Un cuadro del Greco, la gran joya del patrimonio de Andújar

Ydentro del apartado patrimonial y religioso, el cuadro del Greco 'La oración en el huerto', uno de los más célebres del egregio pintor hispano-griego, que se halla en la parroquia de Santa María la Mayor, es la gran joya de la corona del turismo, dentro del casco urbano de Andújar, porque suscita el interés de muchos turistas.

Este cuadro del Greco, junto con la colección de otros ocho lienzos, conformaban el retablo de la primitiva capilla del altar mayor de la iglesia andujareña de Santa María. El mecenas de esa capilla era por la época de 1.600 Antonio Sirviente de Cárdenas, un vecino de Andújar presidente de la Real Chancillería de Granada, «lo que equivaldría hoy en día a ser presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía», aclara el guía turístico de la parroquia, Antonio Manuel Aceituno, quien descifra la categoría de este andujareño y el porqué de la presencia de este gran cuadro en Andújar. «Era una persona muy relevante e ilustrada que poseía una importante colección de arte», añade Aceituno. El propio Antonio Sirviente amuebló la capilla con su colección de cuadros de artistas más destacados del momento, entre los que se hallaba el cuadro del Greco.

Una catalogación de Romero de Torres en el año 1930 permitió que este lienzo se mandara a restaurar al Museo del Prado en el 1936, por lo que logró salvarse de la destrucción de la iglesia en plena Guerra Civil. El cuadro se iba a a quedar en Madrid, pero una gestión de José Yanguas Messía, un linarense que se convirtió en el primer embajador del gobierno de Franco en la Santa Sede, que realizó con el conde de la Quintería, consiguió que regresara a Santa María la Mayor, pero ya no se ubicaría en el altar mayor, sino en la capilla de San Idelfonso, por razones de seguridad.

Este cuadro se lleva a importantes exposiciones. 'La oración en el huerto' lo pintó el Greco en plena madurez, en torno a 1609, y sigue el canon de su obra maestra, 'El entierro del Conde Orgaz'. En la parte superior muestra la divinidad, el diálogo del ángel reconfortador con un Jesús atribulado en el huerto de los olivos y, en la parte inferior, la debilidad con unos apóstoles durmiendo en ese momento transcendental con un magistral juego de luces, en el momento previo del apresamiento.