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Uno de los puentes sobre el río Castril. Pepe Marín
Senderismo en Granada

Una ruta para recorrer el río Castril sin tocar el suelo

Los puentes colgantes de Castril conducen al corazón de la Cerrada en uno de los parajes naturales más impresionantes de Granada

Ángel Mengíbar

Jueves, 1 de diciembre 2022, 00:31

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Volar nunca estuvo tan al alcance de la mano como en la provincia de Granada. El municipio de Castril, situado en la comarca de Huéscar, acoge el sendero de la Cerrada, una oportunidad de recorrer el cauce del río sin tocar el suelo. Los puentes colgantes y túneles de la zona son parte de una aventura única en el norte granadino para conocer un entorno rocoso lleno de recovecos y saltos imposibles.

La Cerrada del río Castril es una ruta corta, de un kilómetro y medio de longitud, y de una pendiente poco pronunciada. El recorrido se inicia bajo la mirada de la Peña de Castril, un promontorio en cuyas faldas nació la población de Castril hace más de 2.000 años.

La Cerrada del río Castril

  • Distancia 1'5 kilómetros

  • Duración 60 minutos

  • Dificultad Sencilla

  • Altitud máxima 900 metros

Muy próximo se encuentra un mirador situado a 100 metros de altura que ofrece unas espectaculares vistas de todo el enclave. Junto al Paseo de la Voz Dormida se halla el sendero por el que comienza el viaje de una hora de duración hacia el corazón del río Castril.

Pocos pasos después de coger tal camino, una pasarela sale al encuentro de los visitantes a la altura de una antigua fábrica. Esa pasarela de madera va pegada a la pared de roca que marca el recorrido del cauce fluvial. El agua pura y fría dará sensación de invierno, mientras que su sonido al chocar con las piedras romperá el silencio tan habitual de la naturaleza. Tras superar tal pasarela, se llega a un punto fuerte de la ruta.

Vértigo

Los temerosos a las alturas habrán de tener cuidado y, sobre todo, no mirar abajo. Por encima del río, un puente colgante ayudará a los aventureros senderistas a cruzar al otro lado del camino, que se parte en dos para dejarle paso al transcurso de las aguas del río. Tras superar este obstáculo al más puro estilo Indiana Jones, llega el momento de pasar a la oscuridad.

Distintos puntos de la ruta de la Cerrada del río Castril. Pepe Marín
Imagen principal - Distintos puntos de la ruta de la Cerrada del río Castril.
Imagen secundaria 1 - Distintos puntos de la ruta de la Cerrada del río Castril.
Imagen secundaria 2 - Distintos puntos de la ruta de la Cerrada del río Castril.

La montaña abre su piel y muestra sus entresijos tras el puente colgante. A través de una galería de casi unos 100 metros, los visitantes atraviesan la roca con la única luz que penetra en la misma desde el otro lado. Allí aguarda un salto de agua, el momento perfecto para coger aire, reponer fuerzas y afrontar el final de la aventura.

Tras apreciar el poder de la fuerza de la gravedad, los visitantes proseguirán el camino lejos del cauce del río Castril. Un antiguo molino, reconvertido en alojamiento y restaurante, indica que el sendero de la Cerrada ha llegado a su fin. Los pies vuelven a tocar tierra.

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