Motril reivindica su fútbol con un grafiti en el Escribano Castilla
Los entrenadores Miguel Novo y Wilder Barcos, el jugador Paco Milán y el utillero Fausto, entre los reconocidos junto a la afición
José Antonio Salvador
Motril
Viernes, 19 de julio 2024, 19:46
Un espectacular y emotivo grafiti recibirá al Granada y al Almería por su partido amistoso en el estadio municipal Escribano Castilla de Motril este sábado. La obra del artista Mario Mazo, que concluirá minutos antes de que eche a rodar el balón con motivo de la ocasión, viene a homenajear la historia del fútbol local con el reconocimiento a cuatro protagonistas emblemáticos además de la propia afición: los entrenadores Miguel Novo y Wilder Barcos, el jugador Paco Milán y el utillero Fausto.
De entre ellos, es Miguel Novo el único aún en vida. El entrenador fue el primer sorprendido al recibir la noticia por IDEAL al citarle frente al mural este mismo viernes: «La verdad es que no sabía nada, aunque he de reconocer que siempre es un honor que se acuerden de ti, y mucho más si este tipo de homenajes se hacen en vida y a la vez lo puedo disfrutar junto a los míos». «Tengo que dar las gracias a las personas que se acordaron de mí para ilustrar los aledaños del municipal Escribano Castilla; fue un honor, y lo es todavía, entrenar al equipo de la ciudad que me vio nacer y no olvidaré nunca este detalle», puntualizó sensiblemente emocionado.
Novo, nacido en 1954, jugó durante más de una década en el CD Motril hasta convertirse en uno de sus clásicos, entrenando posteriormente en varias etapas al Motril CF hasta ostentar el récord de temporadas -con once- y partidos al frente del mismo. Fue el primer entrenador que lo llevó a una fase de ascenso a Segunda B y el único que consiguió el ascenso, en la campaña 1996/97. En la categoría de bronce lo dirigió durante los cursos 1997/98 y 2000/01, consiguiendo en ambos la permanencia. La historia del fútbol motrileño no se entendería sin él.
El artista encargado del grafiti, Mario Mazo, se define como «colombiano, motrileño, un 5% playero y el resto, gitano». «Llevo 17 meses en la ciudad y ya me siento de aquí«, justifica. La propuesta le llegó a través del concejal de Deportes del Ayuntamiento de Motril, Daniel Ortega: »No pude negarme; es una forma magnífica de reconocer a la afición motrileña y a algunos jugadores y entrenadores relevantes de la historia del club. Son cuatro leyendas del fútbol y del deporte local que derrocharon sudor por su escudo y ahora yo eso lo traduzco en color y alegría». Para entender su pasión por este noble arte solo hay que analizar sus palabras: «Me apasiona que la gente alucine con la mezcla de colores en lo que hago y espero que llegue el sentimiento a los aficionados como antes lo hice con otros trabajos que realicé en la ciudad».
El máximo edil del deporte municipal motrileño, Daniel Ortega, explicó esta novedosa idea como su precursor: «Ya tenía esta ilusión antes de entrar en política. Los grafitis son una de las fórmulas más bonitas de decorar una instalación, y en este caso se puede materializar la idea gracias al artista adecuado. Mario Mazo plasma realismos espectaculares para, en este caso, reconocer a cuatro motrileños que destacaron en el fútbol de nuestra localidad». Preguntado por lo complicado de la elección, no tuvo dudas: «Me crie a las espaldas del Escribano Castilla. Mi padre me llevaba al fútbol y me contaba maravillas de ellos, y ahora que puedo hacer algo desde mi lugar en el Ayuntamiento, quería agradecerles parte de lo que nos hicieron disfrutar. Motril se acuerda de esas personas y ojalá les llegue a las familias el cariño que queremos mostrarles», matizó. También añadió que «hay mucho espacio aún disponible«, por lo que seguirá »homenajeando a más gente que se desvivió por los colores azules y blancos y que seguro que valoran el gesto».
Los otros tres elegidos
Además de Miguel Novo, también los otros tres elegidos para figurar en el grafiti de Mario Mazo dejaron su huella en la historia del fútbol motrileño. El otro entrenador, el uruguayo Wilder Barcos, fue un trotamundos que llegó a la localidad por primera vez en 1979 para dirigir al CD Motril durante dos temporadas en Tercera, siendo también cinco años después el primer técnico del nuevo Motril CF. Siempre se caracterizó por dar oportunidades a los jugadores de la cantera, entrenando también al filial o a equipos del Costa Tropical. Falleció en Motril hace tres años.
El almeriense Francisco Milán fue un jugador de una calidad técnica exquisita, y no en vano procedía del fútbol sala, habiendo llegado incluso a ser internacional absoluto. Firmó por el Motril en 1996 procedente del Poli Ejido, con experiencia en Segunda B por su paso por el propio Almería, el Aranjuez o el Mensajero, debutando incluso en Segunda con el Sabadell. Nada más llegar, se convirtió en el gran estandarte del equipo que consiguió el ascenso a Segunda B como su máximo goleador y conectó perfectamente con la afición motrileña, que se rindió a su clase y carisma. También resultó clave a la siguiente temporada para que el equipo blanquiazul consiguiese la permanencia en la categoría de bronce. Un cáncer de pulmón se lo llevó prematuramente, con 29 años, el 31 de diciembre de 1998 mientras jugaba en el Maracena.
Ni entrenaba ni jugaba, pero también el utillero Fausto se hizo de querer por la afición del Motril. Madrileño, la empresa Ginés Navarro le llevó a la localidad en 1979 y nueve años después ingresó en el Motril CF desempeñando las labores de masajista al principio. Permaneció en el club durante dos décadas, viviendo el paso del mismo por Preferente, Tercera y Segunda B. Falleció en Motril a los 77 años.
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