«Monchu está en un proceso de adaptación»
Debutante ·
Francisco García Pimienta, entrenador del ahora centrocampista del Granada en las categorías inferiores del FC Barcelona, analiza su estreno en PrimeraMonchu Rodríguez no está viviendo el estreno en Primera división que habría soñado. Robert Moreno, que le conocía de las categorías inferiores del FC Barcelona, vio en él a un aliado perfecto para su estilo de juego. Le hizo debutar con los noventa minutos en el Estadio de la Cerámica, donde tiró dos sombreros en su primera acción con balón, y se mantuvo como titular en las tablas posteriores frente al Valencia en Los Cármenes. Ese día, un impacto con Racic le abrió una brecha en el párpado que forzó su sustitución al intermedio.
Su protagonismo ha ido a menos desde entonces, sin un peso específico en la medular y cada vez más inadvertido. Pagó la delicada situación del equipo con una desaparición progresiva en los planes del entrenador: apenas suma algo más de una hora de juego entre los tres últimos partidos. Ahora, lesionados Gonalons, Eteki e Isma Ruiz, debe asumir galones en el centro del campo junto a Milla y Montoro, únicos disponibles.
Francisco García Pimienta, su entrenador en el Juvenil A y el filial del FC Barcelona, está convencido de que «hará carrera en Primera». «Pongo la mano en el fuego por él; me lo llevaría conmigo a cualquier equipo», subraya. Asegura que Monchu no llegó tarde a un solo entrenamiento, charla o comida mientras le entrenó. «A veces incluso se quedaba fuera hasta que le decíamos que podía pasar. Jamás se durmió. Algunos jugadores jóvenes que sí tenían problemas con la puntualidad querían compartir habitación con él para ir a su ritmo», desvela a IDEAL. «Luego, además, siempre entrenó al máximo; no es 'caradura'. Es un profesional perfecto para el fútbol, como la copa de un pino, que encima tiene talento», afirma.
«Está inmerso en un proceso de adaptación natural por su edad. Jugar en Primera división es muy difícil», observa García Pimienta. «No comparto que le esté costando tanto el salto a Primera; puede hacerlo mejor, pero ha dado un buen rendimiento cuando ha sido titular. Robert está confiando en él y si no le diese lo que le pide, no le pondría; todos se están jugando mucho», asume el preparador, en paro desde junio tras quince años en las categorías inferiores del FC Barcelona. «Es un gran fichaje, un futbolista de presente, pero también un proyecto a medio plazo», recuerda.
El entrenador, no obstante, entiende su pérdida de protagonismo ante compañeros más veteranos en un momento delicado. «Es comprensible que Gonalons, Montoro, Milla o Rochina jueguen antes por su experiencia; solo tiene 22 años. Hasta ahora había sido titular siempre y es difícil asumir la realidad del fútbol, pero debe trabajar hasta que llegue su momento. Hay que tener paciencia con él. Cuando el equipo esté más tranquilo, terminará rindiendo con más minutos», expresa convencido Francisco García Pimienta.
«Era un líder»
Su exentrenador no esconde que Monchu Rodríguez es uno de los jugadores con los que «más 'feeling'» ha tenido en su carrera. «Guardo un sentimiento especial por él y mantenemos el contacto; le ayudé en todos los sentidos», confiesa. Siempre fue indiscutible con él, incluso capitán. «Era un líder desde el ejemplo. Su grandeza es que, más allá de la calidad que tiene, cuenta con la garra necesaria para el fútbol. Marcaba territorio con su agresividad y abarcaba mucho campo, además de ser muy inteligente tácticamente», valora. «Le cogía aparte y le exigía. Hablando con él parece que no se entera de nada, pero luego no pierde detalle», bromea.
«El Barça forma a muchos jugadores a los que luego les cuesta fuera; no es su caso. Puede adaptarse a cualquier estilo de juego», defiende, enamorado de él desde que era infantil e integraba la brillante generación culé de 1999, junto a otros como Riqui Puig, Ronald Araújo u Óscar Mingueza. Monchu no tuvo la oportunidad con el primer equipo -o al menos la continuidad ya que debutó en Champions contra el Nápoles en la 2019/20- que otros sí. «Hizo méritos», lamenta García Pimienta. Le tiene toda la fe del mundo.
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