Solo Yangel Herrera tiene opción de compra entre los cedidos y es 'prohibitiva'

El Granada afronta los próximos meses de competición con 24 licencias activas en el primer equipo, tras las incorporaciones de Domingos Quina y Adrián Marín y la salida como cedido de Ramón Azeez. En ese cómputo no figura Alberto Soro. Aunque fue un fichaje para los 'mayores', luce el dorsal 26, correspondiente a los futbolistas del filial. Tampoco entra Neyder Lozano, que sigue con la baja federativa mientras se recupera de su grave lesión en la tibia. En la plantilla, el equipo cuenta con cinco futbolistas en préstamo cuya vinculación concluye a finales de junio de este año. Solo uno de ellos tiene opción de compra por parte de los nazaríes. Se trata de Yangel Herrera, aunque la cantidad para comprar su pase al Manchester City es absolutamente 'prohibitiva' para la actual economía de la entidad: 20 millones de euros.

En los demás casos de futbolistas en régimen de cesión, la dirección del Granada tendría que negociar con sus conjuntos de origen en caso de que quiera que continúen en la escuadra, ya sea mediante un traspaso o una nueva estancia temporal, como ocurrió con Jesús Vallejo, algo que aceptó el Real Madrid. Los otros futbolistas que tienen su periplo limitado son Robert Kenedy, que pertenece al Chelsea; Nehuén Pérez, que es del Atlético de Madrid; y Domingos Quina, el último en llegar, procedente del Watford. De momento, la dirección deportiva no se ha posicionado respecto a ninguno de ellos, aunque es evidente que quien está ofreciendo un mejor rendimiento es el extremo brasileño.

Entre los que sí eran plantilla desde antes de este curso, pero acaban al final del ejercicio, quedó resuelto el futuro de Rui Silva, que se irá al Betis, y probablemente el de Roberto Soldado, que está contento en Granada y renovará en el momento que dispute más de 45 minutos en al menos siete partidos más. Se queda todo abierto aún con Fede Vico.

En verano también retornarán de sus respectivos préstamos Ramón Azeez, que recaló en este mercado invernal en el Cartagena, de Segunda división; y Antoñín, que juega en el Rayo Vallecano, también de la 'división de plata'. El nigeriano tiene relación con el Granada hasta 2022, mientras que el joven delantero malagueño firmó hasta 2024 hace justo un año.

Cuando llegue la ventana estival y la pretemporada, los mandos rojiblancos también tendrán que evaluar cómo se aborda el porvenir de la 'vieja guardia' del plantel. Un núcleo duro que entrará en su última campaña, en principio. Entre ellos están Germán Sánchez, Víctor Díaz, Ángel Montoro y Jorge Molina, una de las incorporaciones de esta temporada pero que se ha hecho con galones en el vestuario en virtud de su experiencia. También concluirían el año que viene, si no se establece nada nuevo, Yan Eteki y el convaleciente Neyder Lozano. Hasta 2022, a su vez, están vinculados dos 'cachorros' que están en dinámica del primer equipo, como el defensa Pepe y el portero Joao Costa.

Para 2023 queda bastante aún y hasta ese curso llegan varios futbolistas importantes. Dos de ellos, muy cotizados, como Domingos Duarte y Darwin Machís. Hay algunos veteranos como Quini y Gonalons; los laterales Foulquier y el recién llegado Adrián Marín; y el portero Aarón Escandell, suplente de Rui Silva en la actualidad. Un recreativista, Isma Ruiz, también alarga su estancia hasta el 23.

Cruzan esta frontera, hasta el 24, activos como Antonio Puertas, Luis Milla y Antoñín. De ellos, el almeriense sería el más veterano. Cumplirá 29 años el 21 de febrero.

Tres futbolistas alcanzan 2025 con contrato. Son Luis Suárez, Alberto Soro y Carlos Neva. Este último, gracias a su ampliación confirmada el pasado lunes. A partir de estos periodos marcados, se acrecienta o mengua el nivel de amenaza en caso de que otro equipo quiera fichar a un futbolista rojiblanco.

Hasta la fecha, la cúpula de mando se ha caracterizado por exigir las cláusulas de rescisión como contrapartida, como pasó con Rui Silva, pero con el riesgo de que finalmente el jugador se vaya sin dejar compensación. En principio, no parece que vaya a producirse un caso tan alarmante a corto plazo, pero a la dirección le convendrá ir abordando cada situación y tomar las decisiones oportunas cuando considere. El tiempo vuela y en verano tocará agitar de nuevo el árbol, sobre todo si no retorna ninguno de los cedidos.