Un grupo de cabras, cercanas al término poblacional. J. A. G. M.
Naturaleza

Vecindad y convivencia entre las cabras montesas y la población de Vilches

La especie se reintrodujo de forma espontánea hace tres años a partir de una pareja de ejemplares que nadie sabe el lugar del que vino

José Antonio García-Márquez

Domingo, 29 de septiembre 2024, 22:39

En plena naturaleza. Un rebaño de 15 cabras montesas campa a diario a sus anchas formando parte del paisaje semiurbano de Vilches. La especie se ... reintrodujo de forma espontánea hace tres años a partir de una pareja de ejemplares que nadie sabe el lugar del que vino.

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La pareja procreó y el grupo creció hasta multiplicar por cinco sus integrantes. Por eso, actualmente es frecuente, no ya que los excursionistas las sorprendan haciendo equilibrios sobre las grandes rocas, sino que dentro de la propia población la mirada inofensiva, ingenua y benévola de las cabras se deje caer bebiendo agua en fuentes como El Mortero o La Canaleja e incluso haciendo acto de presencia en las calles más próximas a tales fuentes como La Avenida de San Sebastián o La Corredera, está última a poco más de cien metros de la Plaza Mayor en la que se ubica el templo parroquial y el Ayuntamiento.

A salvo de osos, lobos y águilas, protegidas entre los riscos que sobresalen en las faldas del Cerro Mortero y alimentadas por la abundancia de pasto, musgo, semillas y frutos de las higueras, las cabras montesas han encontrado en el pueblo un refugio seguro en un ambiente subóptimo para ellas. Incluso los cazadores de la zona, que conocen la legislación y saben que son ejemplares que no pueden abatir, siguen con curiosidad y admiración a través de sus prismáticos las habilidades que muestran para trepar y hasta les ponen comida en espuertas depositadas en sitios estratégicos para que tengan un complemento en el sustento diario.

Sin miedo

Cada día que pasa las cabras muestran menos miedo y aumentan en confianza y en sensación de libertad. No molestan a nadie y en las inmediaciones de las viviendas se sienten protegidas de la siniestrabilidad de algún hipotético furtivo atraído por la belleza de la cornamenta de los dos machos dominantes. Estos, por cierto, han adelantado la época de celo que suele llegar en noviembre y se ofrecen sin prejuicio al espectáculo del cortejo y de la conquista con violentos combates cabeza contra cabeza. No gana quien más embiste, sino quien más aguanta.

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En Vilches el grupo normalmente se deja ver disperso, aunque hay momentos que emiten entre ellos vocalizaciones o especie de balidos y tenues silbidos que les permite comunicarse y agruparse entre ellos. Hasta los niños del pueblo siguen con interés este tipo de comportamiento que les permite identificarse con la presencia habitual de las cabras montesas y sentir cercana la magia de la ecología y de la naturaleza.

Población en aumento

La cabra montés o íbice ibérico (Capra pyrenaica) es una de las especies de bóvidos del género Capra que existen en Europa. Entre sus características destacan sus hábitos variados en función de la época del año. Actualmente lo podemos encontrar en las áreas montañosas de España y del norte de Portugal.

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Especie de hábitos nocturnos en verano y diurnos en invierno, resulta tímida y tranquila y tiene un gran olfato y oído, además de estar dotada para andar entre rocas y saltar por paredes casi verticales e incluso hielo. Muy gregaria, forma grupos numerosos bien de hembras y crías o bien de machos. Aunque no migra, realiza largos viajes erráticos durante el invierno.

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