«Escribá escucha las opiniones ajenas; no cree saber más que nadie»
El analista táctico del actual entrenador del Granada en el conjunto maño, Álex Sosa, rememora el paso del valenciano por La Romareda
Todas las personas que coincidieron con Fran Escribá en el Zaragoza hablan bien de él. El actual entrenador del Granada vuelve a visitar al último equipo al que entrenó antes de enrolarse en el conjunto rojiblanco, por la Copa del Rey en esta ocasión, y recibirá nuevas muestras de cariño por su etapa allí aunque concluyera con su destitución. «Habría deseado un proyecto a largo plazo, pero las expectativas del club y de la afición son muy grandes y empezar la temporada pasada con cinco victorias consecutivas las aumentó más de lo normal incluso, al punto de que una racha negativa habitual en Segunda le costó el puesto», explica Álex Sosa, quien fuera su analista táctico en el club maño.
«Fran Escribá es una persona excepcional, tuve muy buena experiencia con él», admite este profesional del fútbol, de origen guatemalteco pero formado en el Zaragoza desde sus categorías inferiores hasta alcanzar su primer equipo en 2015. Dejó el club el pasado verano, no obstante, y ahora integra el cuerpo técnico de la selección nacional de Panamá con el desafío de la clasificación para el próximo Mundial. «No le conocía de antes, pero demostró ser un tipo con mucho sentido común y, en una entidad tan vertiginosa a veces, nos hizo muy llevadero el día a día. No entró como un elefante en una cacharrería, sino todo lo contrario, y generó un ambiente bastante positivo y con muy buen humor sobre todo», apunta sobre su llegada como reemplazo de Juan Carlos Carcedo en noviembre de 2022.
«Escribá es un entrenador que delega mucho en las distintas áreas, porque sabe rodearse bien, y transmite mucha confianza en el 'staff'. Su cercanía permite que todos los que trabajan con él den un rendimiento extra personal», alaba Sosa. «Sabe tener mano izquierda, algo que no es fácil en el fútbol realmente, y lo compagina bien con el liderazgo nato que tiene sin perder la humanidad. No tuve muchos entrenadores como él allí. Escucha las opiniones ajenas, porque no cree saber más que nadie, y, a partir de ahí, toma decisiones», resalta.
Sosa rememora los inicios tan curiosos que tuvo junto a Escribá. «Compartimos sus primeros partidos en el Zaragoza en una cabina porque arrastraba una sanción de su etapa anterior en el Elche», desvela. «Así, un poco a la fuerza, fuimos teniendo un trato más estrecho. Además, los analistas solemos pasar muchas horas con el entrenador y su segundo, que también era David Generelo allí, y daba gusto trabajar con ellos», confiesa. «Era muy fácil tratar con Fran, entre otras razones porque tenía mucha capacidad para desconectar del fútbol y hablar de cualquier otra cosa durante las comidas por ejemplo», rescata.
«Una de las virtudes de Escribá como entrenador es que analiza a los rivales de una forma bastante efectiva», subraya Sosa. «Gracias a ello, y al tener claro lo que quiere hacer, luego enfoca las sesiones de entrenamiento de maneras muy específicas; otros entrenadores, en cambio, rizan más el rizo y eso les lleva a desgastarse», asegura. «Es un técnico bastante táctico y le gusta mucho saber todos los detalles posibles sobre los adversarios. No hacíamos nada anómalo, pero sí que le daba mucha importancia a los análisis individualizados de los futbolistas. Con todo, tampoco es que se volviera loco; lo primordial siempre era su propio equipo», indica.
Los peores momentos
Acerca de los peores momentos del actual entrenador del Granada en el Zaragoza, el analista recalca que «siempre fue un señor y eso, lamentablemente, no es lo normal». «No cambió en nada su forma de ser ni de enfocar su trabajo durante las últimas semanas previas a su destitución, cuando ya empezaba a haber runrún. Otros prefieren aislarse, pero él mantuvo la dinámica habitual aunque tratara de revertir la situación. Todos en el club destacamos que, más allá de los resultados, la situación no le superó en ningún momento», destaca.
Álex Sosa y Fran Escribá mantienen la amistad, y su antiguo analista comparte la ilusión del técnico «por devolver al Granada a Primera». «Tiene un gran equipo que le da muchos recursos, por ejemplo, para probar el rombo que también le gustaba como idea en Zaragoza aunque no llegara a emplearlo», anota. Sobre la Copa del Rey, asegura que el técnico «le da la misma importancia que a la Liga» a pesar de las eliminaciones que allí vivió contra el Diocesano de Segunda RFEF y el Atzeneta de Tercera RFEF en las primeras rondas de las dos últimas ediciones. «Será un partido atractivo entre dos equipos muy ofensivos aunque varíen futbolistas. Además, seguro que Fran tiene clavada la espinita de ganar en La Romareda», sugiere.
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