Medina y la 'Operación Fracaso'
Siga o no el técnico, lo que queda es chequear la valía de los jugadores llamados al estar el curso que viene, sin renunciar a la competitividad
Alexander Medina dirigió la sesión de trabajo del Granada este lunes, como es rutinario, pero sí ocurrió algo llamativo, fuera premeditado o casual. El club difundió su mensaje habitual en redes sociales con el plan de entrenamientos día a día y en ninguna de las fotos del calendario que emplea aparece la imagen del uruguayo, algo que sí había ocurrido en todas las semanas anteriores desde su llegada. Más allá de esta anécdota, el futuro del 'Cacique' sigue generando un debate interno, aunque el margen para tomar una decisión firme sea escaso debido a que el equipo tiene que viajar el viernes a Mallorca para medirse el sábado al conjunto bermellón. No sería la primera vez en la entidad que se sustituye a un técnico y le dan escasos días al sucesor para preparar un encuentro. Al cierre de esta edición, todo seguía igual. Hay que recordar que después hay un parón de selecciones.
Siga o no el técnico, lo que queda es una larga travesía por el desierto en la que propiedad y dirección se han de preparar para sentir una censura similar por parte de la afición a la del encuentro con la Real. Se quiera o no, el aumento de decibelios estará relacionado con el rendimiento del equipo, que si al menos mejora en resultados aplacará durante algunos momentos la desazón de los seguidores, cuya paciencia se ha colmado mientras asimilan que el conjunto masculino, salvo milagro, jugará en Segunda la próxima temporada, bajando como el peor Granada en Primera de todos los tiempos.
Continúe o no Medina, algo que también impactará en quienes lo eligieron, los meses restantes de Liga tienen una utilidad fundamental: chequear la valía de los jugadores llamados a estar el curso que viene, sin renunciar a que sus rendimientos individuales propicien una competitividad colectiva.
Se trata de huir de la 'Operación Fracaso' y que la dinámica se altere. Ver el grado de implicación de aquellos que tienen contrato y son susceptibles de aceptar el pulso en la 'división de plata' para volver pronto a la máxima categoría. También, qué mercado tienen aquellos que no se sientan involucrados en el proyecto de retorno, aunque antes tendrán que evitar que su cotización se desplome por debajo de lo pagado.
También, chequear el nivel de algunos de los nuevos que, por falta de forma o adaptación, todavía atraviesan un periodo de prueba, como Theo Corbeanu y Kamil Józwiak. Tantear qué tienen pensado hacer futbolistas como Augusto Batalla, que obligaría a una negociación alternativa con River Plate si no se da el supuesto de la salvación; o Bruno Méndez, con opción de escape. Menos probable se antoja que el Granada quiera pagar por Kamil Piatkowksi visto lo visto, mientras que no maneja cláusulas ni con Facu Pellistri (que sí está brillando) ni con Faitout Maouassa, que asomó en Montjuic para luego desvanecerse. Antes de que todo acabe, el club tendrá que tener una idea clara de lo que pasa por la cabeza de Uzuni, Boyé o Sergio Ruiz, sin olvidar a jóvenes como Gonzalo Villar, Óscar Melendo y Martin Hongla. De otros se esperan menos tentativas y pueden ser la base sobre la que edificar, aunque acaben vínculo instituciones como Puertas y un canterano, Torrente. Sobrevolando, quién diseñará todo. Si Matteo Tognozzi en la comisión deportiva u otro. Todo ello conducirá a saber quién será el inquilino del banquillo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
