Las leyendas del Granada que dejaron 'viuda' a su afición

«Oye, esta no es manera de decir 'adiós'», escribió en uno de sus versos Leonard Cohen para que luego lo interpretara magistralmente Enrique Morente junto a Lagartija Nick y el resto de sus colaboradores en 'Omega'. El Granada y el granadinismo han sufrido muchas pérdidas que les dejaron con el corazón roto, 'viuda' la afición, y la de Myrto Uzuni solo es la última por ahora. Leyendas que abandonaron el club por la puerta de atrás, demasiado pronto o directamente mal, ya fuera por decisión personal de los héroes o de los directivos de la entidad.

Nadie en la historia reciente dejó un vacío tan grande como Diego Martínez en 2021, y ni tan siquiera Uzuni puede aspirar a su recuerdo. El 'chamán' aludió al desgaste emocional de sus tres magníficas temporadas al frente del equipo para rechazar la voluntad desesperada del club por ampliar el contrato que expiraba. Un ascenso directo a Primera división, unas semifinales de la Copa del Rey y una primera clasificación de la entidad para una competición continental como la Europa League, en la que además alcanzó los cuartos de final tras eliminar al Nápoles entre otros hasta caer en Old Trafford, enmarcaron una etapa memorable y tan inédita hasta entonces como quizás irrepetible. Pocos pudieron acudir a despedirse del entrenador por las restricciones vigentes de la pandemia.

Ni a Diego Martínez le fue tan bien desde entonces como hasta ahora con la UD Las Palmas, en busca de la permanencia en Primera división tras acabar destituido a mitad de temporada en el Espanyol y en el Olympiacos, ni el Granada se repuso de su marcha con un descenso inmediato a Segunda. Junto al 'chamán' también dejaron el club por voluntad propia Rui Silva o Roberto Soldado; el portero, al declinar sus propias ofertas para seguir por irse libre al Betis, y el delantero, al acordar con el Levante el pago de una cláusula liberatoria para acercarse a su tierra. Expiró, además, la cesión de Yangel Herrera. Poco después, y con el curso ya iniciado, incluso Dimitri Foulquier aceptó una propuesta del Valencia.

Sí permanecieron en el equipo otros héroes del 'EuroGranada', desconocidos de repente en aquella campaña que arrancó con Robert Moreno como relevo de Diego Martínez. Lloraron aquel descenso mientras asumían que no les iban a renovar capitanes como Germán Sánchez y Ángel Montoro –este último, además, autor del icónico gol en el Estadio Diego Armando Maradona de Nápoles–; por otro lado, Luis Suárez y Luís Maximiano fueron vendidos por la viabilidad económica del club tras la pérdida de la categoría, Maxime Gonalons y Domingos Duarte ejecutaron sendas opciones para desvincularse, Darwin Machís acabó en México después de tres etapas en el equipo y Luis Milla forzó su salida al Getafe. Una desbandada en toda regla.

Ni tan siquiera la vuelta inmediata a Primera división con Paco López en 2023 iba a celebrarse sin mártires. La grave lesión de Jorge Molina con 40 años a escasos meses de terminar contrato comprometió cualquier opción de prolongación para rabia del delantero, que seguía marcando goles. Sin embargo, el entrenador terminaría haciéndole hueco en su cuerpo técnico como asistente. Un rol que mantuvo hasta que Guille Abascal decidió cortarle. Tras el ascenso, tampoco fue renovado Quini, cuando aventuraba que sí seguiría, precisamente emigrando a Grecia para jugar en el Olympiakos con Diego Martínez.

Parecía el Granada ya curado de espanto cuando el Atlético de Madrid hizo que Samu Omorodion abonase su cláusula de rescisión en pleno agosto días después de haberle marcado un gol en su debut en la máxima categoría, con 19 años. El futbolista surgido de la cantera con más potencial quizás de entre cuantos se hubieran visto zanjaba así su carrera como rojiblanco, para enfado del granadinismo con todos los implicados. Todo iría a peor desde entonces, con el equipo cayendo a plomo hacia Segunda, hasta la salida también abrupta de Bryan Zaragoza en invierno para enrolarse en el Bayern de Múnich. En la misma semana, además, el capitán Víctor Díaz renunció a su ficha con tal de ayudar y anticipó su retirada. No le dieron acomodo en la estructura.

Ese último descenso sacó del club también con más pena que gloria a otro vestigio del 'EuroGranada' como Antonio Puertas, también a José Callejón, sin el cariño que pretendía del granadinismo pese a contribuir a la vuelta a Primera. No hubo honores para ellos ni para el 'zamora' Raúl Fernández. Tampoco pudieron despedirse del banquillo como habrían soñado, años atrás, Lucas Alcaraz ante la última llamada de su 'madre' futbolística ni el mismísimo Dani Benítez después de su positivo por cocaína. Lejos quedaron los aplausos de Los Cármenes a Manolo Lucena, con el equipo en lo más alto tras escalar desde Tercera, o los sentidos abrazos a Fabri por sus dos ascensos consecutivos, pese a las dificultades posteriores en la máxima categoría.

Con todo, y al igual que Víctor Díaz, también Ángel Montoro y Jorge Molina viven como unos granadinos más e incluso comparten peña de fútbol. Lo más probable es que se les termine uniendo Quini antes o después al mantener vivienda. También conservan raíces por sus familias políticas Antonio Puertas o Allan Nyom. No parece que se vaya con tanto arraigo Uzuni, aunque, ¿quién sabe? Todo es posible en Granada, incluso terminar convertido en un antihéroe.

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