De Indonesia a Madrid por el 'sabor de Jaén'
Por añoranza, por su negocio o para un fin de semana, la provincia vende sus atractivos entre profesionales y curiosos
«Aquí aceites muy buenos. Mucho bueno. Aceites de Jaén muy buenos, mucho y muy bueno», contesta apresuradamente Teresa Lai al ser preguntada por qué ... se ha acercado al stand de Jaén. Muestra una bolsa, con aceite de oliva virgen extra, muy bueno aunque no mucho (una botella), que se lleva ya para casa. Entonces desarrolla su respuesta. «Me llevó ya el que ganó premio por si los compramos para que lo tomen mis clientes. Quiero probar otros de Jaén también», explica enseñando botellitas de muestra. Tiene un negocio de hostelería en Madrid y se lo lleva para cocinar y darlo a probar. Nacida en Timor, al lado de Indonesia, lleva un tiempo en la capital de España y ha aprovechado la mañana para visitar Fitur. Dado que lo suyo es la gastronomía nada más entrar en el pabellón 5 de Ifema, el de Andalucía, aclara ella misma, se ha dirigido a Jaén a ver los aceites. Y no se va decepcionada.
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El siguiente paso es ir a Jaén, «tengo muchas ganas de visitarlo. He estado en Cazorla, pero me gustaría estar en más ciudades. Tengo amigos de Jaén, en Madrid hay mucha gente de Jaén, y me hablan maravillas», explica. Como ella, un reguero de profesionales y curiosos se acercan desde este miércoles al stand de Jaén. Hoy se seguirá la misma tónica. Mañana y pasado se abrirá al público general.
Para Jordi Pons, Jaén le sabe a recuerdos, a su niñez. Y ya dijo Rilke que la infancia es la verdadera patria del hombre. Nacido en Valencia pero criado en Málaga, de pequeño venía mucho a Jaén, señala. «A Arroyo del Ojanco, la Cueva del Agua... Siempre nos llevábamos aceite de oliva», rememora.
Observa con curiosidad el stand de Jaén, sus trípticos, las botellas de aceite, las fotos enormes sobre el expositor. Sobre todo una, la de Úbeda. «Es impresionante», remarca. Es su segunda vez en la Feria Internacional del Turismo y se ha acercado por gusto, aunque ha venido expresamente. «Me gustaría llevar a mis niños a que conozcan Jaén capital y ya desde ahí ir abriéndonos a otros destinos de la provincia», indica.
Detrás del stand les atiende un 'ejército' de técnicos de turismo para resolver cualquier duda y tratar de insertar al curioso el gusanillo de conocer más de Jaén, sus tierras, sus empresas, sus gentes. Mario Pozo lleva cinco años viniendo a la feria y está satisfecho con cómo se ha montado todo este año. «Hay mucha variedad, buena organización y mucha gente», cuenta el azafato de la Diputación Provincial de Jaén.
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Con un carro de regalos
Para Ana Ruiz es su primer año en la feria. También ha estudiado Turismo. «El aceite se vende solo. Casi todo el que se acerca mira las botellas, con los diseños diferentes, y pregunta», subraya. «Al no tener costa ofrecemos otras experiencias que suelen sorprender, les hablamos de los cuatro parques naturales, de la ruta de los castillos y las batallas, etc», añade Pozo.
Suelen preguntar mucho por «Úbeda y Baeza, más incluso que Cazorla. Para una escapada de un fin de semana o un puente son destinos fantásticos. Cada vez más también se interesan por las opciones para deportes de aventura», señala. Ahora por lo que más preguntan, coinciden ambos, es «si regalamos aceite. Aunque sea monodosis». Y no, este año, salvo casos concretos de alguna marca o degustación, no.
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En el lustro que lleva acudiendo a Fitur ha encontrado de todo y acumula un buen puñado de anécdotas a su espalda. «Hay algunos que vienen todos los años solos, ya mayores, y los ves y da cosilla. Siempre hay también alguien que viene con un carro de la compra para llevárselo lleno de regalos. Y gente que objetivamente es peculiar, recuerdo a un joven vestido con plumas y recitando poesía. No era de ninguna agrupación o stand, era un visitante sin más. Muy pintoresco. Parecía inteligente. Era un personaje, nunca mejor dicho», rememora.
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