El Granada frena la sangría defensiva
El equipo encaja menos de dos tantos por primera vez este curso y logra encadenar dos salidas sin caer derrotado tras retomar lazaga de cuatro y a Luca como titular en la portería
El punto que rascó el Granada en Burgos radicó principalmente en un frenazo a la sangría defensiva que arrastraba el equipo desde el comienzo del campeonato. Por primera vez esta temporada, el cuadro de Pacheta tan solo encajó un gol en 90 minutos, una leve mejoría con respecto a anteriores jornadas donde el castigo fue mayor. La recuperación de la zaga de cuatro y la vuelta de Luca Zidane a la portería, con mejores prestaciones esta vez, 'salvaron' la dura salida de los rojiblancos.
Ya van dos duelos a domicilio consecutivos sin cosechar derrota alguna en el Granada. A El Plantío le precedió La Rosaleda, únicas plazas en lo que va de curso donde hubo cierta recaudación. De allí se obtuvieron los dos puntos que lucen los nazaríes en la clasificación tras las primeras seis jornadas, aún como colista en solitario de Segunda división. Por ahora, nada de nada en Los Cármenes. Al equipo le urge estrenar su casillero de triunfos para salir del pozo, así como hacerse fuerte en casa en pos de la remontada.
Parece que Pacheta ha dado con la clave para iniciar esta exigente misión. Ante el Burgos, el equipo de su tierra natal, retomó la defensa de cuatro efectivos después de probar una con cinco en los últimos partidos que no dio el resultado esperado. A veces, más no es sinónimo de mejor. Con Manu Lama y Oscar Naasei como pareja de centrales, más Pau Casadesús y Diego Hormigo en los costados, el equipo defendió de manera más sólida pese a desajustes puntuales.
Se vio apoyado por los hombres del centro del campo, que formaron en trivote. Rubén Alcaraz –primera titularidad con el Granada– y Martin Hongla desempeñaron un perfil más defensivo, con el barcelonés más concentrado y efectivo al corte, aunque pudo hacer más en su marca a Grego, que igualó el marcador muy liberado. El camerunés pareció tener la cabeza en otra cosa.
Hongla no se impuso y acabó sustituidopor precaución de Pacheta tras ver una tarjeta amarilla, pero también para elevar el nivel. Entró Luka Gagnidze, que está llamado a la titularidad más pronto que tarde. El georgiano tiene algo que falta en este Granada: calidad y claridad con los pies para atravesar líneas rivales y no rifar el balón como se precipitaron sus compañeros. El ataque se potenció con Álex Sola–llegó a pedir el cambio por cansancio, sin ningún problema físico–, por primera vez como extremo, ya quinto goleador del equipo en lo que va de campaña.
Alemañ
Más allá de Gagnidze –pendiente de completar su adaptación–, Pedro Alemañ es uno de los jugadores más en forma del conjunto rojiblanco. Así lo reconoció el técnico con su segunda titularidad consecutiva en Liga. El valenciano se fajó como nadie en la medular, cortando jugadas rivales y moviendo la pelota con criterio, aunque con escasa velocidad en ciertos momentos. Si aumenta el ritmo, tendrá sitio fijo.
Otro factor a tener en cuenta de cara a entender los avances del Granada en el área propia fue la vuelta bajo palos de Luca Zidane. Recientemente declarado internacional con Argelia por los orígenes de su familia paterna, le ganó la partida a Ander Astralaga, que generó más dudas que otra cosa frente al Leganés. El galo mejor sus prestaciones en El Plantío con varias paradas que evitaron que el Burgos se escapara en el marcador. La principal, a un potentísimo chut de Morante.
Tampoco cometió fallos de colocación o con el pie como en anteriores encuentros, lo que lo sitúa de nuevo en cabeza en la carrera con el vasco por hacerse con la portería. Si Pacheta no cambia de opinión durante la semana, volverá a actuar en El Alcoraz, siguiente desafío de unos rojiblancos inmersos todavía en plena evolución.
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