La mayor orujera del mundo, en Villanueva del Arzobispo, se prepara para funcionar tras medio año parada
Las ayudas a las industrias intensivas en gas permite que sea rentable volver a producir así energía y que puedan trabajar, evitando un posible 'tapón' en la producción de aceite
La orujera San Miguel Arcángel de Villanueva del Arzobispo, la mayor del mundo, está parada en plena campaña de recogida de aceituna. Salvo algunos días ... sueltos en las últimas semanas lleva medio año así, sin funcionar. Como ella, otra docena, el 40% de las orujeras de todo el país, claves en el ciclo oleícola (en ellas se valoriza el orujo graso húmedo producido en las almazaras durante la producción del aceite), han estado paradas o casi, en plena campaña de aceituna. ¿Por qué?
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Simplificando mucho porque «no tenemos calor para secar nuestro alpeorujo», señala el gerente de San Miguel Arcángel, Cristóbal Gallego. Una situación que podría cambiar en breve. Y es que las nuevas ayudas aprobadas por el Gobierno de España para las industrias cuya actividad es intensiva en el uso del gas natural y que se han visto afectadas por el encarecimiento de los costes energéticos como consecuencia del impacto de la guerra en Ucrania, podría hacer que de nuevo cuenten con energía rentable para llevar a cabo su labor.
El quid de la cuestión está en cómo producen estas orujeras la energía que necesitan para operar. En el caso de la de Villanueva tienen una obligación medioambiental para secar orujo con gas de cogeneración, un proceso con el que se obtiene simultáneamente energía eléctrica y térmica. La pieza que enciende este gigantesco engranaje es la turbina de un avión que actúa como dinamo: quema gas, genera electricidad que vende a la Red y con la energía térmica sobrante secan el alpeorujo, extraen aceite de orujo y obtienen orujillo, que puede ser usado como biocombustible.
El problema es que la turbina que genera la electricidad con la que operan es de otra empresa, de Celvi (Compañía Energética de las Villas SL), propiedad en un 90% del fondo de inversión inglés SDCL, y al precio desorbitado de este hidrocarburo no le es rentable encender la maquinaria. A esto se une además que el Gobierno ha dejado fuera de las ayudas que topan el coste del gas a las turbinas que no se dedican exclusivamente a la producción de energía eléctrica. Así, frente al tope de 40 euros por megavatio (MW) que ha conseguido implantar el Ejecutivo central en meses pasados pagaron mucho más, en torno a 130 con picos de 290 o más. Por lo que 'no compensaba' vender así la electricidad generada.
Con las nuevas ayudas, que incluyen la cogeneración, se mejora «sustancialmente» la situación, por lo que «lo más seguro» es que la turbina arranque y la orujera pueda funcionar. De 50 o 70 euros se sube a más de 200 euros. Para que salga rentable esta forma de producir energía «el gas tiene que estar en torno a 90 euros y la luz a 120», señala Gallego, quien destaca además la estabilidad, pues el decreto que lo regula estará en vigor al menos hasta julio de 2023.
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Millones de kilos acumulados
En este 40% de orujeras sin funcionamientos se acumulan millones de kilos, esperando a ser tratados. En el caso de la San Miguel Arcángel de Villanueva del Arzobispo tienen almacenados «250 millones de la pasada campaña y 50 que nos han entrado de esta». Trabajando las máquinas 24 horas al día son capaces de procesar un millón diario, por lo que ya arrastran 300 días de trabajo sin parar y todavía resta de la campaña 2022-23. Su tope son 450 millones, «con un colchón de seguridad por el agua que pueda caer», apostilla Gallego.
Se ha evitado un tapón por la escasez de la campaña actual. Eso sí, de seguir sin funcionar a medio plazo las orujeras no tendrían espacio ni capacidad para almacenar en condiciones seguras más opeorujo y, por tanto, se pararía la producción de aceite de oliva.
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El consejero de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela, que visitó ayer la orujera de Villanueva, apuntó que se trata de una de las medidas que Andalucía había solicitado en varias ocasiones el Gobierno andaluz al Ejecutivo central para compensar el impacto en las empresas industriales por el aumento excepcional de los precios del gas natural.
«Andalucía ha sido la única comunidad autónoma que ha reclamado tanto en las conferencias sectoriales de Industria como de Transición Ecológica y Reto Demográfico ayudas directas que beneficiaran a las industrias intensivas de gas y que ampliara los sectores industriales electrointensivos que habían quedado excluidos de las ayudas», ha dicho el consejero.
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Durante su visita a la empresa extractrora de aceite de orujo San Miguel Arcángel, Paradela ha apuntado que ya trasladó tanto a la ministra de Industria, Reyes Maroto, como a la titular de Transición Ecológica y reto Demográfico, Teresa Ribera, que «era posible aprovechar las posibilidades que ofrece el renovado marco europeo de ayudas de Estado», mediante el cual se permite a los Estados miembros dar ayudas para cubrir costes adicionales debido al aumento excepcionalmente importante de los precios del gas y la electricidad, «como ya vienen haciendo Francia, Alemania o Italia y que afecta directamente a la competitividad de nuestra industria».
Además, ha indicado que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía instó al Gobierno central a mediados de noviembre a que modificara el periodo de revisión de las retribuciones a la operación de las plantas orujeras con cogeneración en base a los precios reales del gas, del CO2 y del mercado mayorista (pool) de electricidad, al considerar que la apertura de la excepción ibérica a la cogeneración no representaba una solución para el sector oleícola por estar diseñado pensando en las características de las centrales de ciclo combinado, que son las que emplean el gas en el proceso de generación eléctrica.
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