Machís, el sexto fichaje invernal
Traspaso frustrado ·
El venezolano se reincorpora tras frustrarse su traspaso al Charlotte de la MLS por su causa judicial abiertas en EspañaSemioculto en el interior de su vehículo deportivo por la capucha de una sudadera blanca, Darwin Machís regresó ayer a la Ciudad Deportiva con el rostro ensombrecido. Solo le sacó una sonrisa el abrazo de aquellos integrantes del club a los que no esperaba volver a ver, al menos tan pronto, como al secretario técnico David Comamala, que le recibió con cariño en el acceso a la instalación. El venezolano se reincorporó, después de dos semanas en Estados Unidos, a la disciplina de Robert Moreno, una vez que se frustró su traspaso al Charlotte, de la MLS, debido a la causas judicial que mantiene abierta en España. La patronal de clubes norteamericana pretendía incluir una serie de cláusulas en su contrato que disgustaban al jugador, que podían ejecutarse en caso de salir condenado.
Machís fue pasado en el Granada y ahora vuelve a ser presente, aunque aún esté por ver con qué papel le reintegrará Robert Moreno y si el jugador consigue desbloquear sus asuntos pendientes tras aquella presunta agresión en Churriana de la Vega en la que se vio implicado. Muchos aficionados ya se despidieron de él en redes sociales, sin aguardar a la oficialidad ya que el propio club daba por hecho el traspaso, al haber alcanzado un acuerdo con el Charlotte por un montante en torno a los cinco millones de euros. Machís, de hecho, estuvo ejercitándose en las instalaciones del equipo de la MLS, después de superar el reconocimiento médico.
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«No he tenido al mejor Machís», llegó a reconocer Robert Moreno antes de visitar el Bernabéu. «Ha marcado varios años maravillosos en el Granada, pero quería salir y cuando tienes eso en la cabeza se ve en el rendimiento. Lo mejor era buscar una solución», expuso el entrenador, franco. Ahora se reencuentra con él con la intención de reconducirle en busca de su mejor versión, esa que sí extrajo Diego Martínez. «Dará más competitividad y hará subir el nivel del equipo», señaló el director deportivo del club, Pep Boada, al admitir la vuelta del futbolista al equipo el pasado viernes durante la presentación de Uzuni. Su marcha se frustró, al menos de momento, ya que el mercado de los norteamericanos permanece abierto hasta final de mes, aunque la esperanza de salida es remota.
Un clon en su sitio
Machís permanece ligado a los rojiblancos hasta el 30 de junio de 2023. Se ha encontrado con un nuevo compañero, del mismo perfil. Uzuni ha desempeñado, en las dos actuaciones que acumula con el equipo, un rol muy similar al de Machís, responsable de la banda izquierda aunque con libertad para moverse por el ataque y alternar incluso con Luis Suárez. Recuerda al '11' –que mantiene su dorsal– en fisonomía y movimientos, como en la jugada que intentó en la segunda parte del choque contra la Real Sociedad al adentrarse en diagonal hacia la frontal desde el costado zurdo para buscar un disparo que se marchó a las nubes, en un ensayo más propio del rugby. No trató de imitar a Machís sino a Cristiano Ronaldo, su ídolo de la infancia, uno de los futbolistas que han patentado esa acción que el venezolano bordó en Los Cármenes como en su último gol de rojiblanco, el pasado 22 de diciembre al Atlético de Madrid.
La irregularidad ha marcado el desempeño de Machís esta temporada, aquejado de demasiadas lesiones musculares que, a menudo, suelen estar relacionadas con aspectos que van más allá de los terrenos de juego y merman la confianza de los futbolistas. Curiosamente, el de Tucupita no gozó de un solo minuto en los tres primeros triunfos del Granada este curso, ante Sevilla, Levante y Alavés. Sí fue de la partida ante Mallorca y Atlético, con un papel determinante en este último, al igualar pasado el cuarto de hora con un golazo el tanto en los primeros segundos de Joao Félix. Se mantuvo como titular ante Elche, Barcelona y Getafe, pero ante culés y azulones fue reemplazado a falta de veinte minutos con marcador en contra. Fue suplente en la derrota ante Osasuna, reclamado en la recta final sin efecto. Cruzó el Atlántico pocas horas después y pensó que no volvería, pero ha regresado. No es la primera vez.
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