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7 imprescindibles que no te puedes perder en la Alpujarra granadina

Un recorrido obligado por uno de los entornos más especiales de Andalucía y de España

ana ávila

Jueves, 7 de febrero 2019, 12:04

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Podemos decir que no existe nada parecido, la Alpujarra granadina es un lugar donde no ha transcurrido el tiempo. Sus escarpados territorios se mantienen casi vírgenes y nos muestran impresionantes y coloridos paisajes que se abren hacia el Mediterráneo desde el Mulhacén, el pico más alto de la Península Ibérica. Sus pueblos se han adaptado a los desniveles, por lo que sus casas están escalonadas y orientadas al sur, las calles empedradas y pintorescas invitan al paseo, a respirar tranquilidad y aire puro; sin olvidarnos, por supuesto, de la gastronomía, la cual destaca por sus carnes y embutidos, especialmente el jamón de Trévelez.

Entre los municipios de esta comarca se encuentra Lanjarón, conocida como la Puerta de la Alpujarra, lugar ideal para relajarse en sus aguas mineromedicinales. También Órgiva, de marcado sabor morisco.

El Balcón de la Alpujarra, formado por los pueblos blancos de Cañar, Soportújar y Carataunas, así como el Barranco de Poqueira, con las localidades de Pampaneira, Bubión y Capileira.

Si estás en Granada o planeas visitarla, estos son los 7 imprescindibles que no te puedes perder en la Alpujarra granadina.

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    Fuente Agria y El Chorrerón de Pórtugos

Fuente Agria y El Chorrerón de Pórtugos son unos de los lugares más especiales de la Alpujarra. La Fuente Agria toma su nombre de un manantial de aguas ferruginosas, a medio kilómetro de Pórtugos. La fuente se encuentra en el lugar conocido como Castañar de la Virgen. Para llegar hasta los caños hay que bajar unos escalones aledaños a la ermita de la Virgen de las Angustias, del siglo XVIII.

Lo curioso, además del color anaranjado intenso, es su sabor, pues cada uno de los caños de la fuente sale con un sabor distinto. Al probar el agua de la fuente, se aprecia un fuerte sabor a herrumbre y cierto sabor picante. La ligera sensación picante es debida al gas natural que contiene, y al bajo pH del agua. Además, según dicen, el agua de Fuente Agria de Pórtugos posee virtudes prodigiosas y saludables, especialmente para dolencias del estómago, hígado, bazo, intestinos, riñones y útero.

Por otro lado, destacan las gigantescas paredes de la concavidad, los regueros de color ocre-rojizo y la cascada rodeada de yedras, helechos, musgos y otras plantas.

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    Pasear por Pampaneira o Capileira y conocer las artesanías locales

Pasear por las calles empedradas de la Alpujarra y visitar los pequeños talleres y tiendas es un imprescindible. Normalmente, sus elaboradas y coloridas telas están expuestas en la calle para llamar la atención de los viajeros. Las hay de todas las formas, tamaños y colores, además, tienen un precio muy asequible. Esta tradición artesana se originó con la expulsión de moriscos, ellos usaban los telares para tejer la seda, pero los alpujarreños las usaron para crear jarapas que aislaban del frío. Un reciclaje que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las imágenes más típicas de la comarca, dando un gran colorido al blanco de sus fachadas.

Por otro lado, la Alpujarra también es conocida por otros oficios artesanos que trabajan la cerámica, el hierro, la madera, el cuero, el esparto o la taracea. Pampaneira y Capileira son dos pueblos donde puedes comprar o contemplar multitud de talleres de artesanía.

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    Comer un verdadero plato alpujarreño

Patatas a lo pobre, huevo frito, pimiento frito, longaniza, morcilla, lomo de cerdo y varias lonchas de jamón serrano de Trevélez. Todo ello se reúne en el tradicional plato alpujarreño, una auténtica maravilla gastronómica.

La cocina de la Alpujarra es tan especial porque usan excelentes materias primas, elaboradas o cultivadas por los propios vecinos durante la temporada; todo es fresco y natural, por lo que el sabor cautiva y hace que sus platos se distingan del resto. Olvídate de la alta cocina, en este lugar disfruta de lo tradicional, que sin duda nunca decepciona.

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    El Centro Budista O Sel Ling

Como ya hemos dicho, en la Alpujarra no pasa el tiempo, es una comarca que desprende una energía especial.

Una de las razones podría ser el centro budista O sel ling, un paraíso tibetano a 1.600 metros de altura en la cara sur de Sierra Nevada.

El centro nació en 1980 de la mano del Lama Yeshe y el Lama Zopa Rimpoché, ambos tibetanos. Un par de años más tarde el lugar recibió la visita del mismísimo Dalai Lama, que lo bautizó como O Sel Ling, que significa 'Lugar de luz clara'. Un espacio en el que se respira pureza y tranquilidad. Desde la entrada, un pequeño sendero recorre las instalaciones del centro, que incluyen distintas estatuas de Buda, alguna tumba, una pequeña Estupa, un centro de visitantes y una preciosa estatua de Tara, la madre de la sabiduría.

Si te animas, puedes realizar una visita y acercarte al budismo o encontrarte a ti mismo, ¡te sorprenderás!

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    Capileira y sus miradores

Capileira es el pueblo más alto del Barranco del Poqueira. Desde él hay unas espectaculares vistas hacia el Veleta, pero también hacia Pampaneira y Bubión, que se encuentran a sus pies.

Esta localidad posee numerosos miradores para poder observar las vistas de su espectacular entorno. Podemos destacar el Mirador del Perchel, una plataforma situada a la entrada de Capileira, desde donde se divisa todo el barranco de Poqueira.

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    Soportújar y sus monumentos 'embrujados'

Soportújar es una localidad cuya etimología popularmente aceptada significa «lugar de soportales», esto es debido a la cantidad de callejones cubiertos o 'tinaos' con los que cuenta la población.

En el siglo XVI, tras la expulsión de los rebeldes moriscos, Soportújar fue repoblado por familias gallegas y, desde entonces, este pueblo gira totalmente en torno a las brujas.

La localidad ha sido tematizada con magia. Así pues, encontramos el Centro Temático de la Brujería, la Fuente de las Brujas con el Mirador del Embrujo, la famosa Fuente del Dragón, la Era de los Aquelarres, el Puente de la Bruja y la Cueva del Ojo, entre otros curiosos monumentos.

No te puedes marchar de la Alpujarra sin una foto en el Mirador del Embrujo, custodiado por dos brujas y su caldero en forma de fuente.

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    Rutas de senderismo para descubrir lugares únicos

El senderismo en la Alpujarra impresiona por sus grandes contrastes. Destaca fundamentalmente por sus valles y barrancos que descienden desde los altos de Sierra Nevada. Por otro lado, sus pintorescos pueblos conservan la esencia de antaño, una llamativa arquitectura popular, así como huertas donde perduran las labores tradicionales agrícolas.

La Alpujarra es un paraíso para la práctica del senderismo que merece la pena visitar. Existen una gran cantidad de rutas para descubrir el Parque Nacional de Sierra Nevada, además, los recorridos atraviesan parajes en los que podrías encontrar una gran variedad de flora y fauna: la cabra montesa, el tejón o el gato montés pueden verse en el parque.

En verano, te recomendamos visitar alguna de las Lagunas de Sierra Nevada, como la de las Yeguas o la Laguna de la Caldera, también es posible hacer la subida al Veleta, el cuarto pico más alto de España.

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