%

Opina que la democracia no funciona en absoluto en España y hay que cambiarla por completo

51%

23%

Aceptaría un gobierno autoritario, al menos, bajo determinadas circunstancias

Opina que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno

53%

35%

Está, al menos, parcialmente satisfechos con el nivel de democracia en España

Está bastante insatisfecho con el nivel de democracia en España

40%

30%

Manifiesta que la democracia funciona en España, pero necesita varios cambios

Piensa que la democracia no funciona bien en España y necesita cambios profundos

Estudio de la juventud 2025 TUISTIFTUNG

5%

16%

Cree que la democracia funciona bien en España y no necesita cambios

Opina que la democracia no funciona en absoluto en España y hay que cambiarla por completo

La mujer tradicional

En ese ansiado orden, los jóvenes europeos ven a los extranjeros como un elemento disruptivo: el 38% cree que la inmigración «debería restringirse más», un porcentaje que hace cuatro años era del 26%. «Aunque Europa debe ver cómo articula la llegada de inmigrantes en situación de irregularidad, el dato es terrible -opina Silvestre-. Y una evidencia de cómo el relato ha vencido al dato. Europa tiene una necesidad del inmigrante demográfica y laboral. Pero ha ganado el relato de que el de fuera es una amenaza para la población autóctona».

Otro 'relato' que va cobrando fuerza: el 20 % de los encuestados cree que las medidas de igualdad «ya van demasiado lejos» . «De la mano del feminismo y los avances sociales, las chicas han accedido al mercado laboral, deciden sobre sus cuerpos... Han cambiado su modo de vida y sus expectativas. Y la respuesta que esto ha provocado en un sector creciente de los chicos jóvenes es un deseo de volver a la figura femenina más tradicional. Prefieren mirar atrás porque lo contrario les obliga a articular una nueva masculinidad».

Erasmus y moneda única

Los jóvenes europeos no solo se muestran críticos con sus gobiernos. También con el funcionamiento de la UE, a la que el 53% reprocha que se ocupa de «asuntos triviales», y con su posición en la geopolítica mundial: solo el 42% cree que es uno de los tres actores políticos globales más poderosos. Un cuestionamiento que las expertas no creen que sea solo una cuestión generacional: «Europa tiene un reto. Estados Unidos y China son actores importantes, pero la UE debe defender su sistema democrático, sus políticas igualitarias y su estado de bienestar. No puede ponerse a bajar salarios para ser más competitivos», advierte Silvestre.

Lo que no está tanto en cuestión es el perfil europeísta de la juventud, ya que el 66% considera positiva la pertenencia a la Unión -el 67% en España-. «Es lo esperado. Esta generación ha vivido Europa muy de cerca. Nació con la moneda única, ha viajado de Erasmus y ha encontrado a una generación similar a la suya en otros países europeos».

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