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Félix Denk, en Hallstatt (Austria) el pasado mes de junio, con la iglesia de la Asunción y el lago al fondo. IDEAL

El estudiante con la nota perfecta que decidió tomarse un año 'sabático'

Félix Denk Romero sacó la máxima calificación en la prueba de acceso a la universidad el año pasado y decidió viajar antes de empezar el grado de Física en Granada el próximo curso

AndreaG.Parra

Martes, 15 de julio 2025, 23:57

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El joven Félix Denk Romero tiene la agenda viajera más ocupada que un ministro. Al escuchar esta expresión al otro lado del teléfono sonríe el almeriense, que estos días está en San Sebastián. Félix, natural de Almería, en septiembre comenzará el grado en Física en la Universidad de Granada (UGR) con una nota en la prueba de acceso a la Universidad de 14, una calificación perfecta. En bachillerato también tenía matrícula de honor. Esa puntuación de 14 fue en junio de 2024. Este año académico 2024-2025 se ha dedicado a viajar y hacer un voluntariado europeo. Ha recorrido ya catorce países y este verano tiene programado ir a Bélgica, Holanda, Alemania, Grecia, Bulgaria e Italia justo unos días antes de mudarse a Granada a comenzar su etapa universitaria.

Es un chico curioso, enfocado en aprender para no olvidar lo que estudia. No estudiarlo de memoria, soltarlo en un examen y no recordarlo más. Ese no es su método. Le gusta profundizar. Piensa que el proceso de aprendizaje se nutre también de viajes, conocer otras culturas y experiencias de vida. Por eso, al terminar el bachillerato, en el instituto Maestro Padilla de Almería y hacer la selectividad, se tomó un año 'sabático'. Con la satisfacción de haber conseguido una nota perfecta.

«Ay, pero no digas el chico del 14, por favor, que no me gusta. Que no pasa nada, pero hay cosas más importantes. Un número al final no te dice quién eres», envía en un mensaje de whatsApp en referencia a que no fuera lo que se destaque. Unas frases que definen, también, parte de la forma de ser, pronunciarse y vivir  de este joven.

Pasó el verano de 2024 y se fue un mes y medio, hasta diciembre, a Estados Unidos. Regresó a España y tras un tiempo en casa se fue a hacer un voluntariado europeo a Austria. Estuvo cinco meses, hasta julio de este 2025. Hizo la preinscripción y eligió la Universidad granadina. Ya se ha matriculado en Física. En septiembre comenzará sus estudios en una Universidad de la que tiene muy buenas referencias.

En Física quiere poder entender un poco mejor lo que le rodea. Conocer el origen y por qué de las cosas. Está encantado de poder vivir en Granada porque la califica como una ciudad perfecta por su ambiente universitario. Estará cerca de su hogar familiar también, pero admite que si hubiera otra universidad y ciudad que le hubiera interesado más y estuviera lejos, se hubiera ido. En la capital granadina compartirá piso con un amigo. Está todo preparado.

En bachillerato estudió mucho. Es de quienes le da valor al trabajo. No estaba enfocado en sacar la máxima puntuación porque en Física hubiera entrado, pero sí estaba empeñado en aprender bien lo que estudiaba. Se esforzó en profundizar en lo que le enseñaban, utiliza esa palabra en reiteradas ocasiones, y así lograr una calificación excelente. «Y tuve muy buenos profesores», expresa en un elogio a sus docentes del instituto.

«Tengo muchos intereses», afirma mientras recuerda que supo que quería estudiar Física, curiosamente, cuando participó en una Olimpiada de Química. «Vi que era la base de la Física y me encantó», relata. En su afán está en cada momento saber cómo funcionan las cosas. Es un apasionado del arte, de la música y le encantan los museos. Aprendió a tocar el piano de manera autodidacta con piezas de Debussy y Chopin. Ha practicado y enriquecido su afición por la cultura visitando museos como el Smithsonian de Washington DC, el Prado en Madrid, el Belvedere de Austria y la galería nacional de Hungría. Esos mundos le han abierto muchas puertas al conocimiento en todas sus versiones. También le gusta practicar deporte.

Viajar está entre las actividades que más le encantan. El voluntariado en Austria le facilitó poder visitar un gran abanico de países. Lo hizo apoyado por la asociación juvenil Illipula, que se dedica a enviar gente al extranjero con Youth Exchanges. Van financiados por el programa Erasmus y es una oportunidad «genial» para viajar para cualquier menor de 30 años.

Al volver de EE UU estuvo en países como Austria, Eslovenia, Albania, República Checa, Hungría, Alemania, Rumanía, Croacia, Georgia y Eslovaquia. Recuerda que de pequeño también visitó varios países con sus padres, entre ellos Marruecos. Y Alemania, con frecuencia, porque su padre es alemán. Si se está quieto dice: «Me agobio». Estos días está en San Sebastián y recorriendo el País Vasco.

Sobre a qué se dedicará en el mundo de la Física cuando estudie la titulación, confiesa que no lo sabe aún. Le interesa la Física molecular y la cuántica, pero no tiene ninguna preferencia de momento y espera descubrir muchas cosas que le llamen la atención en la carrera. Seguirá aprendiendo y descubriendo mundos nuevos.

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El estudiante con la nota perfecta que decidió tomarse un año 'sabático'