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19 de los 21 matriculados en el primer curso del doble grado de Matemáticas y Física posan en el aula de la Facultad de Ciencias. PEPE MARÍN
UGR

La clase de Granada de las matrículas de honor y los sobresalientes

Doble grado en Matemáticas y Física ·

Los estudiantes de la carrera más exigente en calificaciones valoran los primeros días en la Universidad como «duros» y muestran interés desde el primer momento

Andrea G. Parra

Granada

Martes, 25 de octubre 2022, 00:37

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Han sido impecables académicamente en el instituto y su andadura en la Universidad comienza con grandes expectativas. La clase de los estudiantes del doble grado en Matemáticas y Física de la Universidad de Granada (UGR) es extraordinaria. Son los estudiantes que aglutinan más sobresalientes y matrículas de honor. Están cursando la titulación con la nota de corte más alta de la institución universitaria granadina: la primera adjudicación fue un 13,775 sobre 14 y después bajó, pero poco. Es una clase pequeña, donde hay solo 21 matriculados, según informó el coordinador de Física, el profesor Alberto Martín.

Naiara González es una de los alumnos matriculados en primero de este doble grado, todo un reto. El viernes, día 16 de septiembre, tras una semana de clase, no titubeaba al decir que los primero días en la Universidad han sido «duros». Es de Almería. Su nota en la selectividad fue de 14. Perfecto su expediente. Es tímida: casi ni levanta la mano al preguntar si los dos estudiantes con catorce finalmente se habían matriculado.

A esta joven almeriense le gusta entender los conceptos abstractos. En un futuro quiere que la investigación sea su profesión. El salto del Bachillerato a la Universidad ha sido grande y aún está acomodándose, aunque sin perder tiempo. Valoraba muy bien que en la clase se apoyan unos a otros.

Estudiar desde el primer día

Desde el primer día está estudiando. Al igual que ella Saúl Ruano, que es de La Zubia y tuvo un 13,900 en selectividad, cuenta que está estudiando desde el mismo día 12 que comenzaron las clases. El buen trabajo de un profesor de Matemáticas en el instituto fue el que hizo que Saúl quisiera ser docente de Matemáticas; después descubrió que la Física también le gustaba y se decantó por esta doble titulación.

Santiago Vallecillos viene de Almería con un 13,795. «En el instituto cuando salía de clase me había enterado de todo, en la Universidad no es igual», explica. Hay cosas que no entiende y debe fijar conceptos por la tarde para el día siguiente no perderse.

Estos estudiantes comparten aulas con universitarios del grado en Matemáticas y con los del grado en Física. Hacen piña entre ellos. El viernes, cuando se tomaron las fotos de este reportaje, había 19 estudiantes. De ellos, cinco chicas. Irene Martín, de Motril, con una nota de corte de 13,72, califica la primera semana como «muy agobiante» porque «es mucho cambio». A ella el mundo de la investigación le llama mucho la atención y quiere que sea su campo profesional.

Moisés Ayala, de Málaga, tiene un 13,835 de nota y, como Irene, admite que el primer día fue impactante. Es todo nuevo y hay que entender muchos conceptos. A pesar de todo destaca que lo visto en las diferentes materias, estos primeros cinco días, es «interesante».

Estaban dicharacheros en el aula G6 en la Facultad de Ciencias, su nuevo espacio de formación y convivencia para los próximos cinco días. Muchos son de Andalucía, aunque cuentan que también hay de Murcia y Castilla-La Mancha. Daniel Membrives viene de Córdoba (13,825 de nota de corte). A él le gustaba la Física y vio una buena oportunidad completar con Matemáticas su formación. Está estudiando desde el primer día. Vive en un colegio mayor y comenta que se ha adaptado muy bien a la ciudad. «Me gusta mucho el ambiente universitario que hay», apuntaba.

Solo hace cinco días que se conocían pero ya hay bromas entre ellos. «Y yo sin peinarme», dice divertido uno de ellos a la hora de la fotografía. «Tú siempre estás guapo», le replica uno de sus nuevos compañeros. No dudaron en colocar todo tipo de fórmulas y escritos en la pizarra con una educación exquisita. Y alguno aprovechó para 'colar' el escudo del Betis. «Tengo el póster de Joaquín firmado en mi habitación», presume uno de ellos. No sin que otro de sus compañeros le afee que su escudo tiene cinco líneas verdes y no siete como el oficial. No dejan pasar ni una estos jóvenes de números y expedientes brillantes.

No lo tenía claro

Miguel Carrillo, el delegado de primero de este doble grado en Matemáticas y Física, no deja de comentar con unos y otros con gran sentido del humor. Confiesa que no tenía muy claro qué iba a estudiar. Dice que no es de esos que desde pequeño sabe que estudiará. Es de Cabra (Córdoba) y tuvo un 13,775. Le gustaban las letras, los idiomas y la música y al final se decantó por el doble grado y por la UGR. Todos ellos coinciden en destacar que les habían hablado muy bien de la Facultad de Ciencias de Granada.

Miguel coincide en que la primera semana ha sido «dura». A este joven le ha resultado raro el pasar de catorce estudiantes en el Bachillerato en asignaturas como la Física y ahora son unos cincuenta. «En la Universidad no podemos estar interrumpiendo y preguntando todo el rato», conviene.

Gema Rubio, de Antequera, con un 13,730 en la selectividad, controlaba los movimientos en la clase. La joven relata que uno de los matriculados que falta está enfermo. A ella la elección de Granada le fue fácil por lo bien que le habían hablado de la facultad. Está contenta y con ganas de aprender y seguir estudiando. Estos estudiantes hablan con la verdad, sin maquillar la realidad.

Estos universitarios son merecedores de todas las alabanzas y adjetivos positivos en lo académico. Han comenzado una nueva etapa en la Universidad granadina que esperan cerrar con éxitos en su expediente y formarse también como personas. Son la clase de la UGR con estudiantes que entraron con las mejores notas.

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