Siete pecados capitales en la eliminación del Granada
Tragedia ·
Los rojiblancos tuvieron pie y medio en las semifinales hasta el gol de Griezmann a los 88 minutos que desencadenó todoLas lágrimas en el vestuario del Granada tras la eliminación fueron de frustración y rabia. Un dolor muy profundo, todavía inexplicable, que ninguno podía disimular. Cuatro minutos de juego, los que van del 88' al 92', del primer gol de Griezmann al empate de Jordi Alba, arruinaron la memorable actuación de unos futbolistas que resistieron contra viento y marea y supieron aprovechar sus escasísimas oportunidades para tomar una ventaja de dos goles contra el rival todopoderoso. Una gesta frustrada en el añadido, ya con los rojiblancos en reserva, conducidos sin remedio hacia una prórroga agónica tras un mazazo desmoralizante que culminó con la eliminación de los cuartos de final de la Copa del Rey tras rozar con la yema de los dedos la semifinal.
Los futbolistas del Granada se rebelaron contra los acontecimientos, heridos en su orgullo al ver cómo la eliminatoria daba la vuelta. Hubo varios enfrentamientos entre los banquillos –y gradas- que ocupaban los integrantes del equipo rojiblanco y el FC Barcelona. Durante el partido se saldó con las expulsiones de Jesús Pérez, utillero del Granada; y Alfred Schreuder, ayudante de Ronald Koeman. Pero hubo mucho más. Según pudieron captar las cámaras de Mediaset, encargada de retransmitir el partido en abierto para Telecinco, los contrincantes se hicieron múltiples reproches durante el partido.
Uno de los futbolistas del Granada más encendidos fue Roberto Soldado, que pidió a los integrantes del FC Barcelona algo más de «humildad y respeto». Todo vino por la celebración de los goles del conjunto blaugrana. En las imágenes se comprueba cómo Ronald Koeman los festejó con especial euforia, algo que entra dentro de lo normal, pero dirigiéndose hacia la grada que ocupaban los futbolistas del Granada, que no cejaron en su apoyo a sus compañeros. El pase parecía hecho, pero el fútbol mostró su cara más cruel.
UNO
Agotamiento
Los futbolistas del Granada iniciaron el partido ya de por sí cansados, como reflejó su entrenador, y con el paso de los minutos no pudieron más que agotarse. El constante asedio al que el FC Barcelona les sometió, saldado sin goles en contra de forma milagrosa hasta el minuto 88 de partido, hizo mella sobre todo en la prórroga, cuando aunque el Granada consiguió empatar a tres con el penalti de Fede Vico, apenas le quedó energía.
DOS
Relevos improductivos
Diego Martínez se vio obligado a realizar dos sustituciones al descanso, las de Foulquier y Darwin Machís por Víctor Díaz y Kenedy por distintas molestias. El francés sufrió a su espalda el primer gol de Griezmann y los dos de Jordi Alba, mientras que al venezolano se le vio falta de chispa al igual que a Luis Suárez. La entrada de Vallejo como pivote no contribuyó al orden en el centro del campo. Tampoco Fede Vico aportó pausa.
TRES
Tensión en aumento
El FC Barcelona se volcó con todo a por el empate, por momentos con Araújo en punta y De Jong y Riqui Puig cerrando atrás, y fruto de esa presión se desencadenó una tensión que terminó superando al Granada. Pese a que los rojiblancos completaron un inmaculado ejercicio de resistencia defensiva hasta el primer tanto encajado, terminaron acuartelados en su área y con cierto pánico hasta el empate de Jordi Alba.
CUATRO
Fortuna esquiva
Resultaba imposible eliminar al FC Barcelona sin la suerte de su lado, y el Granada la tuvo durante 88 minutos. Las fantásticas paradas de Aarón Escandell y tres lanzamientos a los postes de Trincao, Dembélé y Messi parecían indicar que el Granada estaba aliado con la fortuna. Sin embargo, esta se tornó esquiva en el 2-1 de Griezmann, con ayuda del poste y rebote en Aarón, para desgracia de todos.
