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Robert Moreno y Dani Guindos observan el partido del filial disputado ayer en la Ciudad Deportiva del Granada. RAMÓN L. PÉREZ

Semana intensa con un examen decisivo en Liga

En frío ·

La dirección general mantiene el discurso de la confianza en Robert Moreno a pesar de las dudas internas, y el técnico catalán se la jugará con el Alavés el viernes

Rafael Lamelas

GRANADA

Sábado, 27 de noviembre 2021, 23:59

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Robert Moreno seguirá siendo entrenador del Granada como poco hasta el viernes ante el Alavés, en una semana intensa en la que también tendrá partido de Copa del Rey el martes. Desde la dirección general del club se volvió a entonar un discurso de confianza en torno al técnico, destacando el valor del punto conseguido en San Mamés en las circunstancias acaecidas. Las dudas internas prosiguen en los departamentos de decisión pese a todo, no solo por los resultados, sino por ciertos pasajes de vulnerabilidad que afectan al equipo y de los que no termina de alejarse. Unos lapsus que se pagan caro en Primera división.

Seguramente, la vara de medir no puede ser el encuentro en Bilbao, donde el conjunto tuvo arrestos para remontar el encuentro tras la pifia de Montoro, agarrado al impulso del mejor Machís de la temporada hasta su lesión. La segunda parte tuvo otro guion y los percances de ciertos jugadores alteraron el panorama de los nazaríes. Sufrieron el empate en una acción desafortunada, pero los locales ya estaban apurando a Maximiano, como insistieron después. Moreno prefirió no agotar sustituciones en la última ventana de cambios, en la que solo metió a Eteki por el tocado Rochina, y el elenco llegó bastante fundido al tramo final, aunque en el alargue Suárez provocara una falta que, en su continuación, pudo acabar en gol si Abram llega a tener más pericia.

Tanto incidente indultó a Robert Moreno, quien no termina de contentar con su labor a la dirección deportiva. Boada y su grupo de trabajo fueron fichados después de que Patricia Rodríguez tuviera ya atado al preparador como reemplazo de Diego Martínez. Aceptaron el hecho, igual que al propio Moreno le pareció bien trabajar con un ejecutivo al que conocía de su etapa en el Barcelona, ambos desempeñando roles diferentes en la estructura azulgrana. Boada, durante el proceso de selección para su cargo en el Granada, había tanteado otras opciones para el banquillo, como Dome Torrent, antiguo ayudante de Pep Guardiola, o David Gallego, del Sporting de Gijón, pero cuando su llegada al Granada se concretó, lo de Moreno ya estaba cocinado. Se formó una especie de matrimonio de conveniencia en el que el técnico siempre tuvo voz y voto a la hora de ciertos fichajes. Se aplicó su criterio en ciertas operaciones mientras los gestores intentaban negociar bajo unas condiciones económicas precarias por el escaso margen. Había una orden de mantener la austeridad por parte del consejo de administración, temeroso de que la carga de amortizaciones por los refuerzos de cursos anteriores se convirtiera en un lastre inasumible en el futuro. Se obvió la también posible revalorización de los activos. Salvo en el caso de Maximiano, por el que pagaron 4,5 millones, la mayoría se ha devaluado. Eso sí preocupa.

El Granada de Moreno ha ido dando síntomas de mejoría desde entonces, pero se ha colapsado en momentos inoportunos. Como consecuencia, está en el fango de la permanencia, que no tolera despistes y en el que apenas hay distancias entre contendientes. Si el Cádiz saca algo con el Atlético hoy y el Elche gana el lunes, los rojiblancos se precipitarán hacia la zona de descenso. Aun en ese escenario, el míster tiene crédito hasta el duelo en Los Cármenes frente al Alavés.

La Copa será una aperitivo para comprobar el estado anímico y físico de habituales suplentes como Santiago Arias o Carlos Bacca, incorporaciones rutilantes y del agrado de Moreno que no están funcionando. También para la cantera, por la que el catalán ha apostado. Con Isma Ruiz lesionado, ha irrumpido el central Torrente –notable contra el Athletic– y está en dinámica con los 'mayores' el delantero Adri Butzke. Alguno más completará su lista para intentar pasar con el modestísimo Laguna en Copa, aunque lo importante llegará unos días después.

Con Luis Milla apto, queda por ver si Domingos Duarte arriesgará para estar. Se asumen las bajas por lesión de Germán, Rochina y Machís, más la de Víctor Díaz e Isma. Monchu vuelve y Montoro podrá actuar en Tenerife pero no en Liga por sanción. Sale un 'once', pero con poco fondo de armario. Es lo que hay pero, en situaciones límite, Moreno siempre ha encontrado vida extra. Viene la enésima prueba.

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