Rearmados tras aprender la lección de plata

Resulta sencillo creerse en la cima del mundo cuando las cosas van bien. Al Eibar, siete cursos en Primera –alguno de ellos más cerca de plazas europeas que del descenso– le hicieron verse ahí. Sin embargo, en esto del fútbol el destino cambia en esas milésimas de segundo en las que un jugador mete o no la pierna, un árbitro señala tal o cual decisión, o un portero adivina el sitio al que irá un disparo. Y al Eibar, en 2021 se le vino el mundo encima.

Si difícil es soportar la caída, más aún lo es asumirla. Los armeros arrancaron el curso pasado con un plantel estelar y el cartel de favoritos al ascenso. Sin embargo, la Segunda dejó una lección que será buena también para Granada, Alavés y Levante. Los de Garitano no llegaron a consolidarse con mano de hierro en los dos primeros puestos y los últimos resultados, alguno de ellos dramático, los mandó a un 'play off' que parecía más condena que opción de regresar. El Girona eliminó al Eibar. Sin embargo, en Ipurua el dolor duró poco. Se fijaron una hoja de ruta en la que vuelve a reinar la humildad y el trabajo duro de los armeros. El golpe dejó una lección en el seno de un equipo aún más peligroso ahora que tiene los pies en la tierra.

Ese palo de no regresar a Primera habría acabado con muchos entrenadores, pero no con alguien adorado en Ipurua. Garitano sigue al mando de un equipo al que se ha reforzado con inteligencia. La meta vuelve a ser la misma, ascender por la vía directa, aunque este año haya más competencia. Dura prueba.

La lección no solo se aprendió en el verde, sino también en las oficinas. El mercado ha demostrado al Eibar que para dominar en Segunda y volver a Primera hay que bajarse al barro. Ojeando la plata, se han hecho con refuerzos como Juan Berrocal, José Ríos Reina, García de Albéniz, Peru Nolaskoain o Jon Bautista. Todos ellos jugaron en Segunda el pasado curso dejando buenas sensaciones. No se pudo retener a Edu Expósito, la gran pérdida de este verano en Ipurua, pero se ha convencido a Luca Zidane en portería y a Matheus, del Barcelona Atlétic.

Gaizka Garitano no va a poder quejarse de no contar con opciones en todas las líneas, sobre todo en portería y defensa. Cuenta con tres porteros que serían titulares en muchos equipos. Yoel sigue siendo un pilar del vestuario y ha arrancado como titular, aunque el año pasado ya acabó perdiendo los guantes en favor de Cantero, quien no lo hizo mal. Encima, este año llega Luca Zidane, libre tras acabar con un Rayo en el que dejó muchas sombras y alguna gran tarde.

Por delante también hay opciones. El sempiterno Arbilla cada vez es más central, dejando la banda derecha a Róber Correa y Tejero y la zurda a dos grandes refuerzos. Ríos Reina y García de Albéniz fueron las revelaciones del año en Segunda. En el centro, el luso Venancio ha empezado a gran nivel junto a Berrocal, pero a poco que Chema coja ritmo, habrá una dura pugna.

La baja de Edu Expósito ha derrumbado parte de los cimientos de este Eibar. En el doble pivote se mantiene Sergio Álvarez, ya sin su mejor socio. Garitano prueba a Matheus –brillante el último año en el filial del Barça–, pero también tiene la opción de Peru. Muchas más posibilidades en la línea de tres mediapuntas, con Corpas y Javi Muñoz como fijos y Stoichkov –21 goles el año pasado–, acostado en una banda. Aketxte mantiene en formol su legendario golpeo, pero es irregular de inicio. Algo parecido le pasa a Vadillo, recalado ahora en Ipurua. Rahmani y Quique González cierran la posición de extremo. En punta, Blanco Leschuk es la amenaza por su juego aéreo. Espera su momento Jon Bautista.

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