Un manto de pétalos da la bienvenida a la Virgen de Tíscar en Quesada
La Traída más espectacular que se recuerda llega en 2024 y el pueblo se echa a la calle en su día grande
José Antonio García-Marquez
Quesada
Domingo, 5 de mayo 2024, 20:21
En un año generoso en floración, los pétalos de Quesada y sus alrededores sirvieron para recibir a la Virgen de Quesada tras abandonar su santuario ... en Tíscar. Se trataba de la Traída, el momento más emotivo del ciclo anual en torno a la patrona de Quesada y de las Villas del Adelantado de Cazorla. Todo un espectáculo que a este paso no sería de extrañar que en un futuro fuera declarado de 'Interés Turístico Nacional'.
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Los actos empezaron a las 8:30 del sábado con una concentración de miles personas en la Cruz del Humilladero para recibir a la Virgen de Tíscar. En ese punto de acceso al pueblo, primero pasaron 12 carrozas, desde la que los jóvenes que iban en ellas transmitían alegría, aunque no todos vieron esa cabalgata con buenos ojos, había quienes estimaban que la Traída es una fiesta romera y no rociera. Finalmente llegó la Virgen, que fue descubierta de su capa protectora, se entonó la salve y comenzó una solemne procesión por las calles de Quesada. Desde ahí, con tiempo casi veraniego, todo se confabuló para que Quesada viviera su noche más hermosa, una Traída difícil de olvidar.
La Virgen caminaba a los sones de la Agrupación Musical de Quesada, tránsito lento que reproducía las estampas plásticas que en su día inmortalizó Zabaleta. Junto a la patrona, un reducido grupo de niñas ataviadas con el traje típico de patana, esa vestimenta de la tierra que en la mujer está hecha a base de faldón largo, rodeado de dos franjas negras, delantal bordado con oro y lentejuelas, corpiño sin mangas, camisola y un pañuelo a su alrededor atado con un nudo en la delantera.
Cuando la venerada talla de Jacinto Higueras pasó por delante de la plaza del mercado, ante las doce mil personas congregadas, la Virgen se vio envuelta en una colección de fuegos artificiales, media hora de pirotecnia y música que cubrieron la menuda talla de la Virgen a través de colores rojos, azules y verdes.
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Al pasar por la calle Nueva, desde los balcones engalanados con colchas blancas y mantones verdes, los vecinos arrojaban al vacío pétalos de rosas, cestos enteros de flores, una lluvia de color tan abundante que la comitiva tuvo que protegerse y el trono de la Virgen quedó cubierto.
Finalmente, a las 12 de la noche, la Virgen de Tíscar alcanzó la plaza de la Lonja en donde se encuentra la parroquia San Pedro y San Pablo. La iglesia abrió sus puertas y la Virgen entró en su templo. Detrás fueron pasando las personas que deseaban hacer efectiva sus últimas ofrendas de velas y flores.
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Actos dominicales
El domingo los actos siguieron con eucaristía, ofrenda de flores e imposición de medallas a los nuevos hermanos cofrades. Ya por la tarde se volvió a celebrar otra misa, salve incluida, mientras la iglesia permanecía todo el día abierta para que los quesadeños se acercaran a estar con su Virgen.
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