Robert da la vuelta a la tortilla
Al alza ·
El Granada encadena cinco partidos sin perder en Liga y deja los puestos de descenso a siete puntos; mejora las seis temporadas de la 'era Pina'
Cuando a Robert Moreno se le preguntaba para qué fecha creía que su equipo alcanzaría un «rendimiento óptimo» de acuerdo al entrenador, con todos los mecanismos ya automatizados, el catalán apuntaba a Navidad. Era la fecha que tenía marcado en rojo de acuerdo a sus experiencias anteriores como segundo de Luis Enrique en el Celta de Vigo y el FC Barcelona. No falló al granadinismo y, a pesar del descalabro copero en Mancha Real, el equipo regaló a su parroquia una goleada al Mallorca y un triunfo histórico frente al Atlético de Madrid cuarenta y ocho años después del último precedente en Liga, entonces en el viejo Los Cármenes.
Fue, además, la actuación más convincente de sus futbolistas en lo que va de temporada. Hicieron lo más difícil al remontar un gol de Joao Félix al segundo minuto de juego y, vuelto el marcador, no solo no se encerraron atrás sino que siguieron jugando con valentía y rozaron un tercer tanto en varios contragolpes más, con un paradón de Oblak a Luis Suárez. También influyó la suerte, con el polémico gol anulado a Joao Félix antes del descanso que habría devuelto la ventaja a los colchoneros, el tiro al poste del mismo luso que precedió al tanto de Jorge Molina o las ocasiones marradas a bocajarro de Correa y Cunha.
Robert Moreno ha dado la vuelta a la tortilla por Navidad, tal y como auguró, después de meses cuestionado por la falta de resultados y adaptación de sus jugadores a sus ideas, con una gran rectificación mediante que se inició en Balaídos pese a la derrota en el último suspiro. El Granada despedirá 2021 encadenando cinco jornadas consecutivas sin perder, con triunfos en Los Cármenes ante Alavés, Mallorca y Atlético y empates a domicilio ante Athletic y Cádiz. No cae derrotado en Liga desde el 21 de noviembre, cuando hincó la rodilla en el Zaidín ante el Real Madrid, a toda velocidad a por el título. Tiene 22 puntos –14 de ellos, en casa– y ha conseguido dejar los puestos de descenso a siete, los mismos que le distancian de la Europa League, y ha superado en la tabla a equipos como Osasuna, considerado hasta hace poco la revelación del campeonato.
Aunque aún resta una jornada para hacer balance de la primera vuelta, el 2 de enero en Elche, el Granada de Robert Moreno mejora ya las seis temporadas en Primera de la 'era Pina' y solo le supera el de Diego Martínez en las dos anteriores. Por tanto, se trata de la tercera mejor campaña del Granada en Primera división en lo que va de siglo tras disputarse 18 jornadas. La comunión con la grada volvió a ser total, también tras el duelo.
Robert Moreno quiso iniciar su comparecencia postpartido tras ganar al Atlético de Madrid pidiendo disculpas públicas por su aparición ante los medios de comunicación el día anterior, cuando estuvo cortante y seco, protegido con una mascarilla. Justificó que le afectaban problemas personales relacionados con su familia en Barcelona. «Sé que hay que separarlo de lo profesional, pero soy humano y me equivoco. Si alguien se molestó, lo siento, no fue mi intención», recalcó. Ayer viajó hasta la Ciudad Condal en su propio coche hasta allí para pasar estos días, preocupado por los contagios, esquivo con el avión como medida de prevención.
Suárez y Molina, una sociedad fructífera
Ante el Atlético volvió a funcionar una sociedad ya instaurada en el ataque del Granada, la que conforman Luis Suárez y Jorge Molina. Como ante el Mallorca, el colombiano volvió a asistir al de Alcoy, quien le dio todo el mérito de su gol tras el encuentro. Suárez es la gran apuesta de Robert Moreno en su ataque desde el primer día y agradeció esa confianza con dos goles en las cuatro primeras jornadas, cuando nadie más marcaba. Sin embargo, la ansiedad puede con él en los momentos de la verdad y evidencia sentirse más cómodo con un compañero a su lado.
Emparejado con Jorge Molina, Suárez se libera con una mayor amplitud de movimientos que le están convirtiendo en un asistente de lujo, con tres pases definitorios ya en su haber. Se beneficia Molina, que cierra el año con una racha impresionante: cinco goles en tres jornadas consecutivas para un total de siete en Liga, más dos en Copa. Y todos sonríen.
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