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Federico, aficionado al Granada nacido en Leeds, ayer ante el autobús del Granada en Manchester. P. C.

El Granada nunca está solo

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Hinchas del equipo, Federico y Teresa y sus hijos acuden a la llegada de este a Manchester y le muestran su fe

Jueves, 15 de abril 2021, 00:52

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Lo primero que se encontró el Granada en la llegada a su hotel en Manchester ayer fue a un 'hooligan' que, contra pronóstico, hablaba su idioma y vestía sus colores. Federico, que nació en la ciudad inglesa de Leeds hace 18 años pero tiene familia materna granadina, hizo ayer una hora en tren para reencontrarse con el equipo de su vida. Iba del Granada hasta la mascarilla, empuñando una bandera de metro y medio. «Se portaron como caballeros conmigo. Se acercaron a saludarme, me hice fotografías con Diego Martínez, Kenedy y Neva y me firmaron autógrafos», agradece. Echó el día en Manchester y, por la tarde, se encontró en Old Trafford con la granadina Teresa y sus hijos Ángel, Ignacio y Paula, que llevan dos años allí por la inmersión lingüística de los pequeños, antes del entrenamiento previo al partido.

Todos de orgulloso rojiblanco, ninguno quiso que su equipo estuviese solo en Inglaterra. Los niños hasta les prepararon unos carteles: «¡Vamos, Granada! ¡Sí se puede!». Los jugadores no pudieron agradecerlo bajándose del autobús antes de entrenar, pero sí les correspondieron golpeando los cristales del vehículo, a coro con ellos.

Los hijos de Teresa, junto a un amigo inglés, y Federico, atrás con la bandera, en los alrededores de Old Trafford. R. I.

Están entusiasmados y confían en la remontada. «La 'eterna lucha' será determinante;si queremos pasar, hay que agarrarse a ella. Confío en este equipo», defiende Federico. «Todo es posible, y creo que están convencidos. Estoy segura de que darán todo lo que tengan», agrega Teresa. Tenían el presentimiento de que el Granada acabaría en Manchester, viéndole avanzar en la Europa League, y se cumplió. «Bromeábamos con nuestros amigos y lo celebramos mucho», reconocen. A Federico le pilló en un descanso entre clases del instituto, junto a dos amigos del Leeds que ahora simpatizan con los rojiblancos: «Quería al Manchester para que todo el mundo del fútbol conociese al Granada. Me sentí muy orgulloso. Si no hubiese una pandemia, le habría seguido por toda Europa», asegura Federico.

«Mis niños estaban emocionadísimos, el mayor casi que ni quería ir al colegio para recibirles en el hotel. Casi todos sus profesores son del Manchester United y como son tan cariñosos les hacían chascarrillos. A mis hijos, que fueron socios con mi marido Ángel, les digo que lo disfruten porque no sabemos si volveremos a vivir algo así. Es histórico», cuenta Teresa, granadinista de cuna y ahora vecina de Old Trafford, a diez minutos de su casa en transporte público. Chillaron con la llegada de sus ídolos al Teatro de los Sueños ayer. Además, los niños simpatizan con el 'City', por lo que le desean todo lo peor esta noche a los 'red devils'. «Nuestros amigos de Granada nos tienen mucha envidia. De no haber pandemia se habría llenado la casa de visitantes», asegura Teresa, que es asesora laboral.

Ángel, hijo de Teresa, posa con su camiseta junto a una profesora del Manchester United en su colegio. R. I.

La historia de amor de Federico por el Granada nació en 2011, cuando su abuelo Domingo le llevó a Los Cármenes por un partido frente al Numancia en Segunda. «Recuerdo que ganamos con un partidazo de Roberto, siempre de rosa, y el bocadillo que me comí al descanso; ese día me enamoré del fútbol», rememora. La entrada de aquel partido se la pudo firmar ayer el mismísimo Manolo Lucena, para felicidad suya y de su abuelo, vecino de la Avenida Salvador Allende con vistas al estadio del Zaidín.

«Nadie nos da posibilidades, pero yo creo que podemos. Un gol tempranero abriría totalmente la eliminatoria, y sé que el equipo no se rendirá aunque encaje. No viene como turista, sino a competir. Pase lo que pase, espero que en Manchester se recuerde el esfuerzo enorme al que les obligó el Granada», desea Federico. «Seguro que todos los aficionados del Granada tienen abuelos que soñaron esto, como el mío, que me introdujo al fútbol. Debemos disfrutar de este momento. Nadie nos puede quitar este sueño, hay que animar desde donde sea», invita. Ni Federico ni la familia de Teresa podían dejar solo al equipo de sus vidas en Manchester.

Selfi de Federico con Diego Martínez ayer. R. I.

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