CINCO
Ocasión de Suárez
A pesar del mazazo del empate del FC Barcelona en el minuto 92, Luis Suárez tuvo una ocasión inmejorable apenas unos segundos más tarde al contragolpe. El colombiano ganó a Araújo en la carrera y, solo frente a Ter Stegen pero escorado, no acertó con un disparo cruzado potente que se marchó muy cerca del segundo palo del portero. Habría puesto punto y final al partido tras el empate.
SEIS
Heridos en la prórroga
El Granada había hecho lo más difícil, que era conseguir una ventaja de 2-0 sobre el FC Barcelona, y el empate hacia la posterior prórroga fue un golpe demasiado duro para su moral. Exhausto en lo físico, al equipo le quedó todavía el orgullo para igualar el tanto de Griezmann a los cien minutos. No quedó más esperanza tras los de Jordi Alba y De Jong en la segunda mitad del periodo extra de eliminatoria.
SIETE
Leo Messi
Parecía que no era su noche y que incluso se había hecho daño en un tobillo durante la primera mitad, pero Leo Messi terminó imponiendo su superioridad futbolística e intelectual a la hora de leer el fútbol. No le hizo falta ni siquiera marcar uno de tantos goles que intentó. Sirvió dos balones espléndidos a la espalda de Foulquier para forzar la prórroga y un rechace de Aarón a disparo suyo lo empujó De Jong.
Los cuatro capitanes, de inicio
Diego Martínez sabía que sus futbolistas necesitarían personalidad para hacer frente al desafío de medirse a todo un FC Barcelona descosidos de bajas y con la gasolina justa. También para afrontar las distintas situaciones que se darían en el partido, asumida la superioridad natural de un conjunto liderado por Messi junto a otro puñado de algunos de los mejores futbolistas del planeta. Una pátina de carácter que el vigués imprimió en su alineación inicial con la inclusión de los cuatro capitanes de la plantilla: Víctor Díaz, Germán Sánchez, Ángel Montoro y Roberto Soldado.
Tras completar a buen nivel el partido de octavos de final contra el Navalcarnero, Víctor Díaz regresó a la titularidad por la Copa del Rey pero tuvo que ser sustituido en el descanso por nuevas molestias aún por evaluar. Le acompañó en la zaga Germán Sánchez, que había descansado en Liga frente al Celta de Vigo para que entrase Jesús Vallejo, más rápido ante las oleadas de Iago Aspas, Santi Mina y compañía. En la medular y junto a Eteki, y porque tampoco había otro disponible, se mantuvo Ángel Montoro, que volvió a exhibir su calidad a lo largo de los 120 minutos. Fue quien asistió con brillantez a Roberto Soldado, el cuarto capitán de la plantilla, para que en una nueva exhibición de velocidad punta patentada este curso definiera luego como los grandes profesionales del área ante Ter Stegen en el 2-0.
Soldado y Kenedy fueron las dos únicas excepciones en una curiosidad muy particular de la alineación que jugó de inicio frente al Barcelona. Nueve de sus once integrantes militaban hace dos temporadas en Segunda división, algo que redimensiona la proeza del equipo comandado por Diego Martínez en estas dos temporadas y en esta última noche de fútbol. Fueron héroes del ascenso Víctor Díaz, Germán Sánchez, Ángel Montoro, Antonio Puertas, Aarón Escandell y Carlos Neva, este aún en el Recreativo de Segunda B aunque entrenase con el primer equipo; mientras que Domingos Duarte jugaba en el Deportivo de la Coruña, Yan Eteki lo hacía en el Almería y Alberto Soro en el Zaragoza. En aquella 2018/19, Soldado seguía en el Fenerbahce turco y Kenedy se buscaba la vida cedido en el Newcastle inglés.
De refresco salieron otro héroe del ascenso como Fede Vico y Luis Suárez, que también jugaba en Segunda pero en el Nàstic de Tarragona; junto a otros que sí disputaban hace dos temporadas la máxima categoría en distintos países. Foulquier estaba en el Getafe, Vallejo en el Real Madrid y Nehuén Pérez en Argentinos Juniors.
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