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Luis Milla, Maxime Gonalons y Ángel Montoro, los tres tenores del Granada de Robert Moreno. RAMÓN L. PÉREZ Y PEPE MARÍN
Granada CF

Una posible vuelta a los tres tenores

Medular ·

Montoro regresa al equipo contra el Cádiz tras su sanción y ofrece a Robert Moreno la alternativa de recuperar un centro del campo más poblado junto a Milla y Gonalons

Lunes, 6 de diciembre 2021, 23:48

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Había participado en todos los partidos de la temporada en Liga hasta que faltó frente al Alavés. Ángel Montoro cumplió ciclo de amonestaciones y su equipo lo notó; más allá del cansancio físico que el Granada acusó en la segunda mitad, tras momentos puntuales de buen fútbol en la primera con Gonalons y Milla al mando de las operaciones, Robert Moreno lamentó tras el encuentro la «falta de fluidez con balón» de los suyos. El valenciano, siempre entre algodones por su delicado físico a sus 33 años, no se perdió ningún choque anterior; en el que menos minutos tuvo, ante Osasuna, se sacó de la manga un disparo desde el centro del campo para llevarse un punto de El Sadar. Ahora, frente al Cádiz, vuelve a estar disponible para su entrenador y le da de paso nuevas alternativas para su dibujo.

Robert Moreno quiso desde verano que su equipo se desplegase en torno a un sistema 4-3-3 que, por otra parte, fue el más habitual en la tercera temporada de Diego Martínez. En aquella, con la histórica participación en la Europa League, el vigués apostó con claridad por los denominados como los 'tres tenores' de su plantilla: Maxime Gonalons, Ángel Montoro y Yangel Herrera. Apenas habían podido coincidir sobre el terreno de juego la campaña anterior por distintas circunstancias, entre las lesiones y la irrupción de Carlos Fernández, pero juntos encararon los compromisos de mayor exigencia del Granada el último curso. Tuvieron por refuerzo a un cuarto artista: Luis Milla. Sin embargo, su estreno en Primera se vio interrumpido por un molesto percance muscular.

Ya sin Yangel Herrera, Robert Moreno pretendió una vuelta de tuerca a ese 4-3-3 con Milla como protagonista junto a un refuerzo de su confianza, Monchu Rodríguez, por delante de Gonalons. Una apuesta más creativa en un equipo con una vocación distinta a la que tenía con Diego Martínez. Sin embargo, la fragilidad defensiva en las primeras jornadas forzó un reordenamiento en torno al 4-4-2 desde la visita a Balaídos.

Curiosamente –y es solo una curiosidad, porque no versa concretamente sobre este dibujo, que ni siquiera es su preferido– es el sistema que dio título al primer libro escrito por Robert Moreno años atrás: 'Mi receta del 4-4-2'. No fue una modificación tan evidente en los partidos posteriores porque el papel de segundo delantero junto a Luis Suárez, el atacante de mayor confianza del técnico, no fueron Carlos Bacca ni Jorge Molina sino Ángel Montoro. Convirtió al centrocampista en un jugador con libertad de movimientos con la pelota y la indicación de pisar área desde la segunda línea, con responsabilidad en la presión sobre la salida de balón rival. Un papel que también desempeñó, con algo más de naturalidad al tratarse de un mediapunta, Rubén Rochina frente al Real Madrid.

La plaga de lesiones en la medular que afectó a Yan Eteki, Maxime Gonalons, Isma Ruiz y Luis Milla obligó a Robert Moreno a retrasar de nuevo a Ángel Montoro al doble pivote junto a Monchu Rodríguez, los únicos aptos en la visita al Espanyol. La recuperación del galo en el último parón por selecciones le devolvió a la titularidad indiscutible que ostenta por su calidad y jerarquía y de hecho disputó todos los minutos contra Athletic y Alavés después de una hora de juego prudencial contra el Real Madrid en Los Cármenes.

La primera ronda de la Copa del Rey, con la visita al Laguna, permitió que Luis Milla volviese a tener minutos después de cinco semanas ausente por el esguince de rodilla que le provocó el levantinista Cantero cuando el madrileño gozaba de su mejor momento de forma en la campaña, disipadas las dudas tras perderse la segunda mitad de la anterior. Milla volvió al Heliodoro Rodríguez López, donde se ganó el fichaje por el Granada como futbolista del Tenerife, y entre aplausos de cariño convenció a su entrenador de que estaba preparado para la titularidad contra el Alavés junto a Gonalons. Entre ambos dirigieron al equipo en sus mejores minutos de juego hasta que se les acabó la gasolina; de hecho, Milla tuvo que ser sustituido con calambres a falta de diez minutos. Algo normal tras cinco semanas fuera del equipo y que no le condicionará para volver a ser de la partida en el próximo encuentro de Liga.

Una decisión importante

De cara a la trascendental visita al Nuevo Mirandilla de Cádiz, Robert Moreno deberá tomar varias decisiones importantes. La primera de ella es si vuelve a reunir de inicio, como solía hacer hasta las lesiones de Gonalons y Milla, a los tres mejores centrocampistas de su plantilla. La segunda, si lo hace de nuevo en torno al 4-3-3 de inicio de temporada o si devuelve a Montoro al rol de segunda punta que tuviese que abandonar luego por las circunstancias. En cualquier caso, adelantado o retrasado, esta mezcla conllevaría la pérdida de un atacante: ya sea este Jorge Molina o un extremo para dejar en una banda a Luis Suárez.

Cervera, cuestionado

En el plan específico que prepare el entrenador para el derbi andaluz influirán las características del rival. El Cádiz de Álvaro Cervera es un equipo con una identidad muy marcada desde que el técnico se hiciera cargo del mismo en abril de 2016, en Segunda B. Se trata de un conjunto eminentemente contragolpeador que prefiere actuar replegado, muy protegido, con bajísimos porcentajes de posesión. A priori, concederá al Granada el dominio de la pelota, algo que Robert Moreno asume de cara a plantearse la reunión de sus tres centrocampistas o si mantiene a dos delanteros naturales en punta.

Sin embargo, la predisposición del Cádiz en el partido puede variar si Álvaro Cervera intenta que su equipo sea más dominante ante la urgencia que el encuentro le presenta. Su equipo ha caído a puestos de descenso tras encadenar tres derrotas consecutivas con terribles sensaciones. El presidente Manuel Vizcaíno, de hecho, ya contempla alternativas para el puesto de entrenador pese a la autoridad de Cervera. Se encuentra más tranquilo, aunque no mucho, Robert Moreno en el Granada. Una derrota volvería a mermar su crédito.

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