Borrar
Antonio Puertas prepara la vaselina con la que batió al guardameta del Málaga en el trofeo de presentación. RAMÓN L. PÉREZ

Un curso para demostrar que Europa no fue una anécdota

Análisis ·

Robert Moreno asume la herencia del legado de Diego Martínez y la temporada más brillante en la historia nazarí con el reto de que los aficionados sigan soñando

Jueves, 12 de agosto 2021, 00:06

Comenta

Será difícil que la tradicional 'malafollá' granadina vuelva a extrapolarse al fútbol con tanta fidelidad como la temporada pasada. Los aficionados del Granada tuvieron que vivir desde la televisión, a causa de la pandemia, la campaña más memorable en los 90 años de historia de su equipo con la primera participación en competición europea. Un acontecimiento agridulce que, quién sabe, quizás no vuelva a repetirse. O sí. Esa es al menos la intención de los actuales gestores del club, totalmente renovados respecto a un año atrás, cuando emergió como propietario real Rentao Yi. Diego Martínez puso punto final a la etapa más gloriosa de la camiseta rojiblanca y heredó su legado Robert Moreno, que se ha propuesto convencer a los hinchas de que lo mejor está siempre por llegar, ahora que ellos vuelven a las gradas aunque sea poco a poco. El mayor objetivo es conservar prendida la vela de la ilusión para que aquel sueño en la Europa League no quede en una anécdota sino como el inicio de algo grande.

Uno de los primeros mensajes de Robert Moreno en su presentación como nuevo entrenador del equipo fue que todos los éxitos recientes fueron obra de los futbolistas, más allá de la incuestionable labor de su predecesor. Era una manera realista de subrayar que el ciclo que arrancó en Segunda con el 'chamán' no tiene por qué haber concluido. Y lo cierto es que el grueso de la plantilla continúa, a excepción de bajas sensibles como las de Rui Silva, Yangel Herrera, Roberto Soldado o Robert Kenedy. Por el momento se ha incorporado a tres futbolistas a coste 'cero': el goleador Carlos Bacca, el centrocampista creativo Monchu Rodríguez y el central zurdo Luis Abram. Los tres cubren necesidades urgentes, pero aún queda pendiente la tarea prioritaria de la portería que ahora mismo cuenta con el único candidato real de Aarón Escandell.

Mercado en pausa

La posible inyección de dinero como consecuencia del acuerdo de LaLiga con el fondo de inversión CVC –aún por discutir hoy en la asamblea de clubes– mantiene el mercado en pausa, ya que con más recursos podrían afrontarse operaciones prohibitivas hasta entonces por los límites del control financiero de la patronal. En el caso del Granada, esto afecta directamente a su pretensión por un guardameta. A día de hoy no puede satisfacer las condiciones del Huesca por dejar salir a Álvaro Fernández, por quien pide su cláusula de diez millones de euros, pero todo puede cambiar en unos días. Se avanzó en un acuerdo por el argentino Sergio Romero, que está libre, pero el acuerdo de LaLiga con CVC paralizó las gestiones. Le ocurre lo mismo al resto de clubes. Nadie quiere precipitarse a veinte días para el cierre del mercado de fichajes.

Robert Moreno no quiere que esta incertidumbre afecte a sus planes. Tiene claro el equipo que quiere y a lo que pretende que juegue. Adepto al 4-3-3 que mamó en la cantera del FC Barcelona y aplicó luego también en la Selección Española mientras sustituyó a Luis Enrique, el entrenador está introduciendo poco a poco nuevos conceptos a la plantilla que hereda y que ya jugó con este sistema el curso pasado con Diego Martínez. Con el catalán, no obstante, se produce una revolución en la interpretación del juego. Sin desmerecer las virtudes del trabajo anterior, que piensa respetar, Robert Moreno pretende pasar del espíritu camaleónico del vigués a una voluntad innegociable por gobernar los partidos con el balón. Construir la jugada desde la base, involucrando a los centrales, el pivote y el propio portero, para acelerarla ya en ataque con los laterales como extremos y una intensa presión tras pérdida.

No será fácil llevar a cabo estas ideas en Primera división, sin exámenes convincentes en pretemporada para demostrar su viabilidad. No obstante, Robert Moreno y su amplio cuerpo técnico están trabajando a destajo para hacerlo posible. Es su primera experiencia como primer entrenador en la máxima categoría del fútbol español tras haber sido segundo de Luis Enrique en el FC Barcelona y el Celta de Vigo y no piensa desaprovechar la oportunidad. Quiere liderar una nueva etapa en la que el Granada pueda aspirar a imitar el modelo del Villarreal, asentado entre los diez primeros.

El Granada tiene una deuda con sus aficionados: hacerles disfrutar tanto como hasta ahora en la pandemia pero con ellos en las gradas. El calor de sus ánimos supondrá un estímulo renovado. Todos quieren despertar de la pesadilla de la covid-19; nadie del sueño del fútbol.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Un curso para demostrar que Europa no fue una anécdota

Granada CF | Un curso para demostrar que Europa no fue una anécdota