El pueblo granadino de la lluvia de premios, dos años después
La pequeña localidad de Alamedilla, en la comarca granadina de Los Montes, fue protagonista en la lotería de Navidad de 2019 por un cuarto premio que dejó más de un millón de euros entre sus vecinos. Hablamos con los agraciados para recordar aquel día y ver cómo les ha cambiado la vida
Alamedilla sigue siendo Alamedilla. Paseando por esta pequeña localidad de la comarca granadina de Los Montes, nadie imaginaría que la fortuna dejó aquí una lluvia de dinero hace ahora dos años. Sus vecinos siguen trabajando con humildad y apenas quedan ecos del jolgorio que se armó en el pueblo el 22 de diciembre de 2019, cuando un cuarto premio del sorteo de Lotería de Navidad dejó 1.200.000 euros en este municipio de apenas seiscientos habitantes. La razón es que esta cuantiosa cifra quedó muy repartida. «Nos vino muy bien para tapar agujeros, pero seguimos trabajando como siempre», coinciden los agraciados.
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Juan Martos, el responsable del supermercado de Alamedilla en el que se vendieron los sesenta boletos del 41.710, recuerda aquella mañana de diciembre «con cariño». El pueblo entero se echó a la calle para festejar y recibir a los medios de comunicación que visitaron Almedilla. El mismo Juan se quedó con uno de los décimos agraciados, lo que le supuso un ingreso de 20.000 euros. A lo largo de estos dos años, ha empleado el dinero obtenido en saldar deudas, lo mismo que ha hecho el resto de vecinos. «Conozco a todos los premiados y nadie se llevó un dineral.El que más ganó fue un hombre que llevaba tres boletos, unos 60.000 euros», relata el vendedor.
Desde aquel sorteo todos los vecinos quieren su décimo. Este año se han vendido cinco veces más boletos que en 2019
Lo que sí ha supuesto un gran cambio para el supermercado de Juan Martos es la demanda de boletos de lotería de Navidad. Desde que diera el premio en 2019 vende muchos más boletos. «Ahora todos los vecinos quieren su décimo», cuenta. Si hace dos años repartió sesenta billetes, este año va ya por trescientos, cinco veces más. Esta cifra supone exactamente la mitad de la población de Alamedilla. «Prácticamente todas las familias llevan un boleto», remata Juan.
Una tradición familiar
Aunque el responsable de la venta de los décimos navideños esJuan Martos, quien maneja los hilos de la fortuna es su hijo Manolo. Fue él quien escogió el premiado 41.710 en un viaje a Madrid que hicieron en 2019. «Mi hijo es quien elige siempre los números», narra el vendedor, explicando una tradición de hace más de tres lustros que aún conservan.
Cada año, la familia se traslada a Madrid para que el joven reciba un tratamiento médico. Manolo tiene un glaucoma congénito y, desde que era pequeño, le atienden en el Hospital Clínico San Carlos de la capital. «Llevamos yendo a Madrid desde que Manolo tiene dos meses. Y siempre, desde que tenía uso de razón, ha elegido un número del sorteo de Navidad para venderlo en Alamedilla», relata Juan Martos. La suerte quiso que, hace dos años, la cifra que escogió Manolo en su viaje a Madrid resultara agraciada. «Siempre coge un número terminado en diez, por sus dibujos favoritos de cuando era niño», explica su padre, refiriéndose a la serie de animación 'Ben10'.
Este año la familia Martos ha vuelto a repetir tradición, solo que comprando cinco veces más boletos que en 2019, dado que la demanda es muy superior. «Ojalá se repita la suerte otra vez y cantemos el Gordo de 2021», sentencia el vendedor, deseando que la lluvia de premios vuelva a regar el pueblo.
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