La inusual lesión de Luis Milla
Baja importante ·
Su actual proceso de recuperación de una dolencia muscular se ha visto ralentizado por las consecuencias de una intervención en la rodilla de 2015Diego Martínez se refirió a una operación anterior cuando trató de explicar el sábado el prolongado periodo de baja de Luis Milla. El centrocampista madrileño se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en septiembre de 2015 durante un partido de Copa del Rey con el Guijuelo frente al Pontevedra y estuvo siete meses de baja. Le operaron en Madrid los doctores Pedro Guillén y Vicente Concejero, referentes nacionales en este tipo de intervenciones y los mismos que 25 años atrás intervinieron de una lesión similar a su padre durante una pretemporada recién llegado al Real Madrid. La operación fue un éxito y su rodilla se recuperó bien, sin problemas de funcionalidad o movilidad como mostraron sus siguientes años de fútbol, pero algo cambió en la arquitectura de su articulación.
La lesión actual de Luis Milla es una lesión fibrilar de grado II-III en el músculo isquiosural de su pierna derecha y no tiene nada que ver con la estructura ósea de su rodilla; tampoco tiene carácter crónico ni ningún otro motivo de preocupación, pero sí que guarda relación con aquella intervención de 2015. El quid de la cuestión reside en un tendón en concreto que, tras la operación, no permite que su actual percance cicatrice del todo, generándole una molestia que aún no desaparece. Viendo que el primer tratamiento aplicado no daba resultado, los responsables de los servicios médicos del Granada contactaron con los doctores Guillén y Concejero, entre otros especialistas del más alto nivel, y localizaron la anomalía. La estrategia para recuperarle ha cambiado y su ausencia se prolonga. Necesita más tiempo. El pasado sábado, el parte médico del club amplió su baja hasta finales de abril o mayo.
Por ahora todo pasa por un mayor ejercicio de paciencia con una pieza importante del equipo en su medular. Según fuentes del Granada consultadas por IDEAL, existe tranquilidad y se confía en su rehabilitación sin más trabas en el camino. Ya cuando cayó lesionado a finales de enero, a los médicos del club les pareció que la dolencia concreta era «atípica» por la zona del músculo isquiosural de la pierna derecha en la que se produjo. Los especialistas consultados a continuación lo ratificaron: apenas habían visto un par de casos similares en sus trayectorias. «Es una baja importante, pero lo más importante es su salud. Le damos todo nuestro apoyo», le dedicó Diego Martínez en rueda de prensa, con todo su cariño y una sonrisa.
Jugador de futuro
Luis Milla se convirtió en futbolista del Granada el pasado 31 de julio, tras depositar en las oficinas de LaLiga en Madrid junto a su padre y su representante los cinco millones de euros de su cláusula de rescisión con el Tenerife. El centrocampista, que cumplió los 26 años ya como rojiblanco en octubre, firmó hasta 2024. Hasta su lesión disputó 24 partidos, próximo a los 2.000 minutos, con un gol en su debut en Primera división ante el Athletic de Bilbao en la primera jornada y dos asistencias. Importante para Diego Martínez, fue titular en 14 de los 16 encuentros que jugó en Liga y en cinco de los seis de la fase de grupos en la Europa League. También fue de la partida en el duelo de Copa del Rey en La Rosaleda.
El madrileño es uno de los rojiblancos que atravesaron la covid-19 durante la presente temporada. Su positivo le fue diagnosticado el 27 de diciembre y se perdió dos choques de Liga y otro de Copa, sin mayores dificultades para recuperarse y tener minutos en los envites del torneo doméstico contra FC Barcelona y Osasuna, los únicos en los que salió desde el banquillo –se quedó sin minutos en Getafe–. De un rendimiento inmediato, Luis Milla se convirtió en un aliado perfecto para los tres tenores del centro del campo de Diego Martínez –Maxime Gonalons, Ángel Montoro y Yangel Herrera–. Con más dinamismo y recorrido con balón, cayó de pie en un equipo que ahora le añora. Su lesión fibrilar requiere paciencia después de que su rodilla no volviese a ser la misma después de una operación en 2015.
Una práctica habitual para reconstruir el ligamento
El conjunto de isquiosurales o isquiotibiales de la pierna consiste en una agrupación de tres músculos en la región posterior del muslo: el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso. Según aporta a IDEAL el fisioterapeuta granadino Francis Buendía, apoyo de atletas locales de alto nivel, «la reconstrucción de un ligamento cruzado anterior de la rodilla suele hacerse con plastias que se extraen del semitendinoso y del recto interno». Por respeto a la intimidad del futbolista, el Granada no ha confirmado este detalle de la intervención realizada a Luis Milla en 2015.
No obstante, se trata de una intervención habitual que, en caso de una posterior rotura de este músculo semitendinoso, conlleva que «la cicatrización sea más tardía».
«También habría que tener en cuenta en la readaptación y curación de esta lesión que la biomecánica del movimiento tras una cirugía de ese tipo puede haber variado, afectando a su vez a los tiempos de recuperación de la misma», aporta Francis Buendía a IDEAL.
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