Momento del homenaje JOSÉ ANTONIO GARCÍA – MÁRQUEZ

Quesada conmemora el 64 aniversario de la muerte de Rafael Zabaleta

En el acto se ha ofrecido una ofrenda floral, un recital poético y un concierto de violín

JOSÉ ANTONIO GARCÍA – MÁRQUEZ

Quesada

Martes, 25 de junio 2024, 19:52

En febrero de 1960 Rafael Zabaleta, estando en Almería con su amigo el pintor y escultor Jesús de Perceval, sufrió un ataque al corazón que, ... tras sucesivas consultas médicas (Almería, Madrid, Jaén y Quesada) y distintos tratamientos, acabó provocándole la muerte el 24 de junio de ese mismo año. Con tal motivo, recordando el 64 aniversario del fallecimiento del pintor, el Ayuntamiento de Quesada, con la colaboración de la Asociación Amigos de Rafael Zabaleta, llevó a cabo el pasado lunes un acto sencillo, pero solemne y emotivo, ante la tumba que alberga los restos del pintor en el cementerio de la ciudad de la sierra.

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El encuentro conmemorativo contó con una ofrenda floral, un recital poético en el que el poeta Manuel Pineda leyó sus versos y un concierto a cargo del violinista José Antonio Ruiz. En él intervino la alcaldesa, Yolanda Marcos, que valoró la importancia capital para el arte y la cultura del genio del expresionismo, y ofreció un discurso el presidente de la Asociación Amigos de Rafael Zabaleta, Miguel Ángel Rodríguez, que expresó: «Hoy ante la tumba, en el cementerio de su pueblo natal, compartimos esta ofrenda floral y musical carga de afecto, cariño y admiración por nuestro paisano e ilustre pintor universal». Miguel Ángel Rodríguez, recordó unas palabras del poeta Luis Felipe Vivanco dedicadas al amigo: «Esta vez ha vuelto a Quesada, a su cita con la muerte. Otras veces volvía siempre a su cita con la pintura. A solas con tu muerte, amigo Rafael, con tu Quesada y tu sierra de Quesada». Por último, se recordaron citas literarias de escritores que conocieron a Zabaleta, entre ellas las de Eugenio d'Órs: «Ignoro el año en que nació en Quesada el pintor Rafael Zabaleta. Tal vez un día se escogerá convencionalmente este dato, como principio de la era en que se consumó una revolución decisiva en la pintura española».

Cementerio quesadeño

En la calle central del camposanto de Quesada, completamente despejada, junto a una sencilla cruz de hierro que proclama su muerte, se encuentra la lápida del quesadeño más universal. Junto a la tumba de Zabaleta luce un almendro en plena madurez. Tiene 61 años, los mismos que lleva enterrado el pintor. Lo plantó Antonio Navarrete Magaña, premio Nacional de Poesía San Juan de la Cruz, fallecido hace quince años, que era alcalde de Quesada cuando el 24 de junio de 1.960 una hemorragia cerebral provocada por el tratamiento para superar el infarto acabó con la vida de Rafael Zabaleta. Navarrete Magaña manifestó entonces que plantaba el almendro para que su gran amigo estuviera acompañado por flores naturales cada primavera.

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