«Soro es un futbolista en constante movimiento»
Perfil ·
Víctor Fernández y Lucas Alcaraz, que dirigieron al nuevo jugador del Granada en el Zaragoza, lo describen para IDEALAlberto Soro (Ejea de los Caballeros, 1999) es un zaragocista de toda la vida, mañico y orgulloso, que lo mejor que pudo hacer por el club de su vida fue abandonarlo. El Real Madrid pagó por él 2,5 millones de euros hace un año, una cantidad que dio oxígeno al Zaragoza para hacer frente a sus deudas -una cantidad próxima a la que ha pagado el Granada para firmarle las próximas cinco campañas-. El propio futbolista exigió en aquel traspaso seguir cedido un año más en el equipo con el que acababa de debutar en Segunda apenas unos meses atrás, con 19 años y sin pasar por el filial, bajo el compromiso de llevarlo a Primera división junto a una leyenda de la entidad como Víctor Fernández en la dirección. Una historia similar a la de Jesús Vallejo años atrás. El 'play off' echó por tierra ese sueño y ahora, firmado por el Granada, debe afrontar el reto de terminar de hacerse futbolista en el exilio.
Víctor Fernández ha ejercido como un segundo padre para Alberto Soro desde que retomara las riendas del Zaragoza en diciembre de 2018. Desde entonces se hizo habitual verles a ambos charlando a solas durante los entrenamientos. El técnico ha recalcado en varias ocasiones que la mayor virtud del zurdo es «que nunca se rinde y trabaja como el que más». Ante la llamada de IDEAL, califica a Soro como «un proyecto de futbolista de Primera división, un ejemplo de constancia en los entrenamientos que trabajará y peleará bien por el puesto». «Aunque lo nuestro en los tres últimos meses fue terrorífico, Soro había crecido mucho y traía una línea muy ascendente. Ahora, en Granada, debe incorporar todo lo que le falta a lo mucho que ya tiene; sobre todo, ambición ante el gol», radiografía. El curso pasado lo concluyó con cuatro tantos en Segunda.
El exentrenador del Zaragoza describe a Alberto Soro como «un jugador polivalente, que puede jugar por los dos costados y por dentro, cuya principal cualidad, por encima de todas, es la movilidad; está siempre en constante movimiento y se desmarca muy bien a la espalda de la defensa rival en ruptura». Sin embargo, el propio Víctor Fernández cae en una contradicción al definirle: «Su evolución natural es la de jugar por dentro, porque es donde tiene más capacidad para despegar su fútbol al ser muy intuitivo y preciso para el último pase; aun así, conmigo jugó más por fuera y sobre todo por la derecha, a pierna cambiada, porque ahí tenía a Kagawa, más organizativo, y a Puado, con más gol». En sus inicios, de hecho, Alberto Soro jugó como segundo punta.
«Debe ser más dañino»
El mismo Víctor Fernández admite su parte de culpa por haber situado a Alberto Soro en una posición «que no es la mejor para él». «Puede jugar por fuera por su movilidad y capacidad para el desmarque de fuera hacia dentro, lo que hace complicado fijarle la marca, pero creo que terminará interpretando mejor el fútbol por dentro», apunta. «Necesita un poco más de pausa, pero tiene facilidad para entender el juego. De hecho, es tan extraordinariamente generoso y solidario que aún debe aportar egoísmo a su fútbol, un punto más de maldad para ser más dañino de cara al gol», subraya Víctor Fernández.
«Si incorpora esa madurez a su juego, tiene un margen de mejora muy grande, tiene muchas posibilidades. Todavía tiene que darse cuenta de que su techo es muy alto, pero es muy disciplinado y constante en el día a día», remarca Víctor Fernández, quien además aprecia que «sus niveles físicos, para ser un delantero, son extraordinarios». «Tiene un volumen de trabajo que, para mi gusto, es algo exagerado; debería guardarse algo más de frescura para sus acciones ofensivas», incide.
Aunque Víctor Fernández reconoce cierta irregularidad asociada a Alberto Soro, con algunas apariciones fulgurantes seguidas de ciertas ausencias, reivindica que «hasta el confinamiento, estaba teniendo una progresión muy ascendente». «La pausa nos mató. A Soro le costó muchísimo recuperar el protagonismo, pero creo que por sí mismo era aún demasiado joven como para echarse el equipo a la espalda», le ampara.
Talento y desparpajo
La inestabilidad del Zaragoza no ha ayudado al crecimiento de Alberto Soro, en constante despegue ante la adversidad. Lo sabe Lucas Alcaraz, que lo dirigió durante apenas siete partidos tras la destitución de Idiakez, quien le hizo debutar. «Siempre me pareció que iba a tener un crecimiento importante, que podría dar el salto. El Granada hace una buena apuesta por él, porque tiene presente pero sobre todo futuro. Es un ejemplo bastante claro de inversión a largo plazo», valora el actual entrenador del Albacete.
«Es un jugador con desparpajo en el campo, que tiene talento y lo manifiesta con bastante naturalidad por todo el frente del ataque», atiende el granadino. «Le va a venir muy bien un entrenador como Diego Martínez. Pondrá orden a su libertad; sabrá cómo se llega y para qué, con espacio para mostrarse pero también obligaciones. Le ayudará a seguir creciendo», expresa convencido Lucas Alcaraz. Le toca mover a Soro.
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