Una familia más unida que nunca
IDEAL en Albania ·
El Granada deja atrás su primer viaje del curso, el que arrancó una aventura europea que todos los miembros del club esperan que sea larga«No ha sido tan fácil», concluían la mayoría de los rojiblancos consultados informalmente por IDEAL al terminar el partido entre el Teuta y el Granada. Y no lo fue, aunque el resultado y el goteo de goles dicten lo contrario. Primero, porque fue el primer gran desplazamiento del club esta temporada, en un país del este de Europa, para disputar un encuentro ya marcado para la historia, pero en unas condiciones peculiares. Un campo donde se aplican con laxitud las medidas sanitarias que impone la UEFA por la pandemia, sobre un césped muy verdoso pero alto y bacheado, que ni siquiera se regó tras el descanso. En esas condiciones, el comportamiento del equipo fue ejemplar, como también el de todos los expedicionarios, cada cual en su parcela, esmerados por dejar en todo lo alto el nombre del club. «Cómo va a cambiar algo el nuevo presidente chino si todo funciona a la perfección», bromeaba alguien de dentro.
Un acontecimiento como el celebrado, ese pequeño gran paso hacia la fase de grupos de la Europa League, no se festejó con champán pero sí con una foto colectiva de la que no se quedó fuera casi nadie. Apenas el que la captaba para el club, Pepe Villoslada, y Lola Martelli, la nueva encargada de las relaciones con UEFA. El cuerpo técnico ha crecido esta campaña con la suma de gente de valor como José Alfonso Morcillo, mientras que la dirección deportiva empieza a hacerlo ya con Fran Sánchez tomando decisiones necesarias para que sea más operativa. Hace unas cuentas semanas agregó a Luis González Casas como secretario técnico, quien había sido mano derecha de Mauro Pérez en el Albacete. Sánchez coincidió con Casas en el Elche. Ha tenido también experiencias como segundo entrenador y como primero en el UCAM Murcia. Aportará su conocimiento para la planificación. Las miras, como se ha dejado claro, están puestas en un delantero, con Luis Javier Suárez aún en la mirilla, y algún retoque atrás.
El grado de acierto en las contrataciones está siendo alto. El ojo clínico de Diego Martínez a la hora de comunicar sus preferencias está siendo determinante. Se vio con Milla en Liga, que empieza a justificar los 5 millones invertidos, y continúa la tendencia con Robert Kenedy. «Esas cualidades hay que saberlas ver», comentó Diego Martínez en una charla con los cuatro profesionales de los medios desplazados. Lo cierto es que el brasileño apenas jugó en la segunda vuelta de la Liga durante su cesión en Getafe, pero el gallego ya había percibido algo.
Los únicos motivos para preocuparse estaban en las molestias que acarree el Niko Dovana. Evidentes son las del propio brasileño, quejoso de las piernas. «Esperamos que sólo sean sobrecargas», deseó un integrante de los nazaríes. Menos alarma generó Domingos, al que se le salió el hombro. «Ese jugaría aunque le cortaran el brazo», sonrió otro viajero de la entidad. Tipo duro, sólo dijo «venid, ponédmelo» cuando se le salió a los miembros del cuerpo médico que estaban en el área técnica durante el encuentro. Sin público, se escucha casi todo, como cuando Puertas protestó al no subir el 0-5 al marcador. «'Referee', se han chocado», acertó a soltar.
Todo le sale bien al 'chamán' de un tiempo a esta parte, atento porque se le viene encima un denso calendario con retos cada jueves y domingo. Para él, que da tanta importancia a los valores colectivos, observar la unidad que hay dentro y fuera del vestuario le hace sentir orgulloso. Una familia bien avenida que tolera los sobresaltos de la propiedad y que se prepara para rutas futuras. De momento, los desafíos serán en un lugar familiar, pero antes de pensar en Europa, el vigués otea al Alavés. Siempre así. Partido a partido, saboreando cada éxito. El de una institución cohesionada y en una misma dirección también lo es.
